Samsung es una de las empresas más grandes del mundo. En parte es así por su división de telefonía móvil, que actualmente es la primera en la lista de fabricantes a nivel mundial. Pese a eso, en los últimos años varios fabricantes le están disputando esa posición.
Huawei lo hace en la gama alta, en la que también compite Apple. Pero es en la gama media y baja donde la firma coreana ha perdido competitividad por culpa de una marca que cada vez está más de moda, Xiaomi.
No obstante, Samsung no iba a esperar a que un recién llegado le quitara el puesto en países como India o España y tras varios intentos no del todo satisfactorios ha llegado una respuesta directa, el nuevo Samsung Galaxy M20, un móvil que ofrece todo lo que busca la mayoría de la gente, y lo hace a 229 euros.
Características Samsung Galaxy M20
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Procesador – Exynos 7904.
- 2 x Cortex-A73 a 1.8 GHz.
- 6 x Cortex-A53 a 1.8 GHz.
- Memoria RAM: 4 GB.
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Almacenamiento.
- Interno: 64 GB.
- MicroSD: sí, hasta 512 GB.
- Gráfica: Mali G71.
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Pantalla.
- Tamaño: 6.3 pulgadas.
- Resolución: 2340 x 1080 píxeles.
- Tecnología TFT.
- Relación de aspecto: 19,5:9.
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Cámara trasera.
- Resolución: 13 Mpx la principal y 5 Mpx el gran angular.
- Apertura: f/1.9 + f/2.2
- Otros: LED Flash
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Cámara delantera.
- Resolución: 8 Mpx.
- Apertura: f/2.0.
- Conectividad: 4G/LTE, Dual SIM, Bluetooth 5, WiFi 802.11a/b/g/n/ac, NFC …
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Puertos:
- Jack 3.5 mm.
- Radio FM.
- Sensor de huellas en la zona trasera.
- Batería: 5000 mAh.
- Dimensiones: 156.6 x 74.5 x 8.8 mm
- Peso: 186 g.
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Sistema:
- Versión de Android: Android One 8.1 Oreo.
- Capa del fabricante: Samsung Experience 9.5.
Samsung sucumbe al notch
Aunque han sido muchos los fabricantes que han apostado por el notch tras la invención del mismo en smartphones por Essential y la popularización por parte de Apple, Samsung se ha resistido e incluso en la gama alta ha podido obviarlo. Pero no en la gama media.
El Samsung Galaxy M20 es el primero de sus terminales que usa notch, en concreto la pantalla Infinity V con un recorte en forma de gota de agua algo plana. Es ahí donde se aloja la cámara delantera y en la parte superior, en el marco, tenemos el auricular. Estos son aceptablemente contenidos pero el marco inferior es mayor, como es normal en todos los móviles de esta categoría.
En la parte derecha tenemos el botón de encendido y los dos de volumen. Lo más llamativo es que en el lateral izquierdo no tenemos otro para Bixby, sólo la ranura para dual SIM. Una de esas ranuras podremos usarla para ampliar la memoria interna.
La parte trasera es bastante sobria, con el sensor de huellas y la doble cámara. Aquí hemos de destacar que el acabado es más parecido al de móviles de hace unos años que a los actuales, aunque no es algo que nos preocupe en exceso. El diseño no es uno de los puntos fuertes de este modelo, que por otro lado tampoco es especialmente feo.
En la parte superior tenemos un auricular de cancelación de ruido y en la inferior tenemos el altavoz, el jack de audio 3.5 mm y el conector, que es USB Tipo C, todo un acierto por parte de Samsung.
El acabado imita al cristal aunque no da una sensación idéntica al de los Galaxy S10 y móviles más caros. Pero donde más llama la atención es en el peso. Los 186 gramos no pasan desapercibidos y, aunque es un peso bajo para la batería que tiene, es algo a mencionar.
Algo que echarán en falta algunos es el LED de notificaciones, máxime cuando no tenemos pantalla ambiente en los ajustes del panel.
Potencia correcta, conectividad por encima de la media
Samsung no ha querido cometer un error clásico. Para rivalizar en la gama media ya tienes que ofrecer, al menos, 4 GB de RAM y 64 GB de memoria interna. El Galaxy M20 tiene dos versiones, una de 3+32 GB y otra de 4+64 GB, siendo esta última la que se ha presentado en España y que cuesta 229 euros.
Nos parece un acierto el no recortar aquí y hace que podamos recomendarle este móvil a cualquier usuario sin que la memoria sea un problema.
En cuanto al procesador, el M20 usa un chip de Samsung, el Exynos 7904 con ocho núcleos. No tiene una velocidad de reloj equiparable al Snapdragon 660 pero la fluidez nos ha resultado más que decente tanto en aplicaciones como en juegos o la interfaz. Sinceramente, esperábamos algún lag o tirones, y no hemos tenido nada de eso.
Incluso jugando a Honkai Impact Third el rendimiento es bueno, algo sorprendente ya que, aunque el juego ajusta la configuración a la potencia del móvil donde se ejecuta, con otros móviles hemos tenido más inconvenientes aquí.
Uno de los aspectos más diferenciadores de este móvil con cualquier terminal de precio similar de Xiaomi e incluso con muchos de los de Huawei es que tiene NFC. Esto lo convierte en uno de los más interesantes de su categoría.
Además, aunque no dispone de sensor de infrarrojos, mantiene el jack de audio y la radio FM, dos aspectos que siguen siendo muy valorados por la mayoría de compradores de este rango de precios.
La parte negativa está en la conectividad ya que de forma incomprensible Samsung no ha dotado a este móvil de conexión de Wifi dual por lo que sólo nos podremos conectar usando la red de 2.4 GHz. Esto limita las velocidades a unos 40 Mbps de subida y descarga, muy lejos de las velocidades, hasta diez veces superiores, de la conexión a 5 GHz.
Tampoco nos ha entusiasmado el sensor de huellas, que si bien funciona, no es tan rápido ni precioso como el de los Huawei o de los Xiaomi. Y eso que es una tecnología consolidada, no es que la empresa haya apostado por nada nuevo.
Una pantalla que pierde la tecnología OLED
Una de las características que siempre han hecho de los móviles de Samsung terminales que destacaban visualmente eran las pantallas. La tecnología SuperAMOLED lleva la representación de color a un nivel que pocas tecnologías alcanzaban.
La parte negativa es que también era cara. Es por eso que en este modelo la empresa ha optado por usar un panel TFT, lo que explica en parte su precio.
Es una pantalla la del Galaxy M20 con 6.3 pulgadas de diagonal, con el notch en forma de gota de agua en la parte superior y con una resolución de 2340 x 1080 px, la misma que otros móviles como el Redmi Note 7.
Tenemos un ratio de 19.5:9, uno de los más alargados si no contamos el 21:9 de los nuevos terminales de Sony. La densidad de píxeles por pulgada es de 409, en la línea de lo mas equilibrado para mantener a raya el consumo de energía pero no pixelar los contenidos.
Y hablando de contenidos, cuando vemos un vídeo a pantalla completa el software recorta la zona del notch para mostrar un borde similar al inferior, de manera que no se mete la muesca de la pantalla en la reproducción del contenido.
La reproducción de color de esta pantalla es mejor de lo que esperábamos. No estamos ante un panel que nos muestre unos colores apagados, como el del Redmi Note 7, sino que nos da un color acertado pero sí que echamos en falta que en la parte de ajustes podamos modificar el contraste, la temperatura de color y demás aspectos.
El aspecto más problemático se da en exteriores, al tener unos reflejos muy elevados, más de lo que suele ser normal incluso en esta gama de precios. Esto hace que, en ocasiones, busquemos la sombra a la hora de hacer el móvil.
Y no, no podemos esconder el notch mediante una opción de software. En esto Samsung se parece mas a Xiaomi con el Mi 9, que tampoco lo permite, que a Huawei con los P20 por ejemplo.
Cámaras que se quedan algo cortas
Samsung ha apostado por usar dos cámaras en este modelo que se empiezan a convertir en normales, pero que aún no usan todos los móviles.
El sensor principal es de 13 Mpx, con una apertura f/1.9, que nos da de día unas fotos normales, las esperables de un móvil así. En la parte más positiva destacamos el rango dinámico obtenido en algunas escenas algo más complejas de lo normal, algo que se logra por software. Recordamos que siempre disparamos en automático, salvo escenas concretas como los retratos.
El sensor secundario, un gran angular de 5 Mpx, también responde bien y con detalle con luz, pero creemos que Samsung debería haber subido algo la resolución. 5 Mpx se quedan cortos apenas ampliemos un poco una imagen, no en el ordenador, sino ya en el móvil. Es cierto que este tipo de fotos no suelen ampliarse, pero aún así se queda algo corto.
Se agradece que Samsung haya implementado una opción en la galería para corregir la deformación causada por el gran angular, algo que se necesitaba ya en modelos anteriores.
De noche las fotos bajan de calidad, algo que se nota sobre todo en las imágenes con gran angular ya que la resolución es menor y al ampliar se nota más el efecto acuarela que tenemos por intentar mantener a raya el ruido en las imágenes. De hecho el tener sólo 5 Mpx con f/2.2 hace que no podamos ampliar e incluso sin hacerlo vemos que el detalle está bastante limitado por el sensor.
Esto se aprecia también en los puntos de luz, en ambos sensores, pero sobre todo en el de 5 Mpx, de nuevo.
El modo retrato usa el desenfoque dinámico de Samsung, y nos da un resultado bastante bueno, con un recorte decente incluso en baja luz, donde esto es mucho más complicado.
La cámara delantera, de 8 Mpx, nos ofrece de día un resultado bastante bueno. Nos ha gustado el detalle que nos da, pero también que el rango dinámico es correcto y el uso del HDR hace que el tono final de la imagen sea muy decente.
La parte negativa es el desenfoque, que al ser por software y no estar bien calibrado hace que el recorte en algunas zonas, como el pelo, sea muy aleatorio, dando resultados muy mejorables. De hecho, esto puede ser corregido en actualizaciones de software, y esperamos que así sea.
Se echa en falta el modo Instagram que presentaron en el Samsung Galaxy S10 y que no tenemos en este modelo. Este modelo permite subir con más calidad imágenes y vídeos a la popular red social. Si que se agradece el poder mover el orden de los modos de disparo de la aplicación de cámara, e incluso ocultar los que no usemos.
Una gran batería que cumple holgadamente
La autonomía es una de las cosas que más preocupa a los usuarios. Este Galaxy M20 cumple por tres motivos. El primero es que tiene una batería de gran amperaje, nada menos que 5000 mAh, la más alta que hemos visto en un terminal que no sea un móvil ultra resistente.
Además dispone de puerto USB C y también de carga rápida de 15 W. No es la más rápida del mercado pero desde luego está, como poco, a la altura de sus rivales.
En la primera prueba de batería hemos estado haciendo fotos en exteriores, hablando por teléfono, jugando bastante en casa y utilizando aplicaciones sociales. Hemos llegado a tener 8 horas de pantalla con dos días completos de autonomía.
En la segunda prueba hemos hecho un uso diferente, casi exclusivamente en exteriores sin apenas conectarnos a Wifi. Hemos estado de viaje y hemos jugado, aunque poco, pero también escuchado podcast, viendo series y películas y hablando mediante VoIP. Hemos llegado a las 8 horas y media de pantalla con 38 horas totales de autonomía, aunque dos de ellas han sido con el móvil en modo avión.
La tercera prueba hemos estado usándolo exclusivamente en movilidad, sin Wifi, y en roaming. Hemos hecho fotos, hemos jugado algo y hemos usado mucho Twitter, Instagram y aplicaciones de mensajería. Hemos llegado a tener 9 horas de pantalla con unas 16 horas de autonomía.
En resumen, la batería es uno de los aspectos positivos pero nos ha dejado la misma sensación que otros móviles con 4000 mAh, aunque sin la necesidad que tienen otras interfaces como MIUI o EMUI de ser mucho más restrictivas con las aplicaciones, notificaciones y servicios en segundo plano.
Echamos en falta One UI
Samsung ha renovado muchos de sus móviles con Android 9 y con One UI, su nueva interfaz, que cambia completamente la forma en la que se manejan sus móviles. Este M20 aún no tiene eso y hemos usado Android 8.1 Oreo y Samsung Experience 9.5.
Esta versión de la interfaz es bastante estable y fluida, y no nos ha dado una mala sensación, mas allá de la estética y los gustos de cada uno por el diseño. Es cierto que tenemos muchas aplicaciones preinstaladas, como las de Samsung o las de Microsoft, pero la mayoría se pueden eliminar sin esfuerzo.
Las pegas las tenemos en las opciones de software de la pantalla ya que faltan algunas como el poder levantar la pantalla y que se encienda, para que el reconocimiento facial se active rápidamente. Y ese es otro inconveniente. Este sistema de identificación no es especialmente rápido, incluso cuando activamos la opción que aumenta la velocidad a costa de la seguridad.
Tampoco tenemos doble toque en pantalla para encenderla así que al final siempre acabamos recurriendo al sensor de huellas, que debería ser más rápido.
En la parte positiva tenemos que destacar la personalización, desde los temas y fondos de pantalla a la fuente o tamaño de la letra, algo que muchas personas valoran.
Conclusión: un móvil muy digno de recomendar
Como he dicho en otras ocasiones, tenía muchas ganas de probar este móvil. La respuesta más contundente de Samsung a Xiaomi debía ser muy importante, y así es. Y muy buena, y así es.
El Samsung Galaxy M20 es un terminal perfecto para los que buscan un móvil de unos 200 euros y no quiere hacer muchos sacrificios. Tenemos una buena pantalla, un diseño cómodo, una gran batería, mucha memoria y un rendimiento fluido. A esto sumamos la radio FM, el NFC, una cámara polivalente y carga rápida.
Este móvil es perfecto para los que quieren un móvil de unos 200 euros
No obstante no es perfecto. Aunque se agradece el esfuerzo de Samsung de ofrecer un terminal equilibrado (algo que consigue) el no dar Wifi de 5 GHz nos parece algo absurdo si bien es verdad que la mayoría de compradores ni se darán cuenta de ello. Por otro lado, es un móvil algo pesado, no como para alarmarse pero sí como para tenerlo en cuenta, y la cámara está en el límite para no ser un problema.
¿Recomendaríamos este móvil? Sí, desde luego que sí ¿Por encima del Redmi Note 7? Pues depende. Según qué valoremos es mejor uno u otro, pero el hecho de rivalizar de tú a tú con el que hasta ahora era la referencia de la gama media es todo un logro. Enhorabuena Samsung.