España es una de las regiones con una mayor esperanza de vida. Nuestro país no sólo avanza en cuanto a la edad máxima que se alcanza de forma saludable, sino que también tiene una edad media cada vez mayor, debido a que la natalidad cada vez es más baja.
Es por eso por lo que cada vez hay más productos pensados para personas de cierta edad, sobre todo los relacionados con ciertos problemas físicos que pueden surgir a partir de cierto momento. Un buen ejemplo de ello es la sordera y es que, al igual que pasa con la vista, este sentido puede verse perjudicado haciendo que las personas tengan dificultades para escuchar en ciertos casos, lo que introduce barreras adicionales en la comunicación con los demás.
Por eso cada vez son más comunes los audífonos, unos auriculares diseñados para mejorar la capacidad auditiva de las personas con problemas de este tipo. No son un aparato especialmente nuevo ya que llevan décadas entre nosotros, pero sí que hay novedades en cuanto a las funciones y capacidades de los mismos. De hecho, hasta Apple parece estar pensando en entrar en este sector, pero no lanzando un nuevo producto, sino haciendo que sus populares AirPods puedan servir como audífonos.
Un ejemplo es el Oticon Intent, un dispositivo de audición inteligente que se adapta a cada usuario y, sobre todo, al entorno que lo rodea. Usando sensores que suelen estar en dispositivos como los smartphones, este audífono inteligente puede mejorar la capacidad de audición de ancianos de manera personalizada.
En qué se diferencia
Una de las mayores diferencias de este audífono con respecto a los de la competencia es el uso de sensores para poder entender ciertas acciones del usuario y su entorno y adaptar la amplificación de sonido a ello. Los sensores integrados permiten saber los gestos que realiza la persona que los lleva, para identificar las fuentes de sonido que son prioritarias, y también permiten entender el ruido del ambiente, para potenciar ciertas frecuencias y no todas.
El Oticon Intent analiza el movimiento de la cabeza, la conversación que se produce alrededor de la persona que lo lleva y usa inteligencia artificial para poder reconocer y procesar sonidos de todo tipo. De hecho, ha sido entrenado con más de doce millones de escenas sonoras reales para tener una base de datos con la que crear esa IA.
Los sensores recogen detalles del entorno en 360º alrededor del oyente. Otros sensores, los de movimiento de la cabeza, monitorizan si el usuario mueve la cabeza para comprender el tipo de situación de comunicación, además de dichos movimientos. Otros sensores son capaces de detectar si el propio cuerpo se mueve.
El sistema MoreSound Amplifier 3.0 permite una amplificación sobre un rango de frecuencia que va desde los 80 Hz hasta los 10 000 Hz. Además, es posible amplificar sólo los sonidos que el sistema detecta que son importantes en cada momento, no cayendo en el problema de amplificarlo todo.
Una app importante
Otra de las funciones clave de este audífono la da su aplicación para móviles, disponible tanto para Android como para iOS. Desde ella es posible ajustar el volumen del audífono o cambiar el programa de sonido específico que se haya elegido. Además, permite monitorizar la batería de los dos audífonos, o incluso ajustar el volumen de los sonidos agudos, medios o graves del entorno mediante un ecualizador.
También pueden activar desde la app el modo SpeechBooster, que reduce el ruido de fondo y mejora la captación de sonido del habla. Esto es especialmente útil en entornos ruidosos. Al disponer de conectividad bluetooth, estos audífonos no sólo se pueden conectar al móvil, sino también a otros aparatos como adaptadores de televisión o dispositivos como Oticon EduMic o ConnectClip.
Audífonos de gama alta
El precio de este dispositivo es una de las barreras de entrada al ser muy alto. Un par de Oticon Intent cuestan entre 2.000 y 2.500 euros en función de la tienda y la oferta disponible. Hay nueve colores distintos para la carcasa que se pone tras la oreja pero tanto el auricular como el cable de conexión son transparentes, para llamar la atención lo menos posible.
Es por este motivo que cada vez más empresas intentan crear dispositivos que sirvan de alternativa a los audífonos, algunos de los cuales se desarrollan en España. Otras opciones como los implantes cocleares se han diseñado para un tipo de paciente mucho más concreto, y se trata de una alternativa que implica una intervención médica.