La vivienda en España es uno de los temas más importantes para millones de españoles. Sea por el acceso a la misma, por el aumento del coste de las hipotecas o por el miedo a los ladrones, este tema siempre está en boca de todo el mundo.
En los últimos años, gracias a las redes sociales, se han popularizado estrategias de renovación que van mucho más allá de cambiar la estética, logrando por ejemplo un gran ahorro energético e incluso cambiar la forma en la que se distribuyen las estancias de las casas. Otro aspecto cada vez más en boga es el del hogar inteligente.
La domótica no se puede considerar estrictamente una nueva tecnología, lleva décadas presente en nuestro país, pero sí que se ha popularizado gracias a soluciones muy cómodas y simples como Alexa o el asistente de Google. Una de las funciones más útiles es la de controlar elementos del hogar, como las persianas.
Pero además de poder subir o bajar las mismas desde cualquier parte usando el móvil también es posible domotizar otro elemento al que no siempre se le presta la atención que requiere: las cortinas. Estas piezas de tela muchas veces se ven como elementos decorativos, pero pueden ser mucho más que eso si se eligen las adecuadas. Una cortina puede servir de muro térmico o acústico si está fabricada con un tejido concreto, lo que ayudará a que la temperatura del interior sea más agradable, así como a que no haya tanto ruido del exterior dentro.
Pero la domótica no afecta al tipo de cortina, o a su funcionalidad. Lo que hace es darnos el control de elementos que antes no estaban integrados en nuestro móvil. O en nuestro asistente de voz. Con las persianas el sistema es simple siempre que las tuviéramos motorizadas. Sólo hay que cambiar el interruptor por uno que integre conexión WiFi.
En el caso de las cortinas el sistema es distinto porque no suele haber cortinas motorizadas en las viviendas. Sí que las hay en otros edificios, normalmente, equipamientos públicos o privados como recintos de congresos, teatros, etc. Pero en el caso de las casas el movimiento es manual. Pese a eso, hay aparatos que se pueden instalar y que funcionan con batería, moviendo las cortinas para que se abran o se cierren.
Sistema aislado
Pero el riel motorizado no es la única manera de hacer que unas cortinas sean inteligentes. Hay motores que funcionan con batería y se instalan en la barra de cualquier cortina, incluso las que tienen ollaos. Esta pieza va desplazándose por la barra llevando consigo la propia cortina.
El precio de estos productos es de unos 100 euros, y se necesita uno en cada barra, dos si tenemos dos patas en cada cortina. La instalación es muy sencilla, pero hay que tener en cuenta que hay que recargar la batería cuando se agota, para lo cual tienen un puerto de carga USB-C como cualquier smartphone. La batería, de 4.000 mAh, permite el uso continuado durante 6 horas, lo que viene ser más o menos 6 meses de autonomía para un uso normal.
Al igual que el sistema anterior, se puede controlar desde la aplicación Tuya, desde un asistente de voz, sea desde el móvil o desde un altavoz inteligente o desde el mando a distancia que se incluye en la caja de venta. Funciona a una velocidad de hasta 10 cm/s y admite un modo silencioso con niveles de ruido por debajo de 25 dB, por si la instalamos en una habitación donde suela haber alguien durmiendo.
Lo más llamativo de este dispositivo es que tiene un sensor de luz y otro de temperatura, que permite que el sistema se active sólo cuando se alcancen ciertos parámetros, haciendo que su funcionamiento sea automático, sin necesidad de tener que darle órdenes.
Rail motorizado, subiendo el nivel
El primero de los sistemas implica un cambio en el soporte que se tenga en casa para las cortinas, normalmente, una barra sobre la que se deslizan las anillas de las propias cortinas o de los visillos. Se instala como cualquier otro anclaje, con tornillos, tanto en una pared como en el techo.
El precio de este producto varía en función de la longitud del riel que necesitemos, desde 165 euros para el modelo de 2 metros hasta 205 euros para el de 6 metros. Es compatible con cualquier cortina salvo con las cortinas con ollaos, es decir, las que tienen las anillas incrustadas en la propia tela y que son atravesadas por la barra. Para ellas hay otros sistemas.
El motor del rail dispone de conexión WiFi y se puede controlar mediante Alexa, Google Home, o la aplicación del móvil, Tuya, que es la que se usa en multitud de sistemas, funcionando exactamente igual que Smart Life. Además, incluye un mando a distancia por si queremos usarlo desde la misma estancia en la que están las cortinas. Como accesorio se vende un segundo mando de 16 canales capaz de controlar varias cortinas a la vez.
La velocidad de movimiento es de 12 cm/s y genera menos de 30 dB en movimiento. Además, es posible instalar un botón de control como el de las persianas motorizadas. Por supuesto, se pueden mover manualmente simplemente tirando un poco de la cortina, lo que hará que el motor las mueva sin hacer más fuerza.
Ambos sistemas permiten la programación de rutinas para que las cortinas se abran y se cierren cuando queramos, así como el poder controlarlas desde varios dispositivos simultáneamente, por si la persona que las configuró no está en casa y queremos usarlas. También se pueden integrar en acciones más complejas, por ejemplo haciendo que se cierren a la vez que se pone el televisor.