Analizar el Galaxy S «top» del año implica enfrentarse a uno de los mejores móviles que se puede tener incluso años después de su lanzamiento. En este punto no hay críticas: Samsung sabe como hacer excelentes smartphones, móviles capaces de dominar el mercado inspirando a la competencia. Nunca son perfectos, sí cercanos a la perfección. El Samsung Galaxy S10+ es una buena muestra de ello.
Fui de los primeros en tener uno de estos móviles y lleva conmigo desde entonces. El Samsung Galaxy S10+ me ha acompañado como móvil personal durante parte del tiempo transcurrido desde finales de febrero de 2019. No fue la primera elección en todo momento ya que he analizado multitud de teléfonos más, pero esto me otorga una perspectiva más profunda ya que me permite comparar. Y puedo decirlo: el Samsung Galaxy S10+ es uno de los mejores móviles que se pueden comprar. Sobre todo ahora que se encuentran ofertas en torno a los 650-750 euros.
No es demasiado grande, su pantalla es excepcional, perfecto para juegos que demanden potencia, gran autonomía, diseño y materiales exquisitos… Y una capacidad fotográfica que, lejos de estancarse, ha evolucionado de manera tan notoria que sigue manteniéndose en los primeros puestos casi cinco meses de su lanzamiento. Samsung lo está haciendo bien.
Características del Samsung Galaxy S10+
Siempre hay que darle un buen vistazo a las especificaciones de cada móvil que se sube a la mesa de review, por lo que vayamos a ello. El Samsung Galaxy S10+ demuestra su categoría a pesar de los meses transcurridos, señal de que cualquier usuario exigente verá colmadas sus exigencias.
A continuación tienes las características técnicas del Samsung Galaxy S10+:
-
Pantalla:
- Tecnología Dynamic AMOLED con certificación HDR10+ y 1200 nits de brillo.
- Resolución QHD+ (3040 x 1440 píxeles).
- 6.4 pulgadas en ratio 19:9.
-
Rendimiento:
- Samsung Exynos 9820 fabricado a 8nm.
- CPU: 2 núcleos a 2.8 GHz, 2 núcleos a 2.4 GHz y 4 núcleos a 1.8 GHz.
- GPU: Mali-G76.
- Unidad neuronal para IA.
- 8 GB de memoria RAM.
- 128 GB/512 GB/1 TB de almacenamiento interno.
- MicroSD de hasta 512 GB en el hueco de la segunda tarjeta SIM.
- Samsung Exynos 9820 fabricado a 8nm.
-
Cámaras:
- Frontales:
- Principal de 10 Mpx con apertura f/1.9 y autoenfoque. Dual Pixel. Grabación 4K.
- Cámara de profundidad (3D).
- Traseras:
- Cámara principal (77º de angular) de 16 Mpx con apertura variable entre f/1.5 y f/2.4, autoenfoque y estabilizador óptico. Dual Pixel.
- Cámara gran angular (123º) de 12 Mpx con apertura f/2.2 y autoenfoque. Dual Pixel.
- Cámara telefoto de (45º de angular) de 12 Mpx con apertura de f/2.4, autoenfoque y estabilizador óptico. Dual Pixel.
- Frontales:
-
Conexiones:
- Puerto de carga (18 W) y datos (USB 3.1) con conector USB-C.
- Puerto Jack de 3.5 mm para auriculares.
- Zona de carga Qi en la parte trasera:
- Capaz de cargar el móvil a 15 W.
- Capaz de cargar otros móviles y accesorios a 9 W.
- Compatibilidad con Ethernet con un adaptador USB-C y WiFi a/b/g/n/ac/ax (Wi-Fi 4/5/6). Wi-Fi Direct. ANT+. NFC. Bluetooth 5.0.
- Batería: 4100 mAh.
-
Sensores:
- Giroscopio, acelerómetro, proximidad, luz ambiente RGB, barómetro, brújula, campo magnético y ritmo cardíaco.
-
Dimensiones y peso:
- 157.6 x 74.1 x 7.8 mm.
- 175 g.
