Hace un año Huawei se propuso dar un salto adelante con su gama más importante, los Huawei P. Los P Series llevaban varias generaciones subiendo el nivel de forma más acelerada que sus rivales; y en 2018 ese salto hizo que se pusiera a la altura de los mejores, sin más.
Es por eso que el reto de este 2019 era incluso más difícil porque no solo tenían que igualar a la competencia, también superar a los Huawei P20 Pro y mate 20 Pro, dos de los móviles más alabados del curso pasado, sobre todo en el aspecto de diseño y de fotografía.
Y ese ha sido justo el enfoque de los nuevos P30 Series; mejorar de forma notable el diseño y las cámaras. Hemos podido probar de forma breve tanto el P30 como el P30 Pro, pero nos hemos centrado en este último, el modelo que más relevante es para la empresa.
Puliendo un diamante
Uno de los aspectos más llamativos del Huawei P20 Pro fueron sus colores. Entre ellos destacaba el Twilight, un degradado que no habíamos visto hasta ese momento en los smartphones y que causó sensación. Huawei pasó oficialmente a ser una de esas marcas que otras compañías chinas copian de forma indiscriminada. Había subido de categoría.
Es por eso que los colores han sido de nuevo uno de los elementos más relevantes de los P30 Series, con algunos que ya conocíamos como el negro o el Aurora y con otros nuevos entre los que destaca el Breathing Crystal y sobre todo el Amber Sunrise. El primero es un móvil de color inidentificable, una mezcla entre blanco, rosa, verde y azul; el segundo es un color inspirado en el amanecer, con toques ojos, naranjas y dorados que llama muchísimo la atención.
En todos los modelos el color es algo que se mantiene en la zona trasera, pero que se ve acentuado por un canto de metal que se imprime de un tono similar, no resultando eso en un error. En todos los modelos el frontal es negro aunque no es algo que importe mucho dado que los marcos son muy contenidos.
El año pasado Huawei mantuvo el sensor de huellas en el marco inferior, y este año la gama P salta al sensor de huellas en pantalla; permitiendo que el frontal sea mucho mayor y reduciendo todos los bordes, incluido el superior, al hacer que el notch sólo aloje la cámara frontal.
Es llamativo comprobar que no hay un auricular en la parte superior y es que el P30 Pro usa un sistema de resonancia en la pantalla. El modelo normal, el P30, sí que tiene los marcos más pronunciados (sin ser algo alarmante) y usa un auricular normal.
En la parte izquierda del móvil no tenemos ningún tipo de botón o abertura. En la derecha tenemos el botón de encendido, con un ligero toque rojo (no hereda el color del Mate 20) y los dos de volumen. En la parte superior tenemos el sensor de infrarrojos y uno de los micrófonos. Debajo está el puerto de carga USB C, el altavoz (independiente y no implementado en el puerto USB C) y la bandeja para dual SIM o SIM y tarjeta de memoria. Sí, tiene tarjeta, pero la NM propietaria de Huawei.
Tanto la parte superior como la inferior tienen un corte biselado que hace pensar que podríamos dejarlo encima de la mesa apoyado sin que se caiga, pero al menos nosotros no lo hemos conseguido. No hemos estado el tiempo suficiente par comprobar si el usar el móvil con una mano, apoyando el mismo en el dedo meñique, será más o menos cómodo que con un canto redondeado.
En la mano es un móvil que se nota. Su peso ronda los 180 gramos y es extrañamente ancho, sin llegar a molestar. Recuerda mucho más a un Mate que a un P y es que sus 6.47 pulgadas de pantallas no pasan desapercibidas. Si habéis tenido en la mano un Honor View 20 sabéis exactamente a lo que nos referimos.
Una de las cosas que nos ha llamado la atención es la diferencia que hay entre sostener en la mano un P30 y un P30 Pro. El primero es mucho más cortante, sin curvas delante y detrás y más pequeño (aunque sus 6.1 pulgadas de pantalla no podemos decir que sean escasas). El P30 Pro es más agradable al agarre, similar al Mate 20 Pro, lo que nos da mejor sensación. Pese a eso a los que no les gusten las pantallas curvas tendrán aquí una alternativa.
El rey reclama su trono en fotografía
Cada cierto tiempo vemos cómo los fabricantes de móviles se lanzan a una carrera de cifras. A veces son los GB de memoria, la diagonal de la pantalla o los Mpx de las cámaras.
