Como todo en la vida, siempre hay gente a la que se le ocurren cosas muy raras. Sobre todo en el mundo de la telefonía, donde hay ideas muy buenas o… muy perturbadoras. La que os traemos hoy no es que sea demasiado convencional, porque, ¿quién no quiere un dedo robótico en su móvil? Quédate hasta el final y disfruta de una sensación que oscila entre el «WTF» y el «demasiado Internet por hoy».
MobyLimb, el dedo electrónico que hará que «sientas» tu smartphone
Esta iniciativa de Marc Teysser, estudiante de ingeniería francés, pretende que nuestros teléfonos dejen de ser fríos e inertes y que los podamos sentir. ¿Solución? Un dedo robot con el que podremos interactuar acoplado a una funda en el smartphone. Suena increíble, pero es así. Además, tenemos un vídeo a modo de teaser que nos muestra su funcionamiento, y ahora necesitamos que nos arropen antes de dormir.
La idea es de por sí es estrambótica ya que el querer sentir a nuestro smartphone es un concepto ambiguo. Este dedo resuelve esta idea acariciándote y tocándote, por ejemplo, si mandas un emoji o quieres que el mismo dedo te toque.
En palabras del mismo Marc, las cuales podéis consultar en su página web: «En el espíritu del aumento humano, cuyo objetivo es superar las limitaciones del cuerpo humano mediante el uso de dispositivos robóticos, nuestro enfoque tiene como objetivo superar las limitaciones de los dispositivos móviles (estática, pasiva, sin movimiento) mediante el uso de una extremidad robótica.»
En el vídeo vemos que podemos configurar el dedo de tal forma que nos acaricie y nos toque como si de un dedo humano se tratase. No sabemos exactamente qué nos parece más perturbador, si el dedo robótico negro y mecánico o su skin de piel que lo hace parecer un dedo humano.
El punto que más nos ha llamado la atención de este dedo es que gracias a él podremos hacer que nuestro móvil se mueva. El dedo hará arrastrar la funda con el teléfono. Y sumado a que los movimientos del dedo son robóticos y siniestros, esto hará que alguien de tu familia que vea a ese dedo arrastrarse por la mesa le entre el pánico y lo mande a volar de un manotazo.
La pregunta es: ¿llegará este dedo a sustituir la sutil caricia de nuestra pareja? ¿Cuántas personas se nos quedarían mirando si vieran un dedo robótico similar a uno humano acariciándonos la palma de la mano por la calle? Lo que sí sabemos es que si lo probáramos seguramente tendríamos algo de insomnio la noche siguiente. Un poco. Nada más.