En el mundo de las televisiones, Google ha sabido encontrar un hueco con Android TV de la mano de fabricantes del calibre de Sony. Han pasado tres años desde que este sistema operativo fuera presentado. ¿Cómo han cambiado las cosas?
Hoy analizamos una nueva televisión de Sony, el modelo XE9305, una televisión que nos ha dejado varias impresiones. Casi todas buenas, pero también algún pequeño detalle que nos ha dejado una experiencia un poco agridulce.
Sony XE9305: Un vistazo a sus especificaciones
Vamos a empezar haciendo un matiz. A pesar de que tenga el mismo sistema operativo que los dispositivos móviles. Aquí, tener un buen panel es incluso más importante que en un móvil.
Del mismo modo que no todos los paneles tienen la misma calidad, en las televisiones de alta gama es importante tener un buen procesador de imagen. Para esta ocasión, Sony ha incorporado su potente chip X1, del cual hablaremos más tarde.
• Panel LED Triluminos de 55 / 65 / 75 pulgadas con resolución Ultra HD.
• HDR compatible con Playsation.
• Triple altavoz con ClearAudio.
• Procesador de imagen Sony 4K X1.
• Dimensiones: 139,4 x 87,6 x19,6 cm.
• Peso: 32,6 kg.
• Conexión Ethernet y WiFi.
• Bluetooth 4.1.
• Chromecast integrado.
• Entrada de vídeo por componentes, satélite y salida de audio.
• 4 salidas HDMI.
• Android TV 7.0 Nougat,.
• Parche de seguridad de agosto de 2017 (en el momento del análisis).
Un diseño precioso y minimalista
Sea cual sea el tamaño escogido, el diseño es exactamente el mismo, siguiendo una línea de diseño uniforme que tanto caracteriza a Sony. Lo primero que resalta la atención es el frontal, donde tenemos la pantalla. Es todo cristal, y sus diminutos marcos se funden con el panel, dando una sensación muy buena cuando está apagado.
Lo único distinguible en el frontal es el logotipo de Sony, el cual se encuentra en la zona inferior del panel, junto a un LED que nos indica si la pantalla está encendida. Sobre este LED, cabe señalar que es blanco, y que desde los ajustes podremos personalizar su iluminación. En mi caso, el tiempo que he pasado con este televisor he decidido tenerlo completamente apagado.
Pasando a la peana, lo que vemos es un panel de metal cepillado en la zona central, el cual hará de base para sostener el gran peso de esta pantalla, y es que esta televisión no es precisamente ligera, aunque por fortuna eso no será un problema con el que tendremos que lidiar a diario.
Uno de los mejores paneles LED en la era OLED
En 2017, las televisiones LED se encuentran en decadencia. La producción de paneles OLED se ha abaratado lo suficiente como para que aparezcan cada vez más alternativas en este rango de precios.
¿Es una mala elección apostar por un panel LED? Pues igual no tanto como pueda parecer, ya que a veces, compensa más escoger una tecnología ya madura.
Se trata de un panel LED con la ya característica tecnología Triluminos de Sony, además de un procesador de imagen conocido como Sony X1. El resultado del conjunto nos deja una gama de colores muy amplia, aunque no encontraremos la saturación que nos ofrecen los paneles OLED.
Algo que me ha sorprendido gratamente es la calidad de los negros, ya que para no ser un panel OLED son muy buenos. No llegan a la perfección; claro está; pero podremos ver una película con la seguridad de que las zonas oscuras no tiren al grisáceo que nos dejan los paneles de baja calidad.
Si queremos mejorar nuestra experiencia, podemos ir a los ajustes de visualización y personalizar el brillo, color y tonalidad a nuestro gusto, así como desactivar el sensor de luz ambiental, el cual se encarga de graduar el brillo según las condiciones lumínicas de nuestra habitación. Funciona genial.
Buen sonido, incluso si no recurres a altavoces
Al tratarse de una pantalla de alta gama, quizás lo más normal sería optar por un sistema de sonido dedicado que acompañe a la televisión. En esta Sony no tendremos problema con las salidas de audio, al incluir salida de sonido tradicional y óptica. No solo eso, también podremos conectar nuestros auriculares Bluetooth a la televisión para esas sesiones nocturnas en el que el resto del hogar está durmiendo.
Más allá de las salidas de audio disponibles, lo cierto es que los altavoces que incluye esta televisión tienen una calidad más que suficiente para que la experiencia sea buena, teniendo en cuenta de que estamos hablando de un audio integrado en la televisión.
Incluso con el volumen al máximo, el sonido es lo suficientemente claro para tener una experiencia, incluso como centro de música gracias a aplicaciones como Spotify. Sus 30 Watios de potencia aseguran que podremos escuchar la música que pongamos en cualquier parte de la casa sin ningún tipo de problemas.