En los últimos meses hemos visto como el número de cámaras era el protagonista y, aunque podríamos decir que los P20 Series empezaron la guerra con los tres sensores, hay que reconocer que Huawei no lo hizo para llevarse el mérito de ser el primero.
El Huawei P30 Pro es el primer móvil de la marca con 4 cámaras traseras, pero no es eso lo relevante. Lo importante es que tiene mucho sentido.
El primero de los sensores es un nuevo sensor de 40 Mpx SuperSpectrum Lens de 27 mm, con apertura f/1.6 y estabilización óptica. Y nada de eso es lo más relevante del sensor.
Huawei ha realizado un cambio importantísimo en fotografía al cambiar el filtro RGB (Red, Gren, Blue) de color a otro que según nos han contado, es mucho mejor. Se trata de un filtro RYB (Red, Yellow, Blue). En él se cambian los pixeles verdes por amarillos dado que estos tienen una mayor capacidad de captar luz.
El motivo por el que se ha hecho esto es para mejorar la calidad de las imágenes con poca luz, de forma dramática incluso comparándolo con los P20 Pro. Esto no es algo baladí según nos han contado y ha implicado cambiar el DSP, ISP y otros elementos de la cámara.
Uno de los efectos de este cambio es el poder realizar fotos con un ISO superior a 400 000. En la vida real esto significa que podemos hacer fotos en una habitación sin luz y sacar una imagen aceptable. Es lo más parecido a visión nocturna que hemos visto en un móvil convencional.
El segundo sensor es el gran angular, que cuenta con 20 Mpx y 16 mm. Tiene una apertura f/2.2 y es muy similar al del Mate 20 Pro.
El tercero de los sensores es el telefoto con f/3.4 y 125 mm, además de OIS. En esta ocasión Huawei ha creado un zoom en forma de periscopio que, a través de cinco lentes, es capaz de alcanzar un zoom óptico 5x: por eso lo que vemos es un elemento rectangular, no circular. Este sensor también está estabilizado con OIS y ofrece una calidad similar a la del zoom 3x del Mate 20 Pro, pero con más alcance.
Gracias a ello el zoom híbrido, que ya nos gustaba en los móviles anteriores, llega a 10x y el zoom digital a 50x. Podríamos pensar que ambas cifras son para marketing y que no es algo que vayamos a usar en la vida real, pero las pruebas que hemos realizado nos hacen pensar que no. Sobre todo, destacamos el zoom híbrido, que es capaz de mostrarnos letreros y detalles que literalmente no podríamos leer en la vida real sin unos prismáticos.
En el apartado de la fotografía hay mucho más que decir, como la mejora del macro (a 2.5 cm) o la evolución del AIS. Esta estabilización controlada por inteligencia artificial ahora es capaz de mejorar el modo noche e incluso usarlo de día, lo que genera un efecto seda en el agua, típico de las fotos con largo tiempo de exposición.
Pero el punto en el que más se nota esto es en los retratos. Seguro que habéis visto más de una imagen en la que el pelo, normalmente de una persona que lo lleva largo, queda enfocado sólo en parte. La AIS de Huawei es capaz de mejorar el enfoque para que toda la cara y el pelo queden nítidos a la vez que se desenfoca el fondo.
Y aquí entra otro de los aspectos a resaltar, el último de los cuatro sensores del P30 Pro. Se trata de un sensor TOF (Time of Flight) capaz de medir con precisión las distancias a las que están los diferentes elementos de un plano. De esta manera podemos desenfocar los retratos de manera mucho más real; corrigiendo una de las principales quejas que se tenían de los móviles de Huawei, que el modo retrato no era natural. Entre eso, y la corrección de color en pieles efectuada por el nuevo sensor y la IA, podemos decir que uno de los puntos flojos de la cámara del Mate 20 Pro se ha mejorado mucho.
También el TOF entra en juego en la AI HDR+, un nuevo sistema de fotografías de alto rango dinámico que analiza la imagen para aplicar el contraste y enfoque justo en cada plano, logrando que las fotos no queden oscuras, claras o demasiado irreales. Esto lo hemos probado poco, pero promete bastante.
En el apartado de vídeo se hereda todo lo visto en el Mate 20 Pro con los filtros en tiempo real y la grabación en cámara ultra lenta a 960 fps. Aquí hemos de decir que esperábamos cierta evolución en la calidad de los vídeos con los filtros aplicados, pero aún parece seguir en beta. Es curioso y simpático, pero no llega a ser una herramienta fiable el 100% de las veces. Además, se añaden dos funciones que teníamos en fotografía.
