Hace poco más de un mes hablamos del cargador inalámbrico más barato que recomendamos, uno que vende Ikea al precio más barato que podrías esperar. Sólo 5 euros.
Justo el día que escribimos el artículo acudí a la conocida tienda de muebles para hacerme con uno y probarlo. Cuando algo parece demasiado bonito para ser cierto es que no merece la pena, por lo que nos hemos pasado mas de un mes utilizándolo como cargador inalámbrico completo. ¿Merece la pena?
Diseño minimalista al extremo
Con el nombre de LIVBOJ, el cargador inalámbrico de Ikea viene en dos colores: blanco y negro. El cargador tiene un diseño lo más minimalista posible, y es que como la mayoría de cargadores del mercado es una base circular en la que dejar el móvil.
La base es de plástico mate y su tacto es suave. En el centro tenemos un símbolo + que es de goma antiadherente, lo que permite que el móvil no se mueva en situaciones normales.
Uno de los aspectos clave del cargador de Ikea es que la entrada de corriente es USB C, algo que nos encanta, ya que la mayoría de bases de carga baratas siguen utilizando micro USB. Es importante tener en cuenta que no incluye cable ni cargador, algo positivo si ya tienes uno (para evitar residuos electrónicos) pero que nos obligará a pagar un extra en caso de que necesites cable.
El cargador tiene al lado del puerto un pequeño LED blanco que se enciende cuando hay un dispositivo cargando. La luz es tenue y no resulta para nada molesta.
La experiencia de carga: lento, pero fiable
Tal y como podíamos esperar en las especificaciones técnicas, el cargador inalámbrico de Ikea es lento a rabiar. ¿Cuánto de lento? Pues depende del móvil que usemos, su capacidad y la comparación con el cargador de serie que incluye.
Para nuestras pruebas hemos utilizado el Galaxy Note 10+, el móvil que utilizo con frecuencia. Este móvil cuenta con una batería de 4300 mAh e incluye de serie un cargador de 25 W. El cargador con cable de Samsung es unas 5 veces más rápido que el de Ikea, aunque por restricciones térmicas nunca funciona a máxima potencia, mientras que el cargador Qi de Ikea conserva su limitada potencia al máximo.
En términos de velocidad, un móvil como el Note 10+ que se carga en una hora, tarda unas 4 horas en cargarse al completo con el cargador de Ikea.
Más allá de la lenta (algo que ya sabíamos que ocurriría) la experiencia del cargador inalámbrico es estupenda. El móvil y el cargador apenas se calientan durante la carga, es relativamente fácil dejar el móvil en la posición correcta y no percibimos ruido de las bobinas (algo que si tenía mi anterior cargador y era molestísimo).
El mejor cargador inalámbrico para la mesita de noche
El cargador de Ikea es excelente, a pesar de que no sea el más rápido del mercado. Si cargas el teléfono durante la noche, que la carga sea lenta es bueno para dañar lo menos posible la vida útil de la batería. Total, si vas a tener el móvil toda la noche cargando, el hecho de que cargue lento o rápido tampoco importa mucho.
En esta época de confinamiento quizás ir a Ikea no es el mejor de los planes, pero para la próxima vez que vayas o si piensas realizar una compra online, es un cargador que merece completamente la pena.