Este año Motorola no presentó novedades en el MWC de Barcelona y prefirió llevárselas a un evento propio en Brasil en el que desveló su artillería para la gama media de Android. No lo tiene fácil con marcas como Xiaomi, Honor o Huawei golpeando donde los Moto G triunfaban con holgura hace años, de ahí que la apuesta con el Motorola Moto G6 sea tan fuerte.
Dos modelos de Moto G6 y una versión Play, esta es la renovación de este año dentro de la gama media con aspiraciones. Yo he estado probando el modelo sin añadidos, el Moto G6 puro y duro. Dos semanas de rodaje, fiel compañero que me acompañó allá donde iba y un móvil que se ha comportado, en líneas generales, mejor de lo que me esperaba. Pero no adelantaré acontecimientos, que la review está justo por empezar.
Buena construcción, un diseño sin alardes aunque bien ejecutado, hardware equilibrado con un destello especial en el terreno de la fotografía… El Motorola Moto G6 hace frente a su competencia directa manteniendo el tipo de manera más que decente. No es una mala recomendación, no.
Características del Motorola Moto G6
Antes de entrar en el análisis toca revisar cuáles son los componentes del smartphone que se somete a la prueba. Quizá no sean los más potentes del segmento de precio al que pertenece, pero juntos consiguen una buena combinación. En ningún momento he notado que tuviese un smartphone de bajo nivel, más bien al contrario: el Motorola Moto G6 mantiene el tipo.
- Pantalla: IPS LCD de 5,7″, Full HD+ (2160 x 1080 píxeles).
- Procesador: Qualcomm Snapdragon 450. 8 núcleos a 1,8 GHz.
- GPU: Adreno 506.
- Memoria RAM: 3/4 GB.
- Almacenamiento: 32/64 GB.
- Micro SD: sí, hasta 128 GB.
- Cámara trasera: doble, 12 + 5 Mpx. Apertura f/1.8 y f/2.2, amplitud de 78º y 79º.
- Cámara delantera: 8 Mpx, apertura f/2.2, amplitud de 80º.
- Conectividad: Wi-Fi 802.11 b/g/n, Bluetooth 4.2, USB de tipo C, Jack 3,5mm.
- Sistema: Android 8.0 Oreo.
- Batería: 3000 mAh con carga rápida (cargador de 15 W incluido).
- Otros: Lector de huellas delantero, doble SIM…
Diseño del Motorola Moto G6: calidad a pesar del plástico
El Moto G6 sigue la tendencia en materiales para elegir la doble cara de cristal como su componente preferido. Esto hace que la sensación sea de calidad en el tacto, aunque retiene demasiadas huellas por el camino. Este inconveniente, tan habitual en los acabados brillantes, es especialmente notorio en la parte trasera del móvil; con el inconveniente extra de la mayor fragilidad, también típico de la doble cara acristalada.
Si bien el cristal ocupa la mayor parte del smartphone, es el plástico el que sostiene ambas caras. Esto tampoco supone una penalización pese a que el acabado no parezca tan premium: en ningún momento se aprecia falta de calidad en los acabados. El plástico, además, permite rematar el canto sin ninguna interrupción para colocar las antenas, lo que consigue un color uniforme. Y sin el tacto frío del aluminio; que puede o no ser negativo, aquí ya va a gustos.
El diseño del Moto G6 y sus materiales podrían ser los de un gama alta a pesar del contorno plástico
El Motorola Moto G6 es algo grande sin que pueda calificarlo como «inmenso». El ratio 18:9 ayuda en la tarea, también un aprovechamiento generoso del frontal. Los marcos laterales se aprecian: unos cuatro milímetros por cada lado contando la curva del contorno. En la parte inferior Motorola se reserva algo más de sitio para colocar el lector de huellas. Este también apaga el móvil al mantener el botón pulsado, pero no ejerce como botón de Home; que queda relegado al dock virtual.
