OnePlus no es una marca de móviles al uso. Ni su nacimiento ni su crecimiento se pueden englobar en lo que entendemos como un fabricante tradicional. Fue una de las primeras empresas en apostarlo todo al canal online y a la creación de una gran comunidad.
Poco a poco ha ido ampliado ese enfoque, sin dejar de lado su estrategia inicial, pero la evolución de la marca ha llevado a dejar de lado la idea de crear un flagship killer a bajo coste y se ha centrado en crear el mejor móvil posible a un precio algo más ajustado que sus rivales.
¿Os suena esa idea? Sí, es la misma estrategia que está ejecutando actualmente Xiaomi con el Xiaomi Mi 10, un teléfono que probamos hace unas semanas y que es un rival directo de este OnePlus 8 que hoy analizamos.
Características del OnePlus 8
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Procesador – Qualcomm Snapdragon 865 de ocho núcleos.
- 1 núcleo Kryo 585 a 2,84 GHz (Cortex-A77).
- 3 núcleos Kryo 585 a 2,40 GHz (Cortex-A77).
- 4 núcleos Kryo 585 a 1,80 GHz (Cortex A55).
- Memoria RAM: 12 GB LPDDR4x.
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Almacenamiento.
- Interno: 256 GB con UFS 3.0.
- Gráfica: Adreno 650.
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Pantalla.
- Tamaño: 6,55 pulgadas.
- Resolución: FHD+ (2400 x 1080 px).
- Tecnología Fluid AMOLED.
- 90 Hz.
- Ratio de aspecto: 20:9.
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Cámara trasera.
- Angular de 48 Mpx Sony IMX586 con apertura f/1.75, estabilización óptica.
- Gran angular de 16 Mpx con f/2.2 y ángulo de visión de 116 grados.
- Macro de 2 Mpx con apertura f/2.4.
- Otros: LED Flash, PDAF, CAF…
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Cámara delantera.
- Resolución: sensor Sony IMX471 de 16 Mpx con f/2.0, EIS
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Puertos:
- Conector USB 3.1 Tipo C.
- Sensor de huellas óptico en pantalla.
- Otros: WiFi 6 de doble banda, Bluetooth 5.1, NFC, GPS de doble banda…
- Batería: 4300 mAh con carga rápida de 30 W.
- Peso: 180 g.
- Dimensiones: 160.2 x 72.9 x 8 mm.
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Sistema:
- Versión de Android: Android 10.
- Capa del fabricante: Oxygen OS.
Un diseño convencional, pero muy pulido
Después de analizar el Huawei P40 Pro, el OPPO Find X2 Pro o el Xiaomi Mi 10 he de reconocer que ese móvil me parece similar y diferente a la vez.
Lo primero que destaca de este terminal es que su pantalla de 6,55 pulgadas lo hace más compacto en la mano que todos los anteriormente mencionados. De hecho es más ligero, más estrecho, menos alto y menos grueso que el OnePlus 7T, algo que tiene mucho mérito puesto que este modelo tiene más batería que su antecesor.
En el lateral izquierdo tenemos los dos botones de volumen. En el derecho tenemos el botón de encendido y el Alert Slider, un elemento de hardware que sigue siendo icónico en los OnePlus.
En la parte superior tenemos un micrófono de cancelación de ruido y en la parte inferior tenemos el micrófono principal, el puerto USB-C, el altavoz principal y la bandeja para dual SIM, aunque no podremos poner una tarjeta de memoria.
La parte delantera está protagonizada por su pantalla, curvada en los lados mayores pero no arriba o abajo. Además, tenemos una perforación para la cámara en la esquina superior izquierda, no especialmente grande, pero tampoco extremadamente discreta. En la parte trasera tenemos un módulo de cámara con los tres sensores y el flash LED que está bajo el mismo.
No podemos cerrar este apartado sin mencionar el llamativo color verde agua de la unidad que nos ha prestado la empresa. Da la sensación de tener un color mate y brillo a la vez. Diríamos que se parece al Huawei P40 Pro, pero siendo honestos ya vimos un acabado similar en el OnePlus 7T. Y nos encantó.
