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Analizamos a fondo el último móvil de LG, un smartphone de alta calidad y potencia que destaca especialmente en la cámara. ¿Cómo es el LG V30? Descúbrelo a continuación.
LG ha renovado a fondo su gama de smartphones para este año presentando una línea de diseño que terminó siendo tendencia: el ratio de pantalla 18:9 o, como le llaman los surcoreanos, el panel FullVision. El LG G6 fue el primero, luego vino el más accesible LG Q6. Ahora, casi tres meses después de su presentación, llega a España el LG V30, la apuesta definitiva para el 2017. ¿Es lo que uno podría esperar de un gama alta dirigido a competir en ese segmento de precio? Ya te avanzo que sí.
Tenía muchísimas ganas de analizar el LG V30. Creo que a LG no se la valora lo suficiente pese a disponer de hardware y software con sobrada calidad. El LG G6 ya era un excelente smartphone, con sus lógicos inconvenientes; así que el LG V30 debía enmendar los errores afianzando la apuesta del fabricante por los móviles «ultra top». Le tenía ganas, lo desempaqueté con ansiedad, descubrí el primer varapalo al encenderlo y he terminado encantadísimo con él.
LG V30
- Pantalla de 6"
- Snapdragon 835
- Cámara de 16 + 13 Mpx
- Batería de 3300 mAh
- 4 GB de RAM
- 64 GB de Almacenamiento
- Peso: 158 g
- Dimensiones: 151.7 x 75.4 x 7.4
- Resolución de 1440 x 2880 px
- Más especificaciones Menos especificaciones
- Excelente cámara
- Buena batería
- Construcción y relación pantalla/tamaño
- La pantalla P-OLED no está a la altura
- No tiene Android 8 Oreo
A lo largo del análisis al LG V30 trataré de plasmar las sensaciones encontradas con este smartphone. Expectación, cierta desilusión, sorpresa y, definitivamente, atracción. Para mi gusto es el mejor móvil nunca hecho por LG. Y uno de los mejores del año, tanto a nivel objetivo como personal.
Características del LG V30
Lo primero es lo primero: ¿cómo son los números de este smartphone? ¿Está a la altura de lo esperado en hardware? Veámoslo: aquí tienes la hoja técnica del LG V30 con lo más destacado de este móvil.
- Procesador: Qualcomm Snapdragon 835.
- GPU: Adreno 540.
- Pantalla: 6″ P-OLED con resolución 1440 x 2880 (537 ppp), Gorilla Glass 5, Dolby Vision y HDR10.
- Memoria RAM: 4 GB.
- Almacenamiento: 64.
- Cámara trasera: 16 Mpx f/1.6 y OIS y 13 Mpx f/1.9 gran angular.
- Dimensiones: 151.7 x 75.4 x 7.4 mm.
- Peso: 158 gr.
- Versión de Android: 7.1.2 Nougat (se actualizará a Android 8 Oreo).
- Batería: 3.300 mAh con carga rápida y carga inalámbrica.
- Otros: Tecnología QUAD-DAC de audio, USB-C, sensor de huellas, IP68, soporte Daydream…
Diseño y materiales tan exquisitos como refinados
El LG V30 sigue la estela del LG G6, pero con un tamaño más grande mientras aprovecha para refinar y adelgazar las líneas de diseño. Es bastante delgado y de bordes suaves; con las esquinas tan redondeadas como los cantos del cristal contra el contorno de aluminio. El resultado es un móvil grande que tampoco se hace inmenso en la mano. Muy manejable, con un tacto de enorme calidad, compacto y de apariencia resistente. Como pega, se acumula algo de suciedad entre el cristal y el marco.
El diseño y la construcción del LG V30 son exquisitos: sostenerlo es una delicia
El LG V30 posee doble cara de cristal, con las ventajas e inconvenientes que esto acarrea. Por más que el adjetivo esté algo denostado, la sensación que arroja en todo momento es la de ser un móvil «premium». LG juega con eso en los acabados, también para la cara trasera de cristal: el color azul oscuro del modelo que analizo se ve precioso cuando le da la luz; por más que en la mayor parte de situaciones este LG V30 aparente ser completamente negro.
