Hace seis años Apple introdujo en sus móviles la carga inalámbrica. No era la primera empresa que lo hacía, pero sí una de las pocas que se ha mantenido fiel a esa estrategia y que siempre ha incluido esta tecnología en sus modelos de gama alta. Actualmente firmas como Sony o Samsung lo hacen, e incluso en ocasiones lo llevan a la gama media.
Esto no es muy normal, pero firmas como Nothing también han demostrado que la carga Qi no es patrimonio exclusivo de los móviles más caros. Y es algo que se agradece, porque aún no es común ver este tipo de cargadores en muchas casas, aunque es algo a lo que, cuando uno se acostumbra, no es fácil renunciar.
[Qué es y cómo funciona la carga inalámbrica]
Incluso es posible poner este tipo de carga en cualquier móvil, usando un accesorio compatible no muy caro. No es tan cómodo como cuando viene de serie, claro, pero no es ninguna locura. Pero aunque se cuente con un móvil con este tipo de tecnología, hay que tener un cargador compatible. Los hay de muchos tipos, y muy baratos, pero no siempre uno de ellos llama la atención por el diseño y los materiales. Es lo que ahora quiere ofrecer el diseñador italiano Franco Eccel con una colección cuyo precio empieza en los 75 euros.
Un cargador de piedra acrílica
El material de estos tres dispositivos, la piedra acrílica HIMACS, un material muy resistente que además evita que se acumule la suciedad. Es más propio de la construcción y la arquitectura, y usa un lenguaje vistoso y elegante a la vez, en la línea de otros productos para el hogar que también ha creado, como vajillas, lámparas o taburetes. Las medidas van desde los 120x120x11 mm de los Poso Solo y Poso Art a los 240x155x12 mm del Poso.
- Poso: modelo con una bandeja que permite dejar las llaves, la cartera...
- Poso Solo: un modelo en el que el color es el protagonista. Está disponible en amarillo, naranja, rojo y azul.
- Poso Art: un modelo inspirado en las obras de Piet Mondrian creado mediante la práctica del Kintsugi japonés.
Estos cargadores son plenamente compatibles con todos los smartphones con carga Qi estándar del mercado. La velocidad de carga máxima es de 10 W, por lo que se han diseñado para dejarlos cierto tiempo, como cuando se llega a casa o la oficina y se va a estar largo rato sin mirar el móvil o para la mesita de noche, para que el terminal cargue toda la noche.
Todos vienen con el cable de carga y el transformador de pared. En la página web no se especifica, pero hemos consultado con la empresa y ha confirmado que la toma es microUSB, algo que no debería ser muy relevante al contar con su propio cable y no ser un elemento diseñado para mover, mucho menos para llevar de viaje.
Los precios de estos cargadores son más altos que los que se ven en tiendas de electrónica, porque el componente de diseño italiano y sus materiales apuntan a otro tipo de comprador, el que valora mucho la estética en su casa. El modelo Poso cuesta 140 euros, siendo el más caro. El Poso Solo cuesta 75 euros y el Poso Art, el más llamativo, 85 euros. El envío, que cuesta 5 euros, se realiza desde el taller en Italia, y hay dos semanas de plazo para posibles devoluciones, además de sus dos años de garantía.