Más potencia, más memoria
OnePlus siempre ha sido una marca que ha puesto por encima de prácticamente todo en sus móviles la velocidad y la fluidez. Esto le ha exigido utilizar los mejores procesadores y la mejor memoria disponible, y es lo que ha hecho en este OnePlus 8. En el modelo tope de gama ha decidido optar por los 12 GB de memoria RAM y por 256 GB de memoria interna, eso sí, no ampliables. Y la tecnología de ambas es alta, aunque no la misma que en otros gama alta, al menos en la RAM. Tenemos LPDDR4x (no LPDRR5) y UFS 3.0 en el almacenamiento interno.
Hay otra versión con 8 GB de RAM y 128 GB de memoria interna, con un precio más bajo.
A esto se une Oxygen OS, una interfaz que siempre parece aportar un extra de velocidad, sea por lo bien construida que está, por la velocidad de sus animaciones o por ambas cosas.
En su rendimiento no hemos tenido ningún problema, ni haciendo videollamadas, ni utilizando aplicaciones como Instagram de forma intensiva y tampoco utilizando juegos con gráficos realmente exigentes.
Eso sí, hemos notado que el móvil tiende a calentarse cuando usamos aplicaciones muy intensivas. No llega a ser un problema pero es notorio, al menos si no usamos funda. Es extraño porque en otros móviles con el Snapdragon 865 no hemos visto esto.
Al principio, el sensor de huellas de este modelo no nos ha gustado tanto como esperábamos. No falla pero hubiéramos querido poder escanear dos veces cada dedo para aumentar su precisión, algo que no es posible.
Eso sí, a medida que pasaban los días nos íbamos acostumbrando y funcionaba mejor, como explicamos en el vídeo. El motivo, según nos ha explicado OnePlus, es que el móvil va a prendiendo a medida que lo usamos, y es algo que he visto que se nota muchísimo.
La conectividad también está a la altura de lo esperado, con Bluetooth 5.1, Wifi 6 de doble banda, NFC, 5G… Eso sí, no tenemos ni emisor de infrarrojos, ni radio FM, ni jack de auriculares.
El sonido está por encima de la media
Una de las cosas en las que más me estoy fijando en los últimos análisis es en el sonido. Es de las pocas cuestiones que pueden diferenciar claramente un gama alta de otro.
Este OnePlus 8 dispone de dos altavoces extremadamente potentes, más que los del OPPO Find X2 Pro o los del Xiaomi Mi 10. El principal está colocado en el marco inferior y el secundario junto al auricular, seguramente el mejor logar ya que el sonido va directo a nuestra cabeza.
El volumen es realmente elevado, aunque al bajarlo un poco se atenúa demasiado. No obstante, sin ser el sonido más impactante que he probado en un móvil, el que se haya logrado esto en un producto de precio contenido me parece un acierto, del mismo modo que me lo pareció en el OnePlus 7T.
La pantalla del OnePlus 8 brilla donde debe
En un mercado donde los mejores móviles empiezan a apostar por implementar una resolución 2K y una tasa de refresco de 120 Hz, el ver que un móvil nuevo que cuesta bastante se queda en una resolución FHD+ y en 90 Hz de tasa de refresco máxima puede extrañar, pero no es un problema. El brillo máximo sube a los 1100 nits.
La experiencia multimedia en este apartado es realmente sobresaliente por varios motivos. Para empezar Oxygen OS nos permite configurar la calibración de la pantalla como pocas interfaces.
Además, este panel OLED es compatible con la tecnología HDR10+, y se nota muchísimo cuando ponemos un vídeo compatible con ello.
El brillo del panel es más que suficiente y las curvaturas de los laterales no nos han dado ningún problema a la hora de usar el terminal en diferentes posiciones.
Aunque lo hemos mencionado antes, se agradece que la diagonal se contenga aunque sea ligeramente, y es que es raro que digamos que un panel de 6.55 pulgadas es contenido, pero la realidad es que, al lado de otros modelos, así es.
Por alguna extraña razón, perdemos el zoom óptico
Al empezar a leer las características técnicas de las cámaras algo me llamó la atención. Resulta que de los cuatro sensores (tres detrás y uno delante), tres ya los habíamos visto en el OnePlus 7T. Los remarcamos en negro:
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- Angular de 48 Mpx Sony IMX586 con apertura f/1.75, estabilización óptica.
