La fotografía lleva más de 100 años con nosotros. En ese tiempo hemos visto cambiar la manera de hacer fotos, primero lentamente y en las últimas décadas de manera acelerada. Pese a que aún hay fotógrafos que quieren seguir usando componentes químicos, la industria digital ha cogido el relevo y en la mayoría de países, como en España, los usuarios utilizan dispositivos digitales, mayormente smartphones, para hacer fotos.
Uno de los motivos es su menor coste ya que no hay que revelarlas obligatoriamente, o comprar álbumes para almacenarlas. Casi todo el mundo usa ya algún tipo de sistema de almacenamiento de imágenes, como Google Fotos o Amazon Photos. Pero eso no quiere decir que no haya un mercado para los que buscan una experiencia más avanzada.
Para ellos, obviamente, están las cámaras profesionales de marcas como Nikon, Sony o Canon, entre otras. Eso sí, se trata de dispositivos muy caros, y cada vez más, que hacen que muchos aficionados se lo piensen bien antes de entrar en un hobby que les va a quitar muchos recursos económicos. En medio de la fotografía profesional y la aficionada con smartphones hay propuestas diferentes, como SwitchLens.
Una cámara profesional
La idea detrás de este proyecto de hardware es sencilla. Se trata de dotar de las piezas físicas necesarias a un móvil para obtener imágenes similares a las que se pueden tomar con una cámara avanzada. Los smartphones cada vez tienen mejores sensores y mejor software, pero la limitación del espacio físico de sus cámaras, por ejemplo, supone un problema a la hora de obtener determinadas tomas.
SwitchLens es un accesorio que se asemeja mucho a una cámara profesional, incluyendo el sistema de lentes intercambiables con arquitectura 4:3. El sensor CMOS de 20,75 Mpx que incluye el sistema permite tomar fotografías de mayor nitidez y con una calidad mayor que la que obtenemos con los sensores de los móviles. Además, a la hora de comprar el dispositivo es posible pagar por tener un sensor algo mejor, un M43 CMOS, aunque supone un extra de 99 dólares, poco más de 90 euros.
Pero la parte clave es que este aparato dispone de lentes intercambiables, hasta siete, que hacen que las imágenes puedan transformarse en función de lo que se necesite. Se puede optar por un gran angular, por un zoom óptico, por una lente especial para retratos...
SwitchLens no tiene pantalla, y es que para evitar montar ese elemento se conecta al smartphone mediante un sistema de imanes, a modo de empuñadura del teléfono. Mediante una conexión WiFi es posible ver en la pantalla de móvil cómo va a quedar la foto, además de poder configurar apartados de captura profesionales.
La batería integrada de 14.500 mAh le permite no tener que estar conectada físicamente siempre al móvil, por lo que podemos ponerla en cualquier parte y usar el smartphone como disparador remoto, para hacernos fotos de una calidad mucho mayor que si usáramos la cámara delantera del dispositivo. La autonomía, según sus diseñadores, es de una hora de grabación si se elige vídeo en 4K a 30 fps. Porque sí, además de hacer fotos podemos grabar vídeo de alta calidad, hasta 4K60.
Además de carecer de pantalla, SwitchLens carece de memora interna, lo que controla el precio. Esto se resuelve mediante una ranura para tarjetas microSD de hasta 1.5 TB, aunque siempre es posible usar la memoria interna del móvil ni no tenemos una microSD. O al revés, se puede usar la tarjeta de SwitchLens para vaciar la memoria del teléfono si se está llenando.
Una de las ventajas de este accesorio es el sistema de enfoque, que permite que el detalle no se ve comprometido por un mal encuadre o una medición errónea de la distancia. En la pantalla del móvil aparecerá sombreado en colores llamativos la zona de la imagen que está enfocada, para no cometer el error de no enfocar la zona deseada o no hacerlo bien.
SwitchLens se ha diseñado para funcionar con los dos sistemas operativos principales de móviles, iOS y Android. En el caso del iPhone es compatible con MagSafe por lo que se puede acoplar mediante imágenes en la parte trasera del dispositivo. Para los móviles Android habrá fundas compatibles que integran imanes, aunque no han especificado qué tipo de smartphones lo tendrán. La aplicación también está disponible para ambos sistemas, como no podía ser de otra manera.
Precios y paquetes
SwitchLens lleva más de un año en desarrollo y recientemente han aterrizado en la plataforma de micromecenazgo Kickstarter. El producto, según su hoja de ruta, debería llegar a los compradores antes de que acabe el año. Como suele pasar en este tipo de propuestas, hay varias opciones de compra. La más sencilla incluye sólo la empuñadura, permitiendo comprar por separado una de las lentes, que cuestan entre 39 y 139 dólares (entre 35 y 130 euros), en función del modelo. El cuerpo en sí mismo tiene un precio de 199 dólares (185 euros). Lo único que incluye además del propio cuerpo es un cable USB-C y una funda para llevarla.
El segundo pack está compuesto por el cuerpo y tres lentes diferentes, de 25, 35 y 50 mm. El precio es de 346 dólares (unos 325 euros) y es el que más éxito está teniendo en Kickstarter. Además, en este caso el producto viene en un maletín con un buen diseño que permite tener todos los elementos guardados y seguros para llevarlos de viaje. El tercer pack cuesta 649 dólares (algo más de 600 euros) e incluye casi todos los productos. Además del cuerpo vienen seis de las siete lentes disponibles, las tres del pack anterior y la de ojo de pez, gran angular y visión nocturna.
El proyecto ha sufrido ligeros retrasos en cuanto a la publicación de los primeros análisis, pero ha sido todo un éxito. El objetivo inicial de sus creadores, de 10.000 dólares, se ha visto sobrepasado con creces, superando los 220.000 dólares actualmente.