Tres motivos para usar un termostato inteligente en tu caldera o sistema de calefacción
- Los termostatos conectados permiten mejorar la calidad de vida en las casas en las que se instalan, y también ahorrar dinero si se configuran bien.
- Más información: Un termostato para potenciar el calor de los radiadores que se controla con el móvil: el chollo de Lidl que arrasa en España
La domótica se ha ido expandiendo dentro de nuestros hogares y actualmente es normal encontrar en la mayoría de hogares españoles un asistente de voz inteligente, una bombilla que se controla desde el móvil o un conjunto de sensores y cámaras que ayudan a proteger nuestro domicilio. Sin embargo, en lo relacionado con la climatización, aún es poco común encontrar casas que usen termostatos inteligentes.
Los últimos modelos de las principales marcas del mercado sí que incluyen estas funciones en sus productos, aunque sea como compra opcional, permitiendo controlar el sistema desde una conexión WiFi. Esto aporta comodidad y hasta ahorro de dinero.
Pero en el caso de que tengamos un sistema ya instalado, con más tiempo, siempre es posible cambiar nuestro antiguo termostato por otro conectado. Este cambio solo se realiza una vez, y en función del modelo que tengamos nos permitirá no sólo activarlo mediante el móvil, sino incluso controlarlo por la voz.
Comodidad
Esta mayor comodidad que aportan estos sistemas viene dada por su propia idiosincrasia. Son termostatos conectados, por lo que es posible controlarlos en remoto. Normalmente esto se hace desde el smartphone, con una aplicación propia, pero hay otras maneras de hacerlo.
Por ejemplo, si es compatible con las skills de Alexa o las del asistente de Google, podremos controlar el encendido y apagado, o la temperatura, desde los asistentes de voz. Poder hablar en casa y que el sistema nos obedezca es mucho más cómodo que tener que levantarnos a modificar la configuración, porque las instalaciones centralizadas, al contrario que los splits individuales, no tienen un mando a distancia con pilas.
Además, en muchos casos es incluso posible instalar esas aplicaciones en los ordenadores, que son compatibles con las apps Android o de iOS (según si es un PC o un Mac), permitiendo controlar esos dispositivos desde el propio computador, sin tener que coger el móvil. Eso sí, esto depende ya del fabricante porque pueden limitar la instalación en algunos dispositivos. Por ejemplo, marcas como Haier lo permiten, pero otras no.
Programación
Otra de las mejoras que ns aporta tener un termostato conectado es el poder encenderlo y apagarlo en remoto, antes de llegar a casa, para que cuando estemos allí la casa esté ya climatizada y no notemos la diferencia de temperatura si vamos en coche, por ejemplo. Además, es posible crear programaciones en función de la hora.
Esto habilita la opción de encender el sistema a primera hora de la mañana, apagarlo cuando nos vamos al trabajo y volver a encenderlo cuando llegamos, todo sin tener que hacerlo manualmente, sólo con una configuración de la programación. Otra opción es hacer eso pero con las temperaturas, no con el encendido o apagado, bajándola de noche y subiéndola de día.
Rutinas
Y si se quiere llevar esa experiencia a un nuevo nivel se pueden jugar con las rutinas, que son comandos que vinculan diferentes aparatos. Es posible configurar en el ecosistema de Apple o de Google sensores que midan la temperatura y que, si hace frío, active el encendido de la calefacción.
También se pueden usar sensores de presencia, para que solo se encienda la calefacción si hace frío y se detecta a alguien en la casa, para que no gaste energía solo porque la temperatura ha bajado, aunque todos los habitantes estén fuera. La configuración de rutinas depende del tipo de dispositivos que tengamos instalados, pudiendo vincularla con el encendido de las luces, con detección de sonidos, etc.