En 2013 compré un Samsung Galaxy Note 3, un modelo que me llevaron a Estados Unidos desde España, ya que en ese momento residía en Florida. Ese terminal fue un dispositivo increíble, con una enorme pantalla, mucha potencia y uno de los primeros con el S-Pen de Samsung que tan buen resultado está dando actualmente.
En aquel entonces la carga inalámbrica no era algo común, los iPhone aún no la tenían, y eran pocos los modelos que presumían de ella. Sin embargo, sí que pude comprar un aparato que permitía a cualquier móvil usar carga inalámbrica, al menos los que tenían la batería extraíble, o los que usaran una funda. Se trataba de una bobina de carga inductiva que aún hoy se puede comprar en muchas tiendas.
La experiencia no era tan cómoda como ahora, porque cada vez que quería cargar el móvil con cable debía quitar ese accesorio. Sin embargo, me abrió la mente hacia una forma de cargar los móviles mucho más cómoda. Ahora mismo, mientras escribo esto, mi Samsung Galaxy S23 Ultra está a pocos centímetros de mi teclado en un soporte con carga inalámbrica rellenando la batería pero listo para que, en cualquier momento, lo coja para responder una llamada, hacer una captura de pantalla, etc.
Desde entonces he estado usando, literalmente, cientos de móviles diferentes, algunos con carga inalámbrica y otros sin ella. Pero mis móviles personales de los últimos años han tenido todos carga Qi, el Huawei P30 Pro, el OnePlus 9 Pro, el Vivo X80 Pro y el Samsung Galaxy S23 Ultra. En casa hace años que no cargo el móvil por cable, dejando eso solo para los viajes.
La comodidad
La principal ventaja de este tipo de carga es la comodidad. Dejar el móvil encima de la mesa en el despacho, o en el salón, o en la cocina, es algo que se hace decenas de veces a lo largo del día. Que se pueda cargar mientras hacemos eso es muy conveniente.
Obviamente, eso implica que tengamos cargadores de este tipo por toda la casa, pero actualmente hay muchos modelos que no son especialmente caros, sobre todo los que usan una velocidad media, de unos 15 W. En tiendas como Amazon se pueden comprar, tanto los que son planos para poner el móvil en horizontal como los que son verticales y hacen que el dispositivo se quede mirando hacia el usuario, permitiendo el uso como atril para videollamadas.
La velocidad
Uno de los inconvenientes que podría tener la carga inalámbrica es la velocidad de carga, de unos 15 o 18 W normalmente. Eso sí, en muchos modelos de marcas como Xiaomi, Vivo u OPPO, la velocidad de la carga inalámbrica es incluso mayor que la carga por cable de marcas como Google, Apple o Samsung. La única pega es que hay que usar los cargadores inalámbricos de esos fabricantes para alcanzar esas velocidades.
Lo que sí hay que tener siempre cuidado es de poner el móvil correctamente, ya que en los cargadores planos es posible que lo apoyemos y el móvil no se alinee perfectamente, por lo que podríamos pensar que el dispositivo está cargando pero no es así. Para ello suelen tener luces LED que indican si el móvil está cargando.
Los coches
El único sitio en el que seguía cargando habitualmente el móvil por cable cuando hacía falta (que no era muy a menudo) era en el coche, pero desde que cambié al Tesla Model Y ni siquiera ahí lo hago. Ese coche viene con dos puestos de carga inalámbrica, algo que tanto mi pareja como yo usamos mucho, ya que permite tener el móvil a mano a la vez que cargando, sin miedo a que un cable se enrede y cause un accidente.
Los Tesla no son, ni de lejos, los únicos coches con cargadores inalámbricos, siendo esto algo cada vez más común incluso en coches de combustión de tamaño medio como el Citroën C4X. Eso sí, en muchas ocasiones solo hay un puesto de carga inalámbrica, no dos.
El nuevo Qi2
La carga inalámbrica evoluciona como lo hacen otras tecnologías, aunque es cierto que en este caso la velocidad de dicha evolución no es muy alta que digamos. Pese a eso, en los últimos meses se ha anunciado Qi2, el nuevo protocolo estandarizado de carga entre todos los fabricantes, incluyendo a Apple.
La mayor ventaja de Qi2 es la posibilidad de usar imanes, como hace MagSafe, para asegurarse de que siempre que se apoye el móvil en un cargador este se alinee perfectamente. Se esperaba que esta tecnología se lanzara a lo largo de este 2023, pero el año se acaba y parece que tendremos que esperar al siguiente.
Qué cargador comprar
Los móviles han venido durante años con el cargador de cable en la caja, pero eso ha cambiado en los últimos años. Lo que nunca han tenido es un cargador inalámbrico de serie, así que hay que comprarlos aparte. Están disponibles en multitud de tiendas, y con muchas formas. Algunos se han diseñado para cargar más de un móvil a la vez, y otros permiten también cargar relojes. Pero la mayor diferencia está entre los que son horizontales o verticales.
Los horizontales suelen ser más baratos, e incluso IKEA vende uno, extremadamente barato y sencillo, que puede ser perfecto para cargar el móvil por la noche. Por menos de 6 euros no podemos ponerle muchas pegas. Entre los verticales también los hay económicos, como otro de IKEA que cuesta menos de 20 euros. También se puede optar por modelos de la marca de nuestro móvil, sobre todo si son de Xiaomi, OPPO o Vivo, ya que ofrecen una carga rápida mucho mayor, aun mayor precio.
Por último, tenemos las baterías portátiles con carga inalámbrica, que permiten cargar el móvil sin cables incluso de viaje. Esta de IKEA cuesta menos de 20 euros, y otras de marcas pueden costar algo más, pero también tienen más capacidad.