Desde los ajustes podremos desactivar la tecnología de sonido propia de Sony, Clear Audio, así como configurar distintos aspectos en su ecualizador. También tenemos un modo en el que seleccionar si queremos un modo de sonido estándar, u orientado a los diálogos, cine, música o deportes. Para alguien que busque un nivel de sonido decente sin meterse a fondo en las configuraciones, es excelente.
Mi experiencia con Android TV en 2017, luces y sombras
El motivo por el que hemos decidido probar esta televisión en El Androide Libre es bastante claro, y es que al final es un dispositivo cuyo sistema operativo es Android, en su variante adaptada a las televisiones.
La experiencia a nivel de interfaz es similar al resto de productos que incluyen Android TV. Una interfaz muy orientada al uso de aplicaciones, pero que si lo que quieres es ir de una aplicación a otra, quizás pueda antojarse este sistema como un poco “sobrecargado”.
A ello no ayuda el procesador del sistema (que no el procesador de imagen) el cual se nos antoja un poco lento, especialmente si lo comparamos con sistemas dedicados como la Nvidia Shield. No es que su velocidad llegue a considerarse como molesta, pero si que agradeceríamos un poquito más de fluidez.
No obstante, dicha velocidad es más que suficiente para aplicaciones orientadas al multimedia, que al final es lo que más importa en una televisión. Aplicaciones como Kodi, VLC, Netflix o Spotify funcionarán sin ningún tipo de problemas, un rendimiento suficiente para tener una buena experiencia.
Sin embargo, si queremos jugar no vamos a tener una experiencia buena. De hecho, el propio sistema no dará buen rendimiento, haciendo que la experiencia en juegos de gran demanda; como por ejemplo Asphalt; funcione a un nivel muy bajo.
Entre otras funciones, resaltar que como cualquier otro Android TV tenemos acceso a Google Cast, por lo que al igual que con el Chromecast; mi dispositivo favorito en la televisión; podremos enviar contenido desde el móvil a la televisión.
La experiencia con Google Cast ha sido buena con prácticamente todas las aplicaciones, con una única excepción. Si enviamos un stream de Twitch.TV desde el móvil, la televisión no lo emitirá, invitándonos a usar la aplicación. Dicho eso, la aplicación de Twitch.TV funciona fatal. Eso si, si abrimos la web de Twitch en Chrome para el móvil, desde Chrome si podremos enviar el stream de Android TV sin ningún tipo de dificultad.
Otra característica que me ha gustado de Android TV es que podremos conectar un disco duro para grabar el contenido que estemos viendo en pantalla, aunque también es cierto que el resto de sistemas de la competencia también lo incluyen.
Pasando al mando de televisión, resaltar que hay algo que no me ha gustado, y es que a pesar de que tenemos un botón de acceso a Google Play, no nos llevará a la tienda de aplicaciones, sino a Google Play Movies, donde podremos comprar películas. Destacar también un botón con micrófono, que nos permitirá usar Google Assistant. Por desgracia, aún no es lo suficientemente avanzado como la versión inglesa, por lo que no podremos pedirle que reproduzca una serie determinada en Netflix, por ejemplo. Seguramente en un futuro sea posible hacerlo en español, pero a día de hoy no se puede.
Otro aspecto a destacar está en la aplicación de Android TV para el móvil. Una vez sincronizado con la televisión, podremos controlar y manejarnos por los menús del televisión desde el móvil. La conexión será por Bluetooth, así que no importa si nuestro móvil no tiene puerto infrarrojos, que funcionará sin problemas. Una aplicación básica, en la que echamos en falta accesos directos para cambiar de HDMI o tener controles de volumen.
Conclusiones: Quédate con ella por la pantalla
La Sony XE9305 es una televisión que no es asequible, ya que su precio oficial parte de los 1799 euros, aunque podemos encontrarla en Amazon por poco más de 1500 euros en la versión de 55 pulgadas.
En nuestra valoración personal, creemos que tanto el diseño, como el sonido y la pantalla están a la altura de lo esperado, y creemos que será una televisión que cumplirá con el nivel de exigencia que cabría esperar en este ámbito.
No obstante, hay un punto en el que flaquea, y que es costumbre en muchas Smart TVs. El hardware dedicado a Android no da la talla, tiene poco espacio disponible (8GB de almacenamiento, aunque ampliables por disco duro) y tampoco ofrece un buen rendimiento en juegos.
Esta televisión de Sony representa lo mejor que podemos encontrar en paneles LED.
Sin lugar a dudas es algo que nos preocupa mucho, ya que aunque las aplicaciones imprescindibles para el multimedia funcionen, no sabemos si seguirán dando la talla dentro de unos años.
Recordemos que el ciclo de renovación de una televisión típico suele ser de unos 7 a 10 años. No será problema si adquirimos un sistema dedicado como la Nvidia Shield, pero eso no justifica que este televisor podría incluir un mejor rendimiento para que no dependamos de accesorios externos, tal y como sucede con el resto de sus partes.