Últimamente en el mundo del fitness y el ejercicio se están poniendo de moda una clase de auriculares diferente: los auriculares de conducción ósea. Unos auriculares que en términos prácticos que luego extenderemos, permiten que podamos escuchar la música «a través» de nuestros huesos para escucharla en nuestro oído. Toda una innovación que tiene su cierta ciencia.
Hoy probamos los auriculares de conducción ósea Aftershokz Aeropex, una de las mejores alternativas de este mercado en extensión. Os contamos nuestras impresiones no solo acerca del producto en sí, sino de toda la innovación que rodea a estos cascos.
¿Qué son unos auriculares de conducción ósea?
Primero, debemos entender qué tienen de especial estos auriculares frente a otros más tradicionales. Los auriculares tradicionales y los de conducción ósea tienen un funcionamiento muy similar: tanto los primeros como los segundos reciben una señal eléctrica emitida desde una fuente (nuestro reproductor de MP3, smartphone, etcétera) y a partir de estas generan ondas que podemos escuchar. Entonces, ¿qué tienen de especial?
Donde realmente innovan los auriculares de conducción ósea es en la manera de tratar los impulsos eléctricos ya que estos se convierten en vibraciones que se transmiten a través de nuestros huesos hasta el oído interno. Por ende, la forma de colocación de estos auriculares no es especialmente tradicional.
Esta clase de auriculares se colocan por delante del trago, entrando en contacto con la apófisis zigomática del hueso temporal (en la parte delantera de la oreja, a la altura del pómulo) y es desde ahí de donde se transmiten las vibraciones hasta el oído interno. Esto consigue que el sonido no se transmita al exterior, por lo que en teoría solo puede escuchar la música la persona que los lleve puestos.
Estos auriculares tienen varias ventajas además de no molestar a otros con el sonido musical: no perdemos el contacto con el entorno y podemos así estar pendientes de lo que ocurre en el mundo exterior para así aumentar la seguridad y percibir mejor la información que nos rodea, especialmente importante si hacemos deporte a la par que escuchamos música.
Si de algo presumen los Aeropex es de comodidad y elegancia
Lo primero que vemos al usar los AfterShokz Aeropex es que son especialmente bonitos. Normalmente los cascos de conducción ósea tienen una estética muy deportiva bajo mi gusto; estos son de un tacto gomoso muy cómodo y que no destaca en nada. Nos gusta, ya que suelen notarse una vez nos ponemos esta clase de auriculares y al no tener una estética agresiva se hacen discretos y elegantes.
Pero si de algo pueden presumir estos Aeropex es de comodidad. Estos auriculares se amoldan perfectamente a la cabeza de una persona, y no se hacen incómodos de ninguna forma. Esto obviamente dependerá de la forma de la cabeza de cada uno, pero el tacto gomoso, la ergonomía y la forma de estos auriculares consiguen que incluso tras un rato de ejercicio intenso no notemos que debamos quitárnoslos por molestias o rozaduras. AfterShokz ha tenido en cuenta que estos auriculares están enfocados a un público muy aficionado al fitness y mantener la comodidad es crucial.
Repasando su diseño, nos encontramos con un apartado muy minimalista: tenemos un botón en el lateral que nos servirá para controlar la música, un conector para cargar los auriculares y un pequeño control para manejar el volumen de la música. Aunque pueda parecer un detalle menor, AfterShokz nos deleita con un empaquetado de lujo; que trae añadidos interesantes como una bolsa de transporte de mucha calidad.
Esta bolsita está hecha de goma, tiene la tapa imantada y es fácil de transportar debido a su flexibilidad. También es impermeable, por lo que no debería haber problema en que la toquemos y manejemos con las manos sudadas. Podemos meter ahí tanto los cascos como sus accesorios. Un detalle genial para los que planean transportarlos en repetidas ocasiones.
En general, los Aftershokz Aeropex son unos auriculares bien llevados a cabo, con una estética que nos agrada sobremanera y una comodidad sin precedentes. Los detalles marcan la diferencia, y la inclusión de la bolsita en el empaquetado consiguen que todo se complemente a la perfección.
¿Qué tal funcionan estos AfterShokz Aeropex?
Pero ¿cómo funcionan? Hablemos primero de cifras y de datos puramente técnicos. Los transductores, una parte que está embebida en los auriculares para mejorar la experiencia de sonido, están 30 grados hacia el frente para, en teoría, evitar vibraciones demasiado acusadas, mejorar los bajos de nuestras canciones y conseguir una mayor nitidez en sus voces. Los AfterShokz Aeropex disfrutan de una tecnología llamada PremiumPitch+ TM, que optimiza el sonido por conducción ósea para mejorar la experiencia.