- Gran angular de 16 Mpx con f/2.2 y ángulo de visión de 116 grados.
- Macro de 2 Mpx con apertura f/2.4.
- Delantera: sensor Sony IMX471 de 16 Mpx con f/2.0, EIS
Sólo uno de los sensores es nuevo, el macro. El problema es que eso ha hecho que se pierda el zoom óptico del OnePlus 7T, algo extraño. Si comparamos el OnePlus 8 con el OnePlus 7 vemos un salto considerable, pero en medio hubo otro modelo, y esto es raro. Mucho.
Entrando ya en la calidad de la fotografía, hemos de decir que, en líneas generales, la sensación es buena.
De día la calidad es correcta, aunque la imagen acaba un poco saturada y sobre todo con más contraste de lo esperado. No es un problema demasiado llamativo y el nivel de detalles valido. Eso sí, en el gran angular se nota mucho el cambio de resolución y el detalle es mucho menor.
De noche esto se acentúa. Con el sensor principal tenemos buenas foto, se nota el buen hacer del pixel binning, y los letreros y farolas no acaban desvanecidos en un haz de luz. El gran angular, por otro lado, disminuye bastante su calidad, y muestra que el cambio de temperatura de color es más acusado.
Además, parece que la apertura es menor, y hace que haya menos luz, lo que se nota bastante en algunas tomas.
Al no tener un zoom óptico, dependemos del recorte del sensor principal para tener un aumento en un encuadre normal. Con dos aumentos es pasable, pero el de 10 aumentos es inusable.
El sensor macro que incluye el móvil permite hacer fotos cercanas, como es lógico, pero se nota mucho la diferencia cuando hacemos una toma con muy buena luz o en condiciones no tan ideales.
El vídeo cuando tenemos buena luz ofrece una buena calidad, nos permite tener colores veraces y un gran rango dinámico y también una estabilización acorde a lo que esperamos, con estabilización electrónica y óptica. Eso sí, de noche hay más trepidación. No es algo que no hayamos visto antes, pero debería ser corregido.
La cámara delantera cumple bien de día, pero no así de noche. El cambio de calidad es asombroso y pasamos de tener un gran detalle y buenos colores a una imagen más plana y con mucho ruido. El ejemplo de la imagen anterior es el mejor que hemos logrado.
La grabación de vídeo con esta cámara recuerda a los Huawei y eso es un gran cumplido. Estabiliza bien, tiene buen color, no destroza los tonos de piel… Pero de noche la calidad sufre como pasa con las cámaras traseras.
¿Y la carga inalámbrica?
Una de las características que esperábamos de este modelo es que llegara con carga inalámbrica. No ha sido así, y el OnePlus 8 sólo cuenta con carga rápida de 30W.
No es un drama, pero es cierto que los principales rivales empiezan a apostar por cargas mayores, de 40W en el caso de Huawei y Xiaomi y de nada menos que 65W en OPPO. No obstante, este apartado no es un aspecto negativo. No avanza mucho hacia el futuro, pero no es un contratiempo.
En la primera prueba de batería hemos usado la pantalla a 90 Hz. Hemos hablado por teléfono, hemos jugado bastante a Honkai Impact Third, hemos hecho algunas fotos en exteriores y usado apps sociales. También hemos estado escuchando música y podcasts por auriculares bluetooth. Hemos llegado a las 5 horas de pantalla con 22 horas de autonomía.
En la segunda prueba de batería hemos bajado la tasa de refresco a los 60 Hz. Hemos jugado, usado bastante Twitter y hablado por teléfono bastante más que en la prueba anterior. Hemos llegado a las 6 horas de pantalla con 20 horas de autonomía.
En la tercera prueba de batería hemos dejado la pantalla a 60 Hz. Hemos estado jugando bastante (como para que se calentara el terminal), usando apps sociales y modificando parámetros del móvil para grabar los planos del análisis en vídeo, entre otras cosas. Hemos llegado a las 5 horas de pantalla con 28 horas de autonomía.
En la cuarta prueba mantenemos la tasa de refresco en los 