Entre las ventajas de tener doble cara de cristal está la de la carga inalámbrica: el LG V30 viene de serie con ella (todo un acierto que se echaba de menos en algunos modelos del LG G6). Otro de los aciertos es la resistencia al agua y al polvo con la especificación IP68. Y el principal inconveniente ya te lo sabes: la fragilidad. Ambos cristales son Corning Gorilla Glass 5; al de delante ya le he hecho un arañazo leve pese a que he utilizado el móvil con el máximo de cuidado.
En cuanto a diseño exterior, el LG V30 incluye el botón de encendido en la parte posterior, con el lector de huellas. Los botones de volumen sí quedan en el costado, concretamente en el izquierdo; y a una buena altura para pulsarlos de forma cómoda. El lector de huellas trasero cae a la altura exacta del índice, permitiendo encender y apagar el dispositivio. También posee encendido con doble toque sobre la pantalla.
Apagar el móvil con el botón trasero requiere cierto aprendizaje, lo mejor es optar por el doble toque
Para fortuna de los que seguimos usando auriculares con cable, el LG V30 incluye jack de 3,5 mm en la parte superior; con un sonido que, pese a que lo analizaré después, es una auténtica maravilla. Conector USB de tipo C abajo con la salida del altavoz en la misma zona. Y la bandeja de la SIM queda en el costado derecho, donde, a mi juicio, debería ir el botón de encendido.
Otro de los logros de LG es que ha logrado incluir una doble cámara de altísima calidad sin que apenas sobresalga del cuerpo. De esta manera los objetivos quedan prácticamente a nivel con la superficie trasera: sobresale menos de un milímetro. También vemos en esta zona el flash LED y el enfoque láser. Lector de huellas y botón de encendido un poco más abajo con un logo que dice mucho de la calidad de sonido del LG V30: el audio está certificado por Bang & Olufsen. No decepciona.
El LG V30 es precioso a la vista, cómodo en la mano a pesar del tamaño de la pantalla, arroja toda la calidad al tacto de los mejores materiales y, no se puede obviar, resbala más de lo esperado al colocarlo sobre una superficie plana. También en la mano, aunque el cristal se agarra con más firmeza a la extremidad que el aluminio, por ejemplo.
Toda la potencia que le faltaba al LG G6 la tiene el LG V30
El Qualcomm Snapdragon 835 hizo mella en el primer trimestre de este 2017. Se retrasó por su proceso de fabricación en 10 nm, por lo que algunas marcas tuvieron que decidir a la hora de lanzar su móvil «top» para este año: ¿montamos el procesador de gama alta del 2016 o nos esperamos? LG decidió avanzarse con el G6 para sacar ventaja a la competencia, un paso que no terminó de salir bien.
El LG V30 no escatima en potencia bruta: tiene lo mejor en procesadores aptos para Android
Analicé el LG G6 y lo tuve personalmente varios meses: no puedo decir nada malo de ese móvil a excepción de una batería algo justa y que la cámara estaba por debajo de lo esperado. El Snapdragon 821 se portaba como un campéon, pero estaba claro que LG se quedó con las ganas de lanzar un smartphone con el 835. El LG V30 es la redención.
A estas alturas del año no voy a desvelar nada del Qualcomm Snapdragon 835 que no hayas leído o probado ya: es un SoC excelente en todos los ámbitos, incluido el del gasto energético. Potente, capaz de masticar los juegos como si fuesen papilla, perfecto para el día a día y también para cuando necesitas potencia bruta. Ninguna queja en términos de prestaciones.
El multiproicesador del LG V30 se ve acompañado de 4 GB de RAM que, teniendo en cuenta la categoría del móvil, considero que son algo justos: aquí LG tendría que haber apostado por los 6 GB. Siempre sin que los incluidos se queden cortos, que en ningún momento he notado el más mínimo lag o retraso en el cambio entre aplicaciones. En almacenamiento tampoco hay problema: 64 GB UFS 2.1 con espacio para tarjeta SD de hasta 256 GB.
Lo peor del LG V30 es la pantalla
En la introducción a esta review comentaba que el primer varapalo me lo llevé al encenderlo. Fue tal que así: recuerdo poner el móvil sobre la mesa mientras arrancaba, mirarlo de frente al seleccionar el idioma y, justo al desviar ligeramente la cabeza, comprobar cómo el blanco de las letras pasaba automáticamente a azul. ¿Te suena lo que comentábamos del Google Pixel 2 XL? Más o menos lo mismo.
