Si hay algo de lo que no se salva ningún smartphone es de tener que pasar por el cargador casi día. Desde hace un tiempo en España, igual que sucede en otras partes del mundo, hay marcas que ya no incluyen un cargador de pared con sus móviles, ya que es un objeto que muchas personas tienen en casa y que hace que las cajas ocupen un mayor espacio, con el consiguiente gasto en logística.
Por ello, muchas marcas deciden vender este dispositivo aparte para que únicamente aquellos usuarios que quieran comprarlo lo hagan. Esto también permite que cada usuario pueda decidir si quiere apostar por el cargador de la marca o comprar otro alternativo.
Sin embargo, es algo con lo que hay que tener bastante cuidado, ya que comprar el cargador equivocado puede hacer que el dispositivo se estropee. Por ello hay que tener en cuenta algunos factores antes de comprar un cargador, ya sea para el móvil o para una tablet.
Cosas a tener en cuenta
A la hora de comprar un cargador, lo primero de todo es que nos aseguremos que se trata de un cargador certificado para poder venderse en la Unión Europea. Esto es algo que viene indicado gracias a una etiqueta, que seguramente hayas visto en muchas ocasiones, en la que pone CE. Esto indicará que se trata de un producto que cumple con las normas y estándares impuestas en la región.
Y es que, hay ocasiones en las que los que no cuentan con esta certificación pueden poner en riesgo su dispositivo. Otro punto importante es el de la carga rápida, y en este sentido hay que tener en cuenta que cada marca suele tener un protocolo distinto.
Esto hace que, por ejemplo, si se quiere aprovechar al máximo la carga rápida de un móvil, haya que comprar un cargador hecho por la compañía para que sea compatible con su protocolo. En caso de que sea de otra marca, el cargador también podrá ofrecer carga rápida, en función de la potencia que tenga, pero no llegará a resultados tan buenos como utilizando el cargador tradicional.
Por lo general, siempre es más recomendable optar por los accesorios originales para asegurar que vayan a ser totalmente compatibles con el móvil. Si optamos por un cargador con varios puertos USB, será importante saber cómo funcionan estos, ya que hay algunos modelos que cargan más rápido cuando solo hay un dispositivo conectado, por lo que es esencial leerse sus especificaciones.
Otra cosa que hay que tener en cuenta es el puerto de conexión del cargador. Tradicionalmente, estos han tenido un USB de tipo A —el más grande—, pero ahora la tenencia está en que estos cargadores incluyan un puerto USB Tipo C. En este último caso será necesario contar con cables que tengan esta misma conexión en sus dos extremos. Aquí, cada usuario debe valorar cuántos cables de cada tipo tiene en casa y A cuál de los dos cargadores le puede sacar más partido. Sin embargo, apostar por el modelo con USB Tipo C puede ser mejor de cara al futuro, ya que será la conexión estándar que lleven los cargadores.