Las diferentes tecnologías de carga rápida que hay en el mercado han conseguido que no tengamos que preocuparnos en exceso del tiempo que tarda nuestro smartphone en cargarse. Se ha llegado a un punto en el que con una enchufada, basta. Y eso es genial.
O no tan genial. Existen varios fabricantes que han patentado sus propios métodos de carga rápida obviando el intento de estandarizarse de Qualcomm con su Quick Chargue entre sus dispositivos, por lo que se produce algo parecido a lo que ocurre con la fragmentación en Android incluso estando Google a favor de esta medida. ¿Realmente son tan beneficiosas estas nuevas tecnologías para nuestra batería? Os traemos una comparativa para desgranar esta respuesta con datos, hechos y referencias para que juzguéis vosotros mismos en la caja de comentarios.
Adaptative Fast Charging (Samsung)
Esta tecnología se ha usado mayoritariamente en los Galaxy S7 y no es precisamente conocida por varios motivos, siendo bastante buena comparada con sus rivales directos en lo que respecta a cómo afecta este proceso a las baterías de sus smartphones. Y no es que sean precisamente grandiosos sus tiempos de carga, algo alejadas de otras variantes. Ya hablamos de ella en otra comparativa de las cargas rápidas.
Podremos obtener un 25% de la carga en 15 minutos y un 50% en poco más de media hora. Si lo queremos completamente cargado deberemos esperar casi una hora y media. Según lo que podemos indagar, es inevitable según un estudio publicado en Reddit sufrir degradación progresiva en nuestras baterías y esto se acentúa cuanto más rápido se carga la batería, por lo que podemos imaginar que aunque en este aspecto Samsung se salva algo más, hay bastante polémica respecto a esto.
¿Es buena esta carga? Bueno, es algo equivocado decir que sí o no, puesto que algunos problemas no radican en la carga, sino en el propio hardware de los dispositivos Samsung. Hay numerosos reportes de que tanto las baterías, los cargadores e incluso algunos elementos de los smartphones Samsung como las pantallas fallan al cabo del tiempo independientemente del uso que se le de, por lo que podríamos deducir que depende más de los fallos que puedan tener las unidades disponibles.
DASH Charge (OnePlus)
La carga rápida propia de OnePlus lanzada para sus OnePlus 3 y 3T dejó a todos sorprendidos por su velocidad y su calidad, puesto que era de las pocas que de no estar conectadas a un gama alta a veces provocaban algún sobrecalenntamiento que otro. Es una evolución del sistema de carga propio de su primo hermano Oppo, el VOOC y que como veremos más adelante no da malos resultados ni mucho menos. En el Mobile World Congress del año pasado se prometió la Super VOOC Charge, capaz de cargar 2500 mAh en 15 minutos.
Según los de OnePlus, la DASH Charge es capaz de llenar un 60% de la batería de tu OnePlus 3 en tan sólo 30 minutos y esto es bastante con sus 3000 mAh, además de tener en cuenta los 3400 del 3T. Además, esto seguiría funcionando igual hicieras lo que hicieras con el smartphone, aunque eso podría cambiar si le das caña.
Hablando en términos técnicos, la diferencia de la DASH Charge con sus rivales es que aumenta la intensidad de la carga, y no el voltaje que recibe el móvil, reduciendo el calor como pasaba en el OnePlus 2 con su Snapdragon 810. Esto, según cómo percibimos el funcionamiento de nuestra autonomía es beneficioso puesto que el calor y otros factores climatológicos disminuyen la vida útil y el número de ciclos de carga de la batería. Hasta la fecha no hay un número excesivo de reportes de fallos o de errores en la batería, aunque sea una lástima que esta tecnología sea tan exclusiva.
Pump Express (MediaTek)
Ay, MediaTek. Odiada por muchos y querida por otros cuantos, su nombre se basa en el hecho de darle vida a la gran mayoría de dispositivos venidos del mercado asiático, y famosa por darle prioridad a los núcleos de sus procesadores. Sí, tiene su propia carga rápida comercializada y como suele pasar con la firma taiwanesa, muchos la tienen como sinónimo de baja calidad o de bajo rendimiento, dejándola languidecer frente a su competidor directo, Qualcomm. ¿Esto es realmente así?