El panel P-OLED fabricado por LG ofrece un alto nivel de detalle; con una representación de color acertada solo si pones los ojos perpendiculares a la pantalla. En el momento en que desvías un poco la cabeza se aprecia el cambio de tonalidad hacia los azules mientras se enfría dramáticamente la imagen. Sí, es algo que ocurre en todos los paneles OLED, pero en este fabricado por LG es exagerado y demasiado notorio.
La pantalla es demasiado fría con cambios notorios de tonalidad al desviar la vista unos pocos grados
Mal que me pese, la inconsistencia de la pantalla es lo peor de este grandísimo móvil. En este punto adivino tu pregunta: ¿realmente resulta molesto en el uso? ¿La pantalla OLED penaliza el disfrute del móvil? Lo cierto es que sí, aunque terminas acostumbrándote. Además, LG pone todo un abanico de opciones para modificar la temperatura de la pantalla, el equilibrio de color y la saturación. Aún así, la percepción de la imagen sufre demasiados altibajos para un móvil que cuesta casi 900 euros.
Dejando de lado el «desastre» de las diferentes tonalidades con solo variar unos grados el ángulo de visión, la pantalla sube de nivel en el resto de aspectos. Ofrece buen detalle y buena definción de los contornos; aunque quizá le pediría algo más de contraste, extraño siendo una pantalla OLED.
La respuesta al toque está en línea de lo esperado. También el brillo máximo: se ve bien a plena luz del día, aunque le falta cierta luminosidad cuando incide directamente la luz del sol (echo de menos el «chute» de nits que ofrecen las AMOLED en la gama alta de Samsung, por ejemplo). Incluye gesto por doble toque para encender y apagar, también HDR para el contenido en este formato.
Buena autonomía: más de una jornada de uso, incluso hasta dos
No es que la batería sea inmensa en el LG V30, su grosor ya anticipa su contención: 3300 mAh, en línea de lo que monta la mayor parte de smartphones de gama alta. Teniendo en cuenta el tamaño del móvil creo que LG debería haberse estirado unos cuantos mAh más, sin que esto implique que el V30 tenga problemas de batería: su extensión es más que la necesaria, me ha sorprendido bastante en este aspecto.
La gestión de la energía es adecuada; además, tiene economizadores y permite bajar la resolución de pantalla
Los últimos LG que he analizado iban cortos en autonomía. Este LG V30 mejora de forma notable sin llegar a la altura de una «central nuclear». Bromas aparte, me ha aguantado una jornada de trabajo desde el amanecer hasta la noche abusando del tethering con la oficina portátil, probando aplicaciones, tuiteando por encima de mis posibilidades, haciendo muchas fotos (muchísimas, es un gustazo) y, cuando el trabajo me lo permitía, también aproveché para jugar. No me dejó en la estacada.
Los usos de cada uno son particulares; y los míos los tengo suficientemente controlados. Ejecuto los análisis siempre en mis condiciones de trabajo, lo que me facilita contrastar los terminales de review entre sí. Mi veredicto para el LG V30 es un notable alto: aguanta incluso aunque lo exprimas; con un uso muy bajo de recursos cuando está en «stand bye». Y sin que le haya llegado las mejoras en Doze de Android 8 Oreo, algo que debería redundar en su buena autonomía.
Un móvil que se escucha tan bien que no solo es una delicia, también impresiona
Ver por detrás del LG V30 el logo de Bang & Olufsen ya implica su especialización en el audio. Y así es: este smartphone cuenta con un Quad-DAC en alta fidelidad de 32 bits que permite reproducir canciones con baja compresión y sin pérdida de calidad. También mejora la reproducción de cualquier otra música: si tienes unos auriculares compatibles con sonido Hi-Fi de 32 bits, y los activas en el LG V30, te costará volver a otro móvil.
