La mayoría de usuarios ven en su teléfono móvil una herramienta que sirve para muchas cosas, desde organizar el día hasta sacar fotografías o comunicarnos. Sin embargo, no son pocos los que ven en el teléfono una herramienta más, algo que sirve para dos o tres cosas y ya está.
Aunque los smartphones son cada vez más potentes, hay veces en la que buscamos el más simple, para nosotros o para algunos familiares que casi tienen el móvil por obligación, y buscamos algo esencial.
Para ellos Samsung lanzó el Samsung Galaxy A10, el terminal más básico de esta familia que tiene un precio bastante bajo. Nosotros hemos estado dos semanas usándolo como móvil principal para comprobar si es viable recomendarlo para esas personas que quieren usar WhatsApp, no renunciar a una pantalla grande y gastarse poco dinero.
Características Samsung Galaxy A10
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Procesador –Exynos 7884
- 4 x Cortex A53 a 1.6 GHz.
- Memoria RAM: 2 GB.
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Almacenamiento.
- Interno: 32 GB.
- MicroSD: sí, hasta 512 GB.
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Pantalla.
- Tamaño: 6.2 pulgadas.
- Resolución: 1520 x 720 píxeles.
- Tecnología LCD.
- Relación de aspecto: 19:9.
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Cámara trasera.
- Resolución: 13 Mpx con f/1.9
- Otros: LED Flash.
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Cámara delantera.
- Resolución: 5 Mpx.
- Apertura: f/2.0.
- Conectividad: 4G/LTE, Dual SIM, Bluetooth 5, WiFi 4, NFC…
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Otros:
- Conector micro USB.
- Batería: 3400 mAh con carga rápida.
- Dimensiones: 155.6 x 75.6 x 7.9 mm.
- Peso: 168 g.
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Sistema:
- Versión de Android: 9.0 Pie
- Interfaz del fabricante: One UI.
Plástico y una construcción básica
Junto al apartado fotográfico, donde más se ve que este modelo es un terminal de entrada es en los materiales. No tanto en el diseño.
La construcción está realizada completamente en plástico, y al tacto no es desagradable, pero da la sensación de ser un terminal de hace unos años. Es cómodo en la mano y el peso es muy escaso, algo que gusta.
El diseño es el que hemos visto en otros modelos de la familia Galaxy A, con un frontal de marcos contenidos y notch en forma de gota de agua. Uno de los detalles que más llaman la atención es que el conector de carga es microUSB, y que hay jack de auriculares. Pero lo más sorprendente es que el altavoz está en la parte trasera, no en el marco inferior.
Esto hace que el sonido sea mucho más limpio a la hora de jugar, al coger el móvil en horizontal. Y si bien el sonido no es especialmente llamativo, no supone un problema, y el volumen máximo es adecuado.
Un rendimiento justo, pero suficiente
En los test de benchmarks vemos las limitaciones del terminal. En Antutu llegamos a los 107970 puntos y en 3D Mark a 517/587 puntos. Curiosamente no hemos podido instalar Geekbench 5, al no aparecer en la Google Play Store.
Pero, como siempre decimos, este tipo de pruebas no cuentan cómo es usar un móvil en el día a día, y de hecho este terminal nos ha sorprendido para bien. La potencia está contenida, la RAM ojalá fuera mayor, pero el uso normal es más que digno para lo que vale.
Es cierto que las aplicaciones tardan más en abrir de lo que estamos acostumbrados, pero ninguna ha fallado. Es más, incluso hemos podido jugar a Honkai Impact Third, algo que creía imposible. La fluidez no es tan alta como en modelos más caros, pero es totalmente practicable. Incluso otros juegos como Golf Battle o HearthStone son disfrutables.
A un móvil de este precio no podemos pedirle lo mismo que a otros modelos, pero será lógico que alguno eche en falta algo tan universal como el sensor de huellas. Este es uno de los pocos modelos de la empresa que no lo usa, y solo tendremos disponible como sistema de identificación biométrico el desbloqueo facial. Por cierto, es bastante lento.
De forma sorprendente, tenemos chip para pago móviles, y la conectividad NFC nos permitirá pagar directamente con el A10. Nos sorprende, pero no para bien en este caso, no tener Wifi de doble banda. Sí, es cierto que el perfil de usuario de este móvil quizás ni sepa qué es eso, pero en algunos casos se nota.
La pantalla es de baja resolución, pero no importa
Samsung es una de las marcas que mejores pantallas usa en sus móviles, al ser uno de los mayores fabricantes de estos componentes del mundo. La inmensa mayoría de modelos tienen paneles OLED, pero en este caso nos tenemos que conformar con un panel LCD.
