Hace una semana asistimos a la presentación oficial en España de uno de los productos de Google que los más geeks esperábamos desde hace años. Los altavoces inteligentes han supuesto en Estados Unidos un éxito que ha superado incluso al de otros mercados con más trayectoria, como las tablets o los wearables.
Pero en España el lanzamiento del primero de su categoría, los Google Home, no ha supuesto un gran impacto en las ventas de los distribuidores que se han asociado con Google para vender sus nuevos dispositivos.
Leemos en La Vanguardia que algunos gigantes como MediaMartk esperaban vender unas 3000 unidades en la primera semana de ventas pero la cantidad real se ha reducido al 20%, unas 600 en total.
Un desconocido, por el momento
El motivo de esta falta de éxito puede ser múltiple, desde el inicio del período estival hasta la falta de ambición de Google al no apostar por los anuncios tradicionales en prensa y televisión a los que están acostumbrados en las grandes cadenas de centros comerciales.
Esto es especialmente critico dado que no se trata de un modelo nuevo en una categoría de producto conocida, sino una nueva forma de relacionarnos con la mismísima Google.
Hay que tener paciencia
Sin embargo este comportamiento no es extraño para Google, que ha visto cómo otros productos también tardaban en coger tracción y posteriormente han sido un éxito, como el Chromecast, un dispositivo que tampoco estaba pensado para ser anunciado a bombo y platillo y que cualquiera que lo conozca se ha hartado de recomendar.
Algunas limitaciones
A las ventas del nuevo producto de Google no ayuda que su software esté más limitado que la versión anglosajona y sobre todo que no se venda en la que ya es una referencia en las tiendas: Amazon.
La semana pasada, justo tras la presentación, me acerqué a un establecimiento de El Corte Inglés para adquirir uno, porque quería probarlo cuanto antes y no iba a esperar las 24 o 48 horas que tardaría un envío desde la tienda de Google.
En unos meses seguro que las ventas de este producto suben de manera notoria, sobre todo cuando Amazon lance sus altavoces Echo con Alexa y la idea de tener un altavoz conectado en casa no suene extraña al consumidor medio.