Gran riqueza de matices, sonido con profundidad, graves y agudos perfectamente equilibrados…
No solo la reproducción de audio es un punto destacado en el LG V30, también su grabación, tanto con la aplicación de Grabadora como la de la cámara. Incluye la deseada radio FM de serie y un detalle que vale la pena recalcar: unos auriculares B&O Play que están valorados en 149 euros. Unirlos al Quad-DAC del LG V30 consigue una experiencia auditiva espectacular para un smartphone. Además, el volumen asciende y desciende con notable suavidad: se puede ajustar con una precisión que no he visto en ningún otro móvil.
Siguiendo con las conexiones, al protagonista de la review no le falta de nada. Compatible con redes móviles de alta velocidad (hasta un Gigabit de descarga), WiFi de doble banda, dispone de NFC y el sistema de posicionamiento por GPS es rápido y preciso. Me he guiado con la captura de la ubicación del LG V30 sin encontrarme con ningún tipo de problema en el viaje.
En el ámbito del lector de huellas tampoco presenta ningún tipo de inconveniente. Más allá de las preferencias en relación a su colocación, el lector ofrece el desbloqueo inmediato con solo poner el dedo. La grabación de cada huella también es rápida: en menos de un minuto puede añadirse una nueva con total seguridad.
Capa personalizada de LG: no muy pesada, pero aún sin Android 8 Oreo
Salir al mercado sin la última versión de Android es, junto con la pantalla, el peor aspecto de un móvil que, en general, es brillante. No hay excusas para no sacarlo actualizado por más que LG se encuentre en el proceso: quienes compren el LG V30 el 15 de diciembre lo recibirán con Android 7 Nougat. No debería de pasar mucho tiempo en dicha versión, eso sí.
Si probaste un smartphone de LG ya sabrás que LG UX posee una personalización ligera que, pese a no abusar, mantiene su propio estilo con un aire alejado de Android stock. No es que ofrezca ni excesivo bloatware ni opciones añadidas superfluas: lo que ves es lo que seguramente utilizarás. Con alguna excepción, como la barra flotante (esto va a gustos, ojo).
LG UX en la versión 6.0x sin cajón de aplicaciones y con el aspecto habitual de los móviles de la marca. Podremos instalar temas desde la tienda de LG además de cambiar la interfaz de inicio a LG UX 4.0 en el caso de preferir el cajón de apps (mi caso, por ejemplo). La interfaz está adaptada a la pantalla FullVision y posee las esquinas redondeadas. Mucho.
Los modelos LG V apostaban por una segunda pantalla frontal, algo de lo que prescinde el LG V30. En lugar de esa segunda pantalla dispondremos de un menú flotante que se esconde en el lateral asomando el borde de una burbuja. podremos anclar accesos directos, contactos y otras funciones, la utilidad depende de cada uno. Para mi gusto habría apostado por una segunda pantalla superior siempre encendida: teniendo un panel OLED no entiendo por qué LG no ha incluido la opción.
Más allá de la función exclusiva del LG V30, con una ventana flotante que no se aleja demasiado de otras apps con accesos directos escamoteables, el LG V30 apuesta por incluir su propia tienda de apps y aplicaciones de galería, música, calendario, de salud, posee grabadora de audio que aprovecha la captura de sonido en alta definición, incluye reproductor de música… Y radio FM para los apasionados de este hardware tan concreto.
No se puede decir que el LG V30 posea rasgos distintivos de software: el móvil termina siendo algo aburrido, como si le faltase cierta esencia. La ligereza de la capa apuesta por ello, algo que puede gustar o no al futuro dueño.
La joya de la corona: esta cámara es una maravilla
Llegamos al apartado estrella de esta review: la cámara. Ningún «LG V» ha obviado nunca esta parte, sobre todo en lo respectivo a la grabación de vídeo con aspiración profesional. Tampoco el LG V30 lo hace. Con nota: está muy por encima de su principal contrincante dentro del catálogo, el LG G6.
Este smartphone que tenemos en la mesa de review continúa apostando por la fórmula de la doble cámara trasera, aunque manteniendo la personalidad de LG. Esto es, dispone de una cámara con un objetivo «normal» y otra cámara que apuesta por un objetivo «gran angular». Usar una u otra dependerá del contexto. ¿Que queremos un primer plano? La cámara de 16 Mpx. ¿Que necesitamos un encuadre donde salga más gente y casi toda la manzana? No hay duda: a por la cámara amplia.