La cara delantera del Moto G6 mantiene el altavoz frontal y de llamadas en la zona superior junto con la cámara y sensores; abajo queda el lector de huellas y el logo de Motorola. Justo al lado del lector se aprecia el orificio para el micro principal; con otro orificio justo en las antípodas, sobre la cara trasera. En el canto inferior aparece el conector USB de Tipo C y el conector de auriculares; arriba tenemos la bandeja triple (2 tarjetas SIM y la SC Card) y un tercer micro. El Motorola Moto G6 no tiene LED de notificaciones.
El Moto G6 carece de LED de notificaciones. En su lugar apuesta por el Ambient Display
Echando un vistazo por detrás el Moto G6 aparece limpio a excepción de dos elementos: el círculo para las cámaras, que sobresale un par de milímetros del cuerpo, y el logo de Motorola, con la M que el móvil aprovecha como zona de NFC. Las cámaras sobresalen demasiado con el inconveniente de que esa zona acumula polvo y suciedad. También dota al móvil de una expresión extraña: mantiene personalidad, pero no le queda demasiado bien. Este punto es fruto de mi opinión, que habrá a quien le guste.
Uno de los atractivos es que la cara trasera de cristal presenta los bordes muy curvados, con lo que se adapta muy bien a la mano favoreciendo el agarre para que sostener el Moto G6 no resulte incómodo. Es un móvil fácil de usar, incluso para quien no tiene las manos muy grandes. Sin que eso signifique que sea pequeño.
No es lo más potente, pero sí lo suficiente para ofrecer una buena experiencia
El Moto G lleva siendo fiel a la línea Snapdragon 400 de Qualcomm desde que salió el primer modelo. Siempre en la versión básica, que las últimas generaciones apostaron por una mejora en los modelos «Plus», algo que también ocurre en el Moto G6 superior. ¿Y qué tal se porta el Snapdragon 450 en dicho móvil? Lo cierto es que su funcionamiento es más que correcto, casi da la sensación de venir potenciado con un Snapdragon 630.
El Moto G6 se comporta sorprendentemente bien en la mayor parte de situaciones menos con juegos de alta carga gráfica
No me he encontrado con inconvenientes más allá de alguna ralentización moviéndome entre aplicaciones algo pesadas o cuando el Motorola Moto G6 está actualizando las apps en segundo plano. Android 8.0 va suficientemente fluido como para recomendar el móvil a cualquiera, incluso a una persona que haga un uso intensivo de su teléfono. En juegos tampoco se comporta mal, al menos mientras no se le demande altas prestaciones. Por ejemplo, en PUBG se notan los tirones a máxima resolución.
Ya sabes lo que toca: pasarle una tanda de Benhchmarks al Motorola Moto G6. Aquí tienes los resultados en los cuatro tests más habituales: AnTuTu, GeekBench 4, 3DMark y AndroBench.
En el resto de especificaciones tampoco encontramos excesivos alardes, más bien en la línea de la gama media a la que pertenece el móvil. Versiones de 3 o 4 GB de memoria RAM con 32 o 64 GB de almacenamiento. Este se puede expandir por tarjeta SD. Y tiene un detalle que gustará a quienes utilizan dos números de teléfono a la vez: la bandeja para la doble SIM es de triple zócalo, por lo que se puede utilizar la tarjeta micro SD con dos números de teléfono de manera simultánea.
La versión de Moto G6 que analizo es la de 3/32 GB. En RAM no he notado inconvenientes, pero con 32 GB hay cierto riesgo de andar escaso si eres de los que, como yo, suele descargar series para verlas sin conexión. Siempre se puede echar mano de la SD, pero hay aplicaciones y juegos que no permiten la derivación del espacio ocupado a la tarjeta. Consejo: mejor ir a por un móvil de, como mínimo, 64 GB.
