Analizamos el Samsung Gear S2 después de la última actualización de Tizen. El smartwatch mejora mucho gracias a las novedades importadas del Gear S3.
No es que los relojes inteligentes sean un producto boyante, que su nivel de ventas queda bastante lejos incluso de las tablets. Tiene todo el sentido: un smartwatch es un complemento caro para la utilidad real que ofrece. Aunque resulta posible sacarles partido, como es mi caso.
No recomendaría un reloj inteligente a cualquiera, pero sí a alguien que adora la tecnología y quiere dominar su smartphone desde la muñeca. Además, el smartwatch también es útil para los que practican deporte y quieren controlar el ejercicio sin tener que llevar el móvil: hay decenas de modelos, desde los deportivos a los que apuestan por el lujo. No esperen un control preciso del pulso en ellos, eso sí.
Hoy le daremos un repaso al Samsung Gear S2, el reloj con Tizen que Samsung lanzó en 2015. Puede parecer antiguo, pero ha mejorado de manera notable con la última actualización de Tizen. Tanto, que merece la pena apostar por él.
La batería mejora notablemente con la actualización
Esto es lo más destacado de recibir la última versión de Tizen con los añadidos del Samsung Gear S3: el gasto de batería es mucho más comedido. Tanto, que he visto multiplicar la vida del reloj en casi medio día para las circunstancias normales.
La autonomía es lo más variable de cualquier dispositivo electrónico, smartwatch incluido. En este aspecto, no puedo decir que el Samsung Gear S2 fuese mal antes de recibir lo último de Tizen, pero sí que no aguantaba lo suficiente como para lanzar cohetes. Día/día y medio con suerte. Siempre que no activase el seguimiento deportivo o algo mucho más tragón: la esfera siempre activa. Para ser AMOLED, la pantalla consume en exceso.
La actualización no sólo mejora el consumo con el smartwatch funcionando en modo completo, también mejora el sistema de ahorro que incluyen los Samsung Gear. Activándolo se llega a multiplicar el uso por 2 o más; aunque con sus complicaciones: sólo reloj y notificaciones. Con un 10 o 5 % de batería en el reloj es capaz de estirar su vida durante varias horas.
Con el modo normal he llegado a aguantar los 2 días de uso. Con el modo ahorro he llegado a los casi 4 días. Lo mejor es que el consumo va mejorando con el tiempo y el conocimiento del usuario: el reloj identifica los patrones y actúa en consonancia. No es una maravilla, pero sí resulta visible.
Mejora en la escritura y aplicaciones de terceros
La estética de la interfaz no ha cambiado en exceso. Tampoco le hace falta: el uso del bisel rotatorio facilita enormemente la selección y navegación por los menús más allá del control táctil. Y si hablamos de los dedos y pantalla, el Samsung Gear S2 recibe el teclado predictivo nativo de Samsung. No es lo más práctico del mundo ya que, por lo general, responderemos con una frase hecha o emoji. Pueden editarse las frases, como ya ocurría en la anterior versión.
Samsung permite más servicios a las empresas que crean apps para Tizen. No hay un volumen enorme de aplicaciones, pero sí que va subiendo el nivel de la tienda Samsung Gear. Hay nuevos widgets, como los de S Health. Con más gráficos y mayor independencia del smartphone. Por ejemplo, tendremos el resumen diario del sueño.
Samsung trae apps y esferas de reloj al Gear S2 desde el S3. Recordatorios con S Voice, por ejemplo. Y las nuevas esferas de cronógrafo que, según mi opinión, quedan genial en el segundo modelo de Gear con Tizen. También ha mejorado el control de notificaciones.
Las diferencias entre modelos se reducen con la actualización
Tanto el Gear S2 como el Gear S3 son smartwatch caros. Creo que son los mejores relojes inteligentes que se pueden comprar. Muy buen diseño, materiales de calidad, funcionan genial, son compatibles con Android y iOS… Y que Samsung se preocupe de llevar funciones a su modelo anterior es notorio.
No tengo la sensación de que llevando un Samsung Gear S2 se eche mucho de menos el S3. Sí, el salto en calidad se nota, también la potencia y, sobre todo, la batería: lo estamos analizando y aguanta sin despeinarse los 4 días de uso normal. Pero eso sí: es enorme.
No es una mala opción el Samsung Gear S2, incluso estando en el mercado su sucesor. Muy buen smartwatch y actualizado a la última versión de Tizen. Por mi experiencia con él, estoy satisfecho.