Los iconos para cambiar entre una y otra son claros: un pino y tres pinos, dependiendo de si enfocamos cerca o lejos. El efecto «ojo de pez» en los bordes de la captura se ha reducido para el objetivo gran angular del LG V30: apenas se nota deformación. Por contra, y con un poco de práctica, se pueden conseguir encuadres donde no escapará nada de la toma. Ni siquiera un coche que está en el otro extremo de la calle.
La cámara gran angular de 120º es perfecta para captar la escena al completo
Los sensores de ambas cámaras son diferentes. Entrando en términos de detalle, disponemos de 16 Mpx para la cámara de «visión estándar» con la apertura más baja en un smartphone: f/1.6. Ese extra de luminosidad se nota mucho en la captura, especialmente a baja y media luz: las fotos obtenidas mantienen la fidelidad de color, no ofrecen ruido, poseen los contornos detallados y son capaces de obtener más luz de la que uno imagina antes de pulsar en el botón de disparo. LG ha hecho un enorme trabajo.
Al lado, si nos fijamos en la cámara «gran angular», apreciamos un sensor de 13 Mpx con apertura f/1.9 y radio de 120 grados. En colaboración con ambos sensores dispondremos de un falso zoom óptico que saltará del gran angular al estándar según acerquemos el plano. Ambas cámaras obtienen grandes resultados en fotografía, pero también en vídeo. Con una desventaja: solo la cámara de visión estándar incluye estabilizador óptico.
A continuación puedes ver la diferencia a la hora de utilizar una u otra cámara. Desliza sobre la imagen para moverte entre ambas fotografías.
El LG V30 incluye una interfaz de cámara que, a mi juicio, se sitúa en el top de aplicaciones nativas de este estilo. Multitud de modos lúdicos donde dispondremos de panoramas, opción a combinar fotos, cámara lenta, cámara rápida… además de filtros y una joya de modo profesional que es la envidia de otros smartphones. En este modo podremos ajustar todos los parámetros de la imagen, con grabación en RAW incluido. Y un enfoque resaltado en pantalla que es una delicia.
¿Quieres ver los resultados de las cámaras del LG V30? A continuación tienes una galería de imágenes sin retocar: pulsa sobre el enlace para acudir a Google Photos.
La cámara delantera apuesta por un sensor de 5 Mpx que ofrece dos modos de uso: visión estándar y gran angular, ambos con el mismo objetivo (82 º y 92º de radio, respectivamente). En condiciones de suficiente iluminación no entraña problema, pero tiende a «amarillear» la imagen obtenida. El nivel de grano es alto y acusa de cierta pérdida de detalle.
¿Y qué tal la grabación de vídeo con la doble cámara trasera? Espectacular, en una palabra. No solo graba con alta calidad y manteniendo un movimiento fluido, también ofrece un modo manual con el que ajustar todos los parámetros de imagen; con una captura de audio en alta calidad que enriquece todos los vídeos. Además, dispone de un modo de vídeo para cine en el que aplica un etalonaje digital para obtener resultados cinematográficos; con la posibilidad de aplicar zoom suave sobre los objetos en primer plano.
Valoración personal: el LG V30 es un móvil del que cuesta desprenderse
Me va a costar desprenderme de este móvil, sí, y eso que me espera un smartphone personal que se encuentra por encima en términos de gama. Me ha gustado su tamaño, lo bien resuelto que se encuentra el diseño, el tacto, la sensación de tener un móvil capaz de todo… Y su cámara, me ha enamorado la cámara del LG V30. La situaría sin dudarlo en el top 5 de este 2017: por mi experiencia, supera a la cámara del iPhone X (lo estuve comparando mano a mano).
El problema de la pantalla se fue diluyendo conforme me amoldé al LG V30. Recuerdo la primera impresión y cómo comprobé que las tonalidades varían de manera flagrante, pero, además de acostumbrarme, conseguí ajustar la temperatura de la pantalla y la saturación para encontrar un punto medio muy cómodo. Más allá de aquí no encontré problemas que harían no recomendarlo; aparte del precio, que 899 euros de partida no son precisamente pocos.
El LG V30 saldrá en España el 15 de diciembre, a punto para Navidad si quieres hacerte un gran regalo. Se me ocurren pocos regalos mejores.