Otra tecnología que podemos ver en los Aeropex es, por ejemplo, LeakSlayer, que con un nombre especialmente descriptivo reduce hasta en un 50 por ciento las pérdidas de sonido. Hablando puramente de características, además tenemos en los Aeropex Bluetooth 5.0 e impermeabilidad; se pueden sumergir hasta un metro de profundidad durante media hora.
Ahora ciñámonos a la experiencia. Nos hemos topado con una serie de sentimientos encontrados en nuestro uso de los AfterShokz Aeropex debido, en parte, a la «novedad» de la conducción ósea. En líneas generales el sonido nos ha gustado mucho; el volumen es muy alto y notamos matices diversos en los temas que hemos puesto para ver cómo unos auriculares de estas características manejaban música con mucha instrumentación. Sin embargo, nos hemos encontrado con algunas cosas que debemos comentar.
Para empezar, puede que sea nuestra unidad, pero hemos notado que sí escuchamos la música con los cascos fuera, sobre todo si ponemos la música alta. Y se escuchan bastante, incluso puestos; personas de mi alrededor me confirmaron que desde una distancia moderada se podían escuchar claramente los auriculares. No es un drama, no es un problema que haga que descartemos esta compra, pero llama la atención que una de las principales ventajas de la conducción ósea como es la «privacidad» de sonido en este sentido no esté tan acusada.
Por otra parte, la vibración de estos AfterShokz Aeropex nos ha parecido algo brusca. Es decir, la sensación de llevarlos puestos es extraña; por una parte el sonido realmente se escucha bien y la sensación de escucharlo a través de nuestro hueso es curiosa cuanto menos. Pero nos hemos percatado de más de esa misma vibración, sobre todo si escuchamos música con graves acentuados o con mucha instrumentación.
Si nos centramos exclusivamente en qué se siente al escuchar música de esta forma, y si dista mucho de la forma tradicional, tenemos de nuevo sentimientos encontrados; por una parte no notamos un empeoramiento de la calidad de audio respecto a escuchar música con auriculares estándar, pero digamos que el sonido no es el mismo y en seguida nos extrañamos ante el tipo de audio que estamos escuchando. Esta impresión se acentúa con las vibraciones por conducción ósea ya que, si no las has experimentado antes, te sabrán todavía más extrañas.
Además, nos hemos topado con otro problema, aunque este entra dentro de mi caso personal: al ponerme los cascos y encenderlos notaba un cosquilleo en una zona determinada de la oreja. Hemos hecho pruebas con más personas y unos no notaban este cosquilleo mientras que otros sí lo notaban. En mi caso específico ese cosquilleo llegaba incluso a ser molesto pero esto no es un problema de los AfterShokz Aeropex, sino más bien de mi condición física.
Finalizando con la batería, los datos de AfterShokz referentes a su autonomía nos arrojan cifras de hasta 8 horas de música y 10 días en stand-by. En nuestras pruebas determinamos que esto es así realmente: los resultados variaban según el volumen, pero no duramos menos de 7 horas de reproducción de música y en los mejores casos pudimos alcanzar las 9 horas. Estos cascos están hechos para durar durante largas sesiones de fitness y sobre todo intensas.
Finalizamos este análisis hablando del precio. Estos auriculares no son precisamente baratos, pero sus materiales de construcción, y algunas de sus características, repercuten directamente en este coste de 169 euros. Os dejamos un enlace a Amazon al producto en cuestión.
A modo de conclusión, hemos de decir que estos AfterShokz Aeropex nos parecen un producto muy redondo: son cómodos, innovadores, tienen una gran batería, no fallan y harán las delicias de los más exquisitos con el audio (sabiendo que hablamos de un producto enfocado al fitness, no uno con una clara inclinación a la calidad de audio per se). Sin embargo, este producto podría no ser el adecuado para todos aquellos que no se han iniciado en el mundillo de los auriculares de conducción ósea.
La experiencia, aunque satisfactoria, es extraña. La vibración puede provocar algunas molestias; y depende enormemente del modelo que elijamos el obtener una mayor comodidad, sobre todo para sesiones amplias de fitness. En caso de que no hayáis probado nunca estos cascos, os recomendamos buscar alternativas algo más económicas y en el momento en el que busquéis un producto superior, de alta gama, buscad estos AfterShokz Aeropex.
¿Por qué decimos esto? Porque dentro de su rango, estamos ante uno de los mejores cascos de conducción ósea que hemos probado. Son comodísimos, tienen una buenísima batería y presentan un sonido más que bueno. Todo lo necesario para amenizar nuestras sesiones de deporte sin renunciar al sonido y, en este caso específico, a la innovación.