Pantalla decente con unos ángulos de visión algo pobres
Entremos de lleno en la pantalla. ¿Qué tal se ve el panel del Motorola Moto G6? De frente no se aprecia una mala calidad, pero tampoco es para darle un sobresaliente. Tiene cierta tendencia a «amarillear»; aunque se puede ajustar el modo de color configurando la temperatura entres niveles. También permite darle énfasis a la saturación por software. Ambos ajustes se encuentran dentro de las opciones de pantalla.
Uno de los defectos que sí he sufrido es que el móvil pierde mucha visibilidad al mirar la pantalla desde un ángulo que no sean los 90 º. Si giras la pantalla de frente no hay problema. En cuanto tuerces un poco la vista a izquierda o a derecha la pantalla se nubla de manera notoria. No significa que deje de apreciarse la imagen, pero sí hay que hacer algo de esfuerzo para distinguirla. También para ver la pantalla en exteriores: el brillo máximo es algo bajo.
Más allá de los defectos del panel, la resolución es aceptable para las dimensiones, también la respuesta al toque. Ofrece Ambient Display (Pantalla Ambiente) y este no termina de funcionar demasiado fino: hay veces que parece «Always On Display» ya que está constantemente encendiéndose. Y no se puede desactivar, algo inconcebible; por más que el ajuste sí aparezca al buscarlo.
Buena autonomía, suficiente para el día y medio de uso
No es que a priori disponga de una batería muy amplia ya que los 3000 mAh se antojan algo justos para un móvil con una pantalla de 5,7 pulgadas, pero el Moto G6 termina ofreciendo una autonomía decente que no defrauda en exceso. No da varios días de rodaje, tampoco deja en la estacada tras unas horas fuera del enchufe.
He estado un par de semanas con él. Lo he utilizado durante las jornadas de trabajo en casa usándolo de manera muy ligera: en estos casos puede mantenerse durante un par de días, o más, sin ningún problema. En cuanto se enciende la pantalla para utilizarlo activamente la media suele situarse en torno al día de uso. Abusando de él la autonomía desciende: entre las 9 y 11 horas de actividad muy intensa con entre 5 y 6 horas de pantalla.
Personalmente no me ha decepcionado en batería, este aspecto se mantiene en línea del equilibrio general que arroja en todo momento el Motorola Moto G6. No es un móvil excelente, pero ni mucho menos es malo. Además, incluye carga rápida por si acaso se agotase su batería antes de tiempo. No es excesivamente rápida, en torno a las 2 horas con su cargador, pero se agradece. También se agradece la inclusión del USB de tipo C.
Equipado con radio FM, NFC y con un sonido a un buen nivel
Pese a ser un gama media no le falta nada en términos de conectividad. Además de ser compatible con un amplio número de bandas LTE 4G, el Moto G6 incluye NFC para los pagos móviles, no se olvida de la radio FM, viene equipado con WiFi de doble banda, Bluetooth 4.2… Y posiciona suficientemente rápido con su GPS, sin que pierda la señal a la hora de utilizar el smartphone como navegador.
El altavoz externo tiene suficiente potencia y se agradece que se sitúe en el frontal ya que colabora a mejorar la inmersión al utilizar el teléfono como reproductor multimedia. Suena muy bien a pesar de que distorsiona ligeramente a máximo volumen. Además, el Moto G6 incluye un ecualizador Dolby con el que mejorar el sonido, tanto a través del altavoz integrado como utilizando los auriculares (con cable o Bluetooth, no hay que privarse con este móvil). En términos de calidad de audio el Moto G6 va bien servido: suficiente fidelidad con auriculares sin llegar a una riqueza auditiva destacada.
En términos de seguridad es el lector de huellas delantero quien toma protagonismo. Sin que eso signifique que se quede atrás el desbloqueo facial, que también viene incluido. Aunque lo mejor es registrar las huellas y utilizarlas en combinación con un pin de desbloqueo: el registro del rostro no tiene toda la seguridad que debería (ocurre en la mayoría de móviles Android).