- La primera es el Zoom hibrido 10x, que ahora podemos aplicar a video. Aquí ayudara mucho el OIS y el AIS en el sensor de telefoto.
- La segunda es el modo noche, que hasta ahora se limitaba a las imágenes fijas y que también podremos usar en grabación de video. No obstante no es tan espectacular como en fotos fijas pero mejora lo que obteníamos en modelos previos.
La cámara delantera sube de resolución hasta los 32 Mpx y mantiene el angular, algo mayor que el de otras cámaras; lo que permite realizar fotos de grupos con cierta comodidad. Eso sí, con un f/2.0 con poca luz el resultado se resentirá.
No se ha apostado ni en el P30 ni en el P30 Pro por un TOF delantero, lo que elimina el reconocimiento facial avanzado que tenía el Mate 20 Pro. Personalmente lo prefiero a cambio de un notch mucho menor.
En el P30 la cámara se comporta de manera similar, manteniéndose el sensor principal y el telefoto; aunque el gran angular baja a los 16 Mpx y no hay ToF.
Un móvil equilibrado
Además de las características principales de fotografía hemos podido probar de forma somera el resto de prestaciones; aunque, al ser una toma de contacto, había muchas pruebas que no podíamos realizar.
La potencia es la que podíamos esperar dado que usa el Kirin 980, el mismo prosador que los últimos móviles de la marca y de Honor.
El Huawei P30 Pro sólo tiene una configuración de RAM, de 8 GB, pero tres de memoria con modelos de 128, 256 y 512 GB de almacenamiento. Cualquiera de estos es suficiente, pero en caso de necesitar más todos tienen, como hemos dicho, tarjeta de memoria
La conectividad es la que querríamos. Tenemos Wifi de alta velocidad, Doble banda y conexión ac. No tenemos Wifi 6, por poner una pega, ya que no es un móvil barato. El bluetooth es el 5.0 y mantenemos tanto el chip NFC como la resistencia al agua. Eso sí, en el P30 Pro hablamos de una IP68 y en el P30 una IP53.
El sensor de huellas bajo la pantalla funciona de forma similar al del Mate 20 Pro, pero nos da la sensación de que es más rápido. No es algo exagerado, pero nos ha recordado al salto que vimos del Mate RS Porsche Design al Mate 20 Pro. Eso sí, sigue siendo un sensor óptico, lo que en teoría lo hace más lento que el del Galaxy S10.
Hay un aspecto que no nos ha llamado tanto la atención como creíamos aunque no es algo malo en sí mismo. Las pantallas de estos modelos son OLED en ambos casos y, aunque la del P30 es de 6.1 pulgadas y la del P30 Pro de 6.47, pulgadas las dos tienen resolución FHD+ (2340 x 1080 px) y ratio 19.5:9.
Hubiéramos pensado que, tras llevar el Mate 20 Pro un panel 2K, esto se habría mantenido al menos en el P30 más caro, pero no ha sido así. No obstante, no es esto algo necesariamente malo ya que el consumo energético con esa resolución sería mayor, y las pantallas usadas no nos han parecido malas en reflejos, reproducción de color, respuesta, brillo o contraste.
Como es lógico, no hemos hecho pruebas de batería, pero no parece que vaya a ser un problema. A unos amperajes elevados (3650 mAh en el P30 y 4100 mAh en el P30 Pro) hemos de sumar la carga rápida de Huawei, de 40 W; además de la carga rápida inalámbrica y carga reversible en el caso del P30 Pro. De nuevo este aspecto es diferenciador entre los dos modelos presentados, como en el caso de los Mate 20.
Huawei ha usado la misma versión de Android que en los Mate del año pasado, Android 9, pero ha mejorado EMUI pasando de la versión 9 a la 9.1, con algunos cambios menores que se ven en cosas como la aplicación de cámara. Eso sí, olvidaos de un rediseño visual completo por el momento.
En 2019 Huawei tiene, como decimos, un gran reto delante. Y en los P30 han empezado a afrontarlo. Han decidido apostar por el diseño y la cámara, los dos aspectos más llamativos de sus P Series. A falta de probarlos a fondo, parece que han vuelto a acertar.