La telefonía móvil siempre se ha caracterizado por poder ser usada lejos de casa. De ahí su utilidad. En un principio los móviles venían en pesados maletines, porque la tecnología de las baterías no permitía tener varias horas de autonomía si no era así. Incluso algunos se integraban dentro de los coches. Cuando empezaron a popularizarse en España y otros países, fue cuando el precio bajó y las baterías permitieron su uso durante días, sin tener que conectarlos a la red.
Eso fue antes de que los móviles se convirtieran en ordenadores de bolsillo. Eso multiplicó sus posibilidades, pero nos hizo olvidarnos de poder cargar el teléfono una vez a la semana. Pasamos a tener que hacerlo incluso más de una vez al día. En los últimos años la autonomía de los móviles ha aumentado, por la mejora en las baterías y por el mayor tamaños de los dispositivos.
Pese a eso, es muy común no llegar al final del día en algunos escenarios, como cuando se está de viaje o fuera de casa durante gran parte de la jornada. Ahí es donde entran en juego las baterías portátiles o los cargadores. Pero no siempre se está en un lugar con acceso a un enchufe. Por eso los cargadores con placas solares son tan útiles.
Cargadores con placas solares
Los teléfonos móviles se crearon para comunicarnos independientemente de dónde estuviéramos, aunque la cobertura de los primeros años restringía el uso de los mismos a los grandes núcleos urbanos. Ahí no había problemas con la autonomía, porque siempre había un enchufe cerca. Poco a poco la cobertura mejoró, e incluso actualmente es posible conectarse vía satélite en ciertas localizaciones donde la red móvil no llega.
Esto hace que sea posible querer cargar el móvil en lugares donde normalmente no hubiéramos pensado que tendríamos que hacerlo. Para ello existen cargadores que usan pequeños paneles solares para crear la electricidad necesaria para cargar los móviles. No son los más rápidos del mundo, claro, pero dan una versatilidad que muchas veces es útil.
Un ejemplo es el Jooheli Panel Solar, que dispone de cuatro pequeñas placas solares y un puerto USB-A. A él se puede conectar un cable con ese puerto y en el otro extremo el que se necesite, normalmente, un USB-C, pero podría también ser un microUSB o un Lightning para los modelos de iPhone antiguos. El precio es de sólo 17,99 euros, y permite la carga de hasta 10 W.
Otra opción es el ELECAENTA que también cuenta con cuatro paneles, pero más grandes, lo que da también más potencia. Este modelo puede dar hasta 30 W en total, teniendo tres puertos diferentes. Dispone de un puerto USB-C PD que da hasta 18 W, aunque no se puede usar con los otros dos puertos a la vez. Su precio es bastante superior, de 69,98 euros.
Otro modelo, mucho más grande, es el Flexolar, que está pensado para ser usando en acampadas o en lugares estáticos, por su tamaño. Dispone de dos paneles que pueden cargar el móvil a 20 W de potencia con el puerto USB-C que incorpora o a 15 W con el puerto USB-A. El precio es de 49,99 euros.
Baterías con placas solares
Otra opción para cargar el móvil sin enchufes es usar baterías portátiles, que hayamos cargador previamente. El problema es cuando esas mismas baterías se vacían, y hay que buscar un enchufe para recargarlas. Es ahí cuando entran en juego las baterías con paneles solares, que funcionan de manera similar a los cargadores. En este caso las placas llenan la batería, aunque la velocidad de carga del móvil no sea más rápida.
Estas baterías suelen ser mucho más grandes que las normales, obviamente, y están ancladas a los paneles que les dan energía. Si hace falta también se pueden cargar de manera convencional. Un ejemplo es este modelo Hiluckey de 25.000 mAh, con cuatro Paneles Solares. Dispone de dos puertos USB-A y un puerto USB-C. La velocidad de carga máxima es de 15 W, y la batería se carga a través de los paneles a 6 W. Cuesta 32,99 euros.
Otro modelo es la BLAVOR de 10.000 mAh. Dispone de un solo panel solar que se encuentra en una de las caras de la batería. Lo peculiar es que en la otra hay un cargador inalámbrico Qi, por lo que se puede cargar el móvil sin cables, siempre que sea compatible con esta tecnología. Si se quiere también se puede cagar por cable, con un conector USB-C que también sirve para cargar la propia batería. El precio de este modelo es de 27,99 euros.
Otras propuestas
En los últimos años se han visto también algunas propuestas que no han llegado a ser viables de forma masiva, como SOMO, un proyecto español que quería crear fundas para móviles con placas solares incorporadas, algo que permitiría, en teoría, no tener que cargar más el móvil. Este tipo de accesorios aún no se ha convertido en algo viable, por lo que no suponen una alternativa ni a los cargadores solares ni a las baterías con placas fotovoltaicas.
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Algo parecido pasa con la integración de placas dentro de los propios móviles. Es algo que ya vimos hace 5 años y que se lleva probando 15, pero que no resultó ser nada efectivo. El pequeño espacio disponible y la necesidad de no usar el móvil hacen que, a efectos prácticos, las placas solares en los móviles no sean una solución viable.