La diagonal es de 6.2 pulgadas y tiene un ratio de pantalla 19:9, con una resolución 1520 x 720 px. Este es uno de los motivos por los que el rendimiento y la autonomía son tan correctos, y la verdad es que aunque la nitidez es baja, no es un problema.
En un terminal de este coste no creemos necesario un panel OLED o con resolución FullHD, y aunque es cierto que hay modelos que cuestan algo más y tienen mejores paneles, el usuario que busca un móvil muy barato no tendrá problemas con la pantalla.
Incluso el brillo, puesto al máximo, nos permite usarlo con aceptable soltura en exteriores, algo que en modelos es este coste no suele ser normal. Pese a eso, no tiene un brillo especialmente alto.
Nada de cámaras múltiples
No recuerdo la última vez que hice un análisis de un terminal que sólo tuviera una cámara delante y otra detrás. Es el caso del Galaxy A10, que tiene un sensor de 13 Mpx en la zona trasera y una cámara de 5 Mpx para los selfies.
Como comprenderéis, la calidad de la cámara de este modelo no es una de las cosas que más destacan en el terminal. Esto se nota sobre todo cuando hacemos fotos en interiores con puntos de luz y focos y también cuando las hacemos de noche, por los mismos motivos.
De día, no obstante, el resultado es correcto para lo que podría esperar un usuario de esta gama de móviles. La velocidad de captura es aceptable y los colores no son malos.
Pese a eso, esta cámara servirá para enviar fotos por redes sociales, hacer alguna puntual y, en definitiva, tener una cámara siempre encima, que no presumirá de calidad pero que nos puede sacar de mas de un apuro.
Eso sí, los selfies hay que hacerlos con cuidado porque al más mínimo movimiento la imagen sale trepidada y movida, y tendremos que repetirla.
Tiene mayor autonomía de lo que parece
La batería suele ser el punto débil de los móviles más económicos. Pese a eso, los 3400 mAh del Galaxy A10 y la velocidad de carga de 15 W nos parecen adecuadas para ser un aparato bastante sencillo. Eso sí, sigue pareciéndonos un error optar por un puerto microUSB incluso en esta gama. A ver si Europa se pone las pilas.
En la primera prueba de batería hemos estado usando el móvil exclusivamente en interiores, con cobertura Wifi. Hemos jugado a Honkai Impact Third, a HearthStone, a Golf Battle, hemos usado Twitter, Instagram… Hemos llegado casi a las 6 horas de pantalla con 40 horas de autonomía.
En la segunda prueba de batería hemos hecho uso del móvil mucho más en exteriores que en interiores. Hemos estado escuchando música en streaming y podcasts, ambos por bluetooth. Hemos jugado y hablado por teléfono y, sobre todo, hemos usado el GPS durando casi dos horas. Hemos superado las 5 horas de pantalla con 24 horas de autonomía.
En la segunda prueba de batería hemos vuelto a un uso más normal, con juegos y apps sociales sobre Wifi, y alguna salida al exterior escuchando música. Hemos vuelto a superar las 5 horas de pantalla, aunque en esta ocasión con 40 horas de autonomía.
En el interior no hay muchas diferencias con otros Samsung
Samsung usa su interfaz propia en todos los modelos, y este de gama baja no es una excepción. El uso de One UI sobre Android 9 es el mismo que en los demás modelos, pero la verdad es que la fluidez se resiente seguramente por el procesador y la RAM.
Las opciones de configuración y personalización son las mismas que en el resto de modelos, y seguimos pensando que Samsung debería sustituir sus gestos por los de Android 10 cuando actualice este terminal.
Ese es otro aspecto a considerar, no parece que los Galaxy A10 vayan a estar entre los modelos prioritarios a la hora de recibir nuevas versiones de Android, algo que siempre pasa con los móviles más baratos.
Eso sí, seguimos pudiendo usar dos perfiles en aplicaciones como WhatsApp, teniendo opciones para cambiar de temas, usar los gestos para navegar e incluso usar el desbloqueo facial, algo necesario dada la ausencia del sensor de huellas.
Un móvil barato que cumple mejor de lo esperado
Samsung cambió en 2019 su enfoque para los Galaxy A. Pasó a usar la familia para luchar contra rivales chinos como Huawei o Xiaomi. En los Galaxy A50 o A70 hemos visto que ha funcionado. Ahora comprobamos que también lo ha hecho en la parte más baja del catálogo, la que sustituye a los Galaxy J.
No puedo decir que en la semana en la que he estado usando el Galaxy A como móvil principal no haya echado en falta un terminal de gama alta, pero el motivo principal ha sido la cámara.
Si el usuario que va a comprar este modelo no le da importancia a la cámara y busca gastar lo menos posible en un smartphone, desde luego que el Galaxy A10 es una gran opción.