Muchos asocian a MediaTek injustamente con bajo rendimiento o poca calidad
Hay que decir que PumpExpress lleva ya rondando por el mercado un tiempo (bastante) y su éxito no es que haya sido precisamente arrollador prometiendo ser de los más rápidos entre sus competidores. Un increíble 70% en 20 minutos, lo cuál mejora sabiendo el gran número de dispositivos con MediaTek en sus entrañas que pululan por el mercado. Una carga de 5 minutos nos daría unas 4 horas de autonomía no afectando a la temperatura del dispositivo.
Hace uso de la modulación USB PD en vez de VBUS siendo compatible con los microUSB y también con los USB Tipo C, en ambos casos con una salida de 3 a 6V contando con 20 protecciones adicionales para que no se caliente en exceso. Sin duda unas cifras totalmente impresionantes que estará por ver cómo afectarán a la batería del dispositivo, pero que en caso de cumplirse podría ser una maldita fiesta.
Quick Charge 4.0 (Qualcomm)
Cerca de acabar esta larga comparativa vamos ahora con el posible rey de los procesadores de todo Android, Qualcomm. Al igual que Google, pretende consolidar su cada vez mayor hegemonía en los smartphones estandarizando su progresiva carga rápida, yendo ya por su versión 4.0 prometiendo un 50% en 15 minutos, toda una barbaridad situándose entre las mayores del mercado. Teniendo en cuenta que lejos de los procesadores propios como Exynos o Kirin Qualcomm tiene una cuota de mercado abismal mejorar esta tecnología puede ser determinante para sus beneficios.
Con la presentación de su último «bicho», el Snapdragon 835 Qualcomm promete unas 5 horas de autonomía con sólo 5 minutos de carga, algo que a título personal me cuesta creer, y más teniendo en cuenta la mayor cantidad de amperaje que van adquiriendo las baterías actuales respecto a generaciones pasadas. Esto viene de la mano con ventajas aparte como el USB Power Delivery, un método que aunaría el esfuerzo del procesador y el cargador para maximizar la seguridad modificando los valores de carga.
Sin duda, impresionante, aunque no olvidemos que a no ser que nos compremos algún cargador compatible con estas ventajas, sólo tendremos disponible estos avances en los dispositivos de gama más alta por lo que aún queda para que la recibamos. Sin contar las mejoras de eficiencia por parte del procesador, podría darse el caso de que tal cantidad de carga en tan poco tiempo provocase numerosas sobrecargas si no se lleva a buen término. El tiempo lo dirá.
Super VOOC Charge (Oppo)
Si no conocéis a la firma china Oppo, antes de nada debéis saber que se trata de una de las marcas más respetadas y referenciadas de todo el mercado asiático. Y si a esto le añadimos la locura que supone su tecnología VOOC Super Charge puede que os intereséis algo más, la verdad. Se posiciona como la carga más rápida del mundo capaz de cargar, como hemos dicho, 2500 mAh de batería en 15 minutos. Ahora pensad en cuántos teléfonos de gama media o alta montan baterías de 3000 mAh de batería… ¿No os suena a locura? Y sí, tiene su proceso, y os lo vamos a contar.
Este increíble proceso se basa, según Oppo en dos elementos diferenciales y su combinación, tales como una batería especial adaptada a esta velocidad de carga, lo cuál es bastante lógico y pulsos de alto voltaje que en cristiano se traduce en producir series de cargas de alta potencia para redistribuir mejor la energía que se traslada al smartphone para, en teoría, no dañar ningún componente para evitar casos como el Note7, aunque no tuviera que ver con la carga rápida.
Es curioso como Oppo se intenta posicionar como el rey indiscutible en este aspecto tanto en smartphones como en smartwatches y en otros aspectos que son clave para el gran público, como el apartado fotográfico. Si quieren ser los reyes de China, me imagino que querrán serlo también en todo el mundo en lo que a Android se refiere. Parece ser que quedará bastante tiempo hasta que esta tecnología se estandarice como debe y llegue a más dispositivos para que podamos disfrutar sin contratiempos de la totalidad de nuestra autonomía.