El Motorola Moto G6 también ofrece desbloqueo facial, pero lo mejor es utilizar el lector de huellas
El lector de huellas es cómodo y rápido a pesar de que es muy fino. El móvil se desbloquea al instante al plantar una huella registrada, tampoco el proceso de registro entraña complicación. Lástima que el sensor no se comporte como el botón de Home ya que no incluye gestos. Bueno, sí que posee uno: manteniéndolo pulsado se apaga el móvil. Cuando te acostumbras resulta práctico.
Software limpio y sin apenas bloatware
Motorola lleva tiempo apostando por una experiencia Android sin añadidos, en este Moto G6 no hace excepción: el software es casi Android puro, con interfaz muy parecida a la del Pixel Launcher incluida (Moto App Launcher se llama). No es Android One, pero se le parece; lo que es una buena noticia para los amantes de Android stock, pese a que no lo sea realmente.
Cajón de aplicaciones al que se accede deslizando en los escritorios de abajo hacia arriba, Estilo stock para el área de notificaciones y ajustes de sistema, Google Feed a la izquierda de los escritorios… Esta sencillez contribuye a la rapidez de la interfaz y aligera la carga en memoria. Con una pega: no es que la interfaz resulte demasiado personalizable. Eso sí: la capa de Motorola incluye un modo oscuro.
El Moto G6 dispone de varias aplicaciones propias, como un configurador del teléfono para modificar fácilmente varios aspectos concretos o vaciar el espacio innecesario. Posee app de radio FM, punto a favor; también las apps preinstaladas de Outlook y LinkedIn, punto negativo (encima son de sistema, por lo que solo se pueden deshabilitar). Tiene una aplicación de Dolby con la que ecualizar el sonido y, por supuesto, su propia aplicación de cámara. Más allá de aquí la experiencia es puro Android; con las pertinentes Google Apps que también podrían considerarse bloatware, incluyendo Google Fotos en lugar de aplicación de galería.
Fotografía: el punto donde más destaca el Motorola Moto G6
En este punto suelo hacer ciertas distinciones: no es lo mismo analizar un smartphone Premium que subir a la mesa de review un móvil como el Moto G6, que aspira a una gama mucho más asequible. De ahí que no se le deba exigir lo mismo en fotografía a un LG G7, por poner a un ejemplo, que al móvil protagonista de este análisis que estás leyendo. Pues bien: lo cierto es que el Motorola Moto G6 sobresale con soltura en el ámbito de la fotografía.
La doble cámara trasera ya deja entrever que este smartphone apunta alto en captura multimedia, pero nunca hay que dejarse llevar por los números: ni en cuestión de megapíxeles ni en temas de multiplicidad de cámaras. Dos sensores no tienen por qué hacer mejor trabajo que uno solo. Dicho esto, lo cierto es que el Moto G6 consigue muy buenas tomas en la mayor parte de condiciones y sabe sacarle el jugo a su doble cámara trasera.
Motorola ha renovado recientemente su aplicación de cámara y la incluye en el Moto G6. Tendremos todas las opciones accesibles con scroll horizontal; con los modos a la izquierda, el automático en la parte central (a la que se accede por defecto) y el modo de vídeo a la derecha. Moverse entre las opciones es rápido y sencillo, también acceder a la cámara en cualquier momento, incluso con la pantalla apagada: un doble gesto girando la muñeca y la cámara estará activa en menos de dos segundos. El mejor gesto de los smartphones Moto.
En modo automático el Moto G6 obtiene muy buenas instantáneas en casi todos los lugares. A plena luz del día y en exteriores no tiene ningún problema: un buen rango dinámico con un modo HDR automático que sale bien parado incluso de los contraluces. El nivel de detalle es aceptable, también las acuarelas en el segundo plano: con bastante luz salda la situación con nota. También a media luz y en interiores. En fotos nocturnas tiende a perder detalle con los contornos bastante difuminados, pero suele salvar las tomas pese a las malas condiciones.
Además del modo automático, el Motorola Moto G6 incluye un gran modo manual en el que ajustar los valores de la foto al gusto. Tanto con botones integrados en pantalla como en forma de diales concéntricos, como en la interfaz de captura de los Nokia. De esta manera resulta muy cómodo ajustar los parámetros; obteniendo imágenes en las que podemos exprimir un poco más a los sensores incluidos. Lástima que el guardado en RAW no venga incluido, es lo que le falta a la aplicación de cámara.
Un último apunte es la inclusión del reconocimiento de imágenes en la aplicación de cámara. Su funcionamiento es bastante similar a ThinQ: si se enfoca un objeto reconocible aparece un icono en forma de cubo. Basta con pulsar sobre él para que la IA de Motorola nos diga qué es; ofreciendo resultados de Internet para acudir a comprarlo o buscar más información.
A continuación tienes una galería de fotos tomadas con el Motorola Moto G6. Pulsa sobre la imagen para acceder al pertinente álbum de Google Fotos.
La cámara delantera no se comporta nada mal por más que los resultados desciendan en comparación con la pareja trasera. Motorola habilita el modo manual también a la hora de hacer selfies; con tomas múltiples automatizadas en las que el móvil elige la mejor captura (suele acertar). Las acuarelas aparecen con media y baja luz por más que suelan salvarse de manera más que decente. Por desgracia, el modo retrato está ausente en la zona delantera, no tanto en la trasera; que perfila realmente bien para la gama de precio en la que confluye el Motorola Moto G6.
El Moto G6 incluye modo retrato para las cámaras traseras que obtiene un bokeh bastante real
En cuanto a la grabación de vídeo, el móvil se queda sin resolución 4K «conformándose» con un más que decente 1080p a 60 fps como calidad máxima a la que llegan sus sensores. En términos de nitidez y movimiento estos se mantienen a buen nivel. Lástima que el rango dinámico no sea tan bueno, algo que puede echar a perder las tomas con altos contrastes de luz. La grabación sí permite realizar el balance de exposición manualmente; así como reenfocar cualquier punto de la escena. Además, el objetivo permite seguir los objetos en movimiento de manera automática, muy útil para no perder el enfoque en eventos deportivos, por ejemplo.
Conclusión: más que apto para hacerle la competencia a la gama media china
Entrar en la línea de precio que se sitúa entre los 200 y 300 euros es adentrarse en una dura batalla donde las marcas chinas han ido ganando tanta posición que suelen ser las más recomendadas por la crítica y también por el público. Los Moto G fueron los pioneros en ofrecer buena calidad a un precio contenido. Y esta nueva generación no solo mantiene la esencia con la que se iniciaron en el mercado, también poseen todo lo necesario para que sigan siendo esa recomendación asegurada.
Quizá no tenga una gran potencia, pero el Snapdragon 450 es lo suficientemente apto como para no echar de menos un procesador superior: no he notado en ningún momento que la fluidez del teléfono cayese más allá de lo lógico. El móvil se mueve muy bien, la experiencia es positiva en todo momento, mientras no arranques juegos que requieran de alta potencia de procesamiento no tendrás ningún problema y visto al natural, y una vez se tiene en la mano, el Motorola Moto G6 se siente muy superior al precio que cuesta.
Si las sensaciones en diseño y prestaciones son muy positivas, con una autonomía que quizá caiga más del lado negativo que del positivo, es el apartado de las cámaras donde mejor nota se lleva. El Moto G6 hace muy buenas fotos, obtiene un excelente rendimiento en modo automático, los resultados en todas las condiciones son notables y hasta en media y baja luz suele sacar pecho a pesar de lasdificultades. Es la prueba de que no hay por qué menospreciar la fotografía cuando se busca un smartphone no demasiado caro.
El Motorola Moto G6 es muy recomendable, incluso para el público que busca un Android que le dé todas las garantías, no solo de fabricación. Por el precio, 249 euros en su versión más modesta (la que he analizado), hay pocos móviles que se mantengan a la altura. Incluso de coste superior.