Los videojuegos para móvil han evolucionado considerablemente a lo largo de los últimos años. A nivel gráfico, la mejora es evidente, y en España es posible descargar una enorme variedad de títulos para jugar desde el móvil. De hecho, la propia Google Play cuenta con una sección únicamente dedicada a este tipo de contenido.

Esta no es la única opción que hay disponible si queremos jugar desde cualquier sitio. También es posible optar por una consola portátil, incluso hay modelos con Android, como la Razer Edge o la Odin2 Mini que permiten descargar y jugar los mismos juegos que en el móvil.

Sin embargo, no todas las consolas cuentan con el sistema operativo de Google, y esta, la Thumby Color, es un buen ejemplo de ello. Se trata de una alternativa, de lo más curiosa, puesto que ocupa menos que el móvil y permite que la llevemos a cualquier parte sin problema.

Así es la consola en miniatura

Mientras que hay alternativas que pueden llegar a contar con una pantalla similar a la del móvil, este modelo es todo lo contrario. Cuenta con una pantalla LCD de 0,28 pulgadas a una resolución de 128 x 128 píxeles, lo cual hace que sea considerablemente pequeña. Cuenta con los botones habituales que encontramos en este tipo de consolas, con dos botones de acción en la parte derecha y otros dos en forma de gatillos, así como con una cruceta direccional situada en la parte izquierda

En materia de diseño, esta consola copia la Nintendo Game Boy, aunque lo hace en un tamaño mucho más pequeño, puesto que entra perfectamente en la palma de una mano, lo cual hace que sea muy fácilmente transportable, ya sea en una mochila, en el bolsillo o incluso en un llavero junto a nuestras llaves.

Jugando en la Thumby Color TinyCircuits

En potencia, no se trata de un dispositivo que destaque. De hecho, funciona utilizando un procesador Raspberry RP2350 de 150 MHz al que acompañan 16 MB de almacenamiento, que es donde se almacenan los juegos que incluye. Esto implica que no va a ser posible jugar a juegos pesados con los que estar horas entretenido, sino que es más un dispositivo pensado para poder echar una partida rápida en cualquier parte y sin tener que cargar con una consola más grande.

Ahora mismo, el dispositivo es un proyecto de Kickstarter que saldrá a la venta por un precio de alrededor de 45 euros al cambio. El dispositivo estará disponible en varios colores entre los que se incluyen dos versiones transparentes, que recuerdan bastante a la consola original de Nintendo, en este caso la Game Boy Advance.