Gran equilibrio entre tamaño, prestaciones y calidad de materiales
La doble cara de cristal es un aspecto que se ha convertido casi en un estándar. Eso sí, no todas las marcas aprovechan de igual manera esta característica ya que, dada la mayor fragilidad de estos diseños, se agradece que Samsung incluya carga inalámbrica (también inversa) y resistencia IP68. Los acabados se mantienen en la línea de la sobriedad y huyen de colores más juveniles que sí posee el Samsung Galaxy S10e, por ejemplo.
El S10+ se me hace muy cómodo en la mano, de los móviles «top» de este año que mejor se manejan. Es grande, este es un hecho incuestionable, pero también imprime una curvatura agradable en los bordes manteniendo dimensiones bastante ajustadas gracias a la inclusión del recorte en pantalla para las cámaras.
En todo momento se siente un móvil «premium», esta es una característica clave dado que el teléfono no es precisamente barato (ni siquiera pasados los meses tras su lanzamiento). Aguanta bien el trote (no tiene ni una marca a pesar de que nunca le he puesto funda), los botones son accesibles (me sigue sobrando el de Bixby), no prescinde del jack de 3,5 mm y tampoco de tarjeta SD a pesar de tener doble SIM. Eso sí, la bandeja no es triple, por lo que hay que elegir.
El diseño posterior del Samsung Galaxy S10+ también me parece acertado: limpio, con el bloque de cámaras en la parte superior y solo decorado por el logo de la marca. La apuesta por el lector de huellas en pantalla era arriesgada, sobre todo teniendo en cuenta que el escáner es ultrasónico, pero tampoco sale tan mal parado. He de decir que en este punto el móvil ha mejorado de manera notable: con las sucesivas actualizaciones el lector de huellas se ha convertido en lo que debería haber sido en el inicio. Rápido incluso sin colocar la huella de manera 100 % precisa.
En potencia bruta le pesa ligeramente no haber elegido el Snapdragon 855
A nivel de procesadores, y siempre teniendo en cuenta solo a los que se encuentran en Android, el Snapdragon 855 de Qualcomm es el rey este 2019. He probado alternativas que le hacen sombra en muchos aspectos, como el Kirin 980 del Huawei P30 Pro o este Exynos 9820 del Samsung Galaxy S10+, y lo cierto es que las diferencias, aunque poco perceptibles, se notan. Elegir la versión internacional del Galaxy S10+, la que tiene el Snapdragon 855, no es mala idea; por más que tampoco compense en exceso a no ser que el móvil se destine al juego puro y duro.
Más allá de las diferencias de potencia entre SoCs «top», el Exynos 9820 del Samsung Galaxy S10+ se comporta de fábula en el día a día. Sí se nota el excesivo peso que tienen las aplicaciones y servicios instalados, demasiados ejecutándose siempre en segundo plano: Samsung debería reducir de manera drástica este consumo de recursos, a menudo inútil para la mayoría de usuarios.
El mayor inconveniente para el rendimiento es el exceso de apps en segundo plano
En términos de uso, el Samsung Galaxy S10+ se mantiene como el primer día. No he sentido lastre alguno en la ejecución de aplicaciones y juegos durante estos meses; manteniéndose a la altura de móviles de su competencia. En comparación sí se nota algo menos de rapidez ejecutando ciertos juegos; sin que sea excesivo como para ponerle un punto negativo.
Los 6 GB de memoria RAM cada vez se antojan más cortos en la gama más alta de teléfonos, pero no son un obstáculo para nuestro protagonista. Los 128 GB de almacenamiento que sirven como base se mantienen al mismo nivel de suficiencia; teniendo la opción de expandir el espacio con las siempre bienvenidas tarjetas SD. Como dije en el apartado del diseño, hay que elegir entre tener dos SIMs o una SIM y la SD Card micro.
La pantalla del Samsung Galaxy S10+ se mantiene como una de las mejores de 2019
Utilizar este teléfono es una delicia. Todo se mueve veloz, fluido, con animaciones y gráficos a la altura de la categoría que ofrece. Y gran parte de la culpa la tiene el impresionante panel Dynamic AMOLED de 6,4 pulgadas. Nítido, con un altísimo contraste, excelente representación de color con opción a personalizarla al detalle, compatible con HDR10+, frontal casi totalmente ocupado por la pantalla a excepción de los bordes superior e inferior… Y con el recorte para la doble cámara frontal.
A lo largo de 2019 he probado algunas maneras de evitar el recorte o notch. Cámaras que se esconden en el cuerpo del teléfono, que giran desde la parte posterior hasta colocarse delante… Me sería imposible decir que no se nota el notch en el Samsung Galaxy S10+, pero tampoco es una molestia que siga apreciándose tras 30 segundos usando la pantalla. Bajo mi opinión, prefiero un recorte a las dudas que despierta un mecanismo motorizado.
El recorte para las cámaras delanteras es amplio sin que la experiencia se vea penalizada
En términos de calidad, y de sensaciones, la pantalla del Samsung Galaxy S10+ estaría en el primer o segundo puesto del año. Samsung ha conseguido paneles AMOLED excepcionales, no en vano es la referencia. Aunque quizá necesitase una mayor tasa de refresco, como los 90 Hz del OnePlus 7 Pro. Tengo los dos y he de decir que ese detalle acelera la ya extrema fluidez de OnePlus; de ahí que tenga mis dudas sobre si colocar al Galaxy S10+ en lo que a mejor pantalla de 2019 se refiere.
Samsung ha incluido un altísimo nivel de brillo en el Samsung Galaxy S10+, ofrece distintos añadidos como el Ambient Display personalizable, dispone de gestos (Samsung debería implementar los nativos de Android Q ya que los que incluye de serie en One UI no están al nivel)… Y también los bordes son bastante curvados. Esto irá a gustos, pero comprendo que puede caminar, o no, del lado positivo. Para mi gusto es acertado ya que el Galaxy S10+ no curva en exceso la pantalla; manteniendo un borde que no llega a ser afilado (el cristal trasero también está curvado).
No hay duda de que la pantalla es una de las mejores cualidades del Samsung Galaxy S10+. Dado que cualquiera utilizará el móvil para ver películas, series y también para jugar, disponer de uno de los mejores paneles móviles es toda una garantía de satisfacción. A mí me satisface volver al S10+ cuando salgo de otro análisis, por ejemplo.
No es la mejor batería, pero tampoco decepciona
4100 mAh en un móvil top de Samsung es casi como ver un sueño cumplido. Si eres de los que ha visto la evolución de la gama, y tuvo gran parte de sus móviles (es mi caso), sabrás lo frustrante que fue siempre la duración de la batería. Y no solo porque Samsung equipase sus móviles con una capacidad justa, el problema son sus apps y servicios en segundo plano.
Como subrayaba antes, uno de los mayores problemas del Samsung Galaxy S10+ es que mantiene una ingente cantidad de software activo en segundo plano. Esto implica un aumento de consumo; por más que con la pantalla apagada el sistema mantenga bastante a raya la enorme voracidad del software instalado.
Por lo general no hay que sufrir para aguantar el día, al menos sin exprimir el teléfono
No hay pánico ni sufrimiento: el Samsung Galaxy S10+ ofrece más de un día de uso sin despeinarse. Y la batería no ha visto reducir su capacidad de manera notoria tras estos primeros meses de uso: contrastando cifras de consumo he podido constatar que el móvil se mantiene en la autonomía inicial. Esto es lógico dado el escaso tiempo transcurrido (y a que tampoco abuso de mis teléfonos), pero no puedo asegurar la capacidad conforme pase el año tras la compra.
Una de las pegas que sí le veo al teléfono es que Samsung no haya equipado una carga verdaderamente rápida. Quedarse con 18 W cuando tengo móviles en la mesa que pasan de los 40 W supone verle al Samsung Galaxy S10+ una nota negativa. Sin que sea exagerado: en poco más de una hora la batería está llena al completo. Con la ventaja de que permite carga rápida inalámbrica; además de carga inversa, por más que esto no sea más que una anécdota (muy útil tampoco es).
Cumple con todo lo que desea un aficionado al mejor sonido
Analizar los móviles de Samsung, sobre todo si corresponden a lo alto del catálogo, suele implicar el disfrute de una gran calidad de sonido. En el S10+ se mantiene esta tendencia mientras ofrece altavoces estéreo con sonido en el frontal gracias al auricular de llamadas. Tanto viendo películas como escuchando música el Samsung Galaxy S10+ es un deleite.
Gran calidad de audio mediante los auriculares (da igual que sea con o sin cable), buena potencia a través del doble altavoz frontal y sin que distorsione en exceso a máximo volumen, incluye ecualizador de audio y multitud de mejoras de sonido (también Dolby Atmos), la grabación de sonido es de la máxima calidad (con la grabadora y en la grabación de vídeo), reproduce una inmensa cantidad de formatos multimedia y a gran calidad… Lástima que Samsung no incluya radio FM, al menos en la versión con Exynos 9820.
Completando el apartado auditivo, el móvil dispone de todas las conexiones inalámbricas que se puedan imaginar (infrarrojos no). 4G LTE, WiFi de doble banda y con compatibilidad WiFi 6, Bluetooth 5, GPS y resto de sistemas de geoposicionamiento civiles, NFC con Samsung Pay… Viene cargado y no solo hacen su presencia, también ejecutan su tarea con la máxima rapidez y precisión; señal de que los componentes están a la altura de lo que demanda el móvil por su categoría.
Para mí One UI es la mejor capa personalizada en un Android, pese a sus pegas
La primera vez que probé One UI en la beta del Samsung Galaxy S9+ me cautivó. Bajo mi opinión, Samsung ha conseguido renovar el aspecto de su capa personalizada adaptándola a las necesidades de las versiones actuales de Android sin perder la esencia propia de la marca. Y qué modo oscuro tiene, madre mía…
Los menús suelen quedar a la altura, las opciones son intuitivas, el aspecto es moderno, no se ve recargado y, en definitiva, el móvil funciona fluido incluso a pesar de todo el lastre que tiene que mover. Hace un tiempo recomendar un Samsung tenía el inconveniente de la capa. One UI elimina de un plumazo cualquier reticencia.
El modo oscuro de One UI es lo que más me gusta de la capa
Samsung equipa su teléfono con un sinfín de opciones y de aplicaciones añadidas. Muchas son realmente útiles, como todas las relacionadas con la gestión básica del dispositivo. Incluye también duplicación de aplicaciones de mensajería y redes sociales (WhatsApp, Telegram, Facebook…), permite la personalización extrema (temas) e incluso regala aplicaciones y compras dentro de juegos gracias a su propia tienda de apps, Galaxy Store. El resultado es un conjunto de software que crea valor añadido mientras mejora de manera notable la experiencia de uso.
La captura fotográfica ha mejorado de manera notable desde la salida del Samsung Galaxy S10+
En términos fotográficos el móvil apabulla con su número de cámaras, también con la enorme cantidad de opciones de captura que incluye. Ahora bien: como ya sabemos, la cantidad no implica necesariamente una mayor calidad. En el momento de salir el mercado ya comprobé que ambos adjetivos se daban en el Samsung Galaxy S10+. Y han mejorado ampliamente con el paso de los meses.
Hace muy buenas fotos en todas las condiciones, incluidas las más difíciles para un smartphone: en interior y con iluminación pobre. Por defecto ofrece un rango dinámico muy amplio y se especializa en aplicar de manera adecuada el HDR automático; mientras ofrece un alto nivel de detalle incluso en objetos del fondo. Esta calidad desciende cuando baja la luz, como es lógico. Y entonces entra una opción que Samsung ha pulido desde que la lanzó a mediados de abril: el modo noche.
Igual que ofrecen móviles de alta gama como los Google Pixel o algunos Huawei, el Samsung Galaxy S10+ es capaz de obtener la máxima cantidad de luz de escenas en plena noche. Como es habitual, se apoya en las capturas de larga exposición y en el uso del estabilizador de imagen: basta mantener el móvil unos segundos en vilo para hacer casi de día una escena nocturna. Los resultados son impresionantes.
Más allá del modo noche, Samsung ha ido mejorando el procesado de imagen para obtener un mayor equilibrio de color, más detalle y un mejor contraste. El paso del tiempo le ha sentado bien a las cinco cámaras del teléfono: el Samsung Galaxy S10+ saca pecho incluso a los móviles lanzados más recientemente. Apostar por él implica tener una excelente cámara todoterreno que no solo se comporta a la perfección en el terreno lúdico, también permite administrar gran parte de los controles de forma profesional.
A continuación tienes una galería de imágenes capturadas por el Samsung Galaxy S10+ en los últimos 15 días. Puedes comparar resultados con la galería original, la que capturé en el primer análisis al teléfono.
Esto es lo que más me gusta del Samsung Galaxy S10+
- Es un móvil que te da lo máximo, le pidas lo que le pidas.
- La pantalla es espectacular, ver contenido multimedia en ella supone una gran experiencia.
- El tamaño es grande, pero solo lo justo: sus dimensiones se me hacen muy cómodas, igual que su diseño y el tacto de los materiales.
- Samsung ha revitalizado el teléfono a fuerza de actualizaciones. Especialmente la cámara.
- La fotografía está a un altísimo nivel.
- En grabación de vídeo pocos pueden igualarse al Samsung Galaxy S10+.
- Puedo aprovechar tanto mis auriculares Bluetooth como los auriculares de cable. Y con una gran calidad de audio.
- Tener carga inalámbrica se ha convertido en algo imprescindible para mí.
- Tenía mis dudas, sobre todo con lo mal que califiqué al lector de huellas ultrasónico en un inicio, pero he de reconocer que ahora me gusta por lo bien que funciona. Samsung ha sabido resolver los errores.
Y lo que menos…
- Sigue siendo un móvil caro; por más que resulte posible encontrarlo a precios muy rebajados.
- El exceso de aplicaciones y servicios que mantiene Samsung en el teléfono es demencial; e implica un consumo extra al uso que se le da al teléfono.
- La autonomía es buena, pero podría mejorar: en días con un uso exhaustivo del teléfono la batería se resiente de manera notable.
- Sin carga verdaderamente rápida.
- No termina de convencerme el botón extra de Bixby. A pesar de que encuentro positivo al asistente (y superfluo), tener un botón exclusivo para él me supone un exceso. Es cierto que se puede personalizar, pero solo lo utilizo cuando me equivoco buscando el volumen abajo.
Conclusión: una muy buena compra, especialmente si lo encuentras en oferta
Son muchos los móviles de la gama más alta que se presentaron este 2019 y varios también los que quedan por aparecer. No solo de otras marcas, también el Samsung Galaxy Note 10 aguarda para saltar al escenario. Y, a pesar de toda esa competencia, el Samsung Galaxy S10+ sigue plantando cara ofreciendo todo lo que cualquiera busca en un gran smartphone.
Me gusta mucho el aspecto del teléfono, también lo bien que encaja en la mano, lo sólido que parece, cómo se comporta en fotografía y el enorme atractivo de One UI. Se mantiene actualizado y con todas las garantías de recibir Android 10 Q (en previsión también Android R). También dispone de una de las mejores pantallas que hay ahora mismo en un smartphone: es una absoluta delicia poner la vista en el frontal.
No está exento de defectos, pero estos se mantienen en un número ridículo en comparación con sus ventajas. Con el paso del tiempo se han diluido en mayor medida: adquirir hoy en día un Samsung Galaxy S10+, sobre todo si el coste baja de los 700 euros, es una garantía no solo de tener un gran teléfono ahora, también de que su capacidad va a mantenerse en un futuro. Ya sabemos que Android no aguanta demasiado bien el paso de los años, pero seguro que sigue dando guerra en 2021.
Mi segundo análisis al Samsung Galaxy S10+ es la constatación de que este móvil es uno de los triunfadores de 2019. A pesar de los meses tras el lanzamiento, el teléfono se mantiene en la misma forma. Y esto es toda una garantía si estás pensando su adquisición: te aseguro que no vas a arrepentirte. Eso sí: a los 1009 euros que pide Samsung por él es aún más caro que cuando salió, abstente de comprarlo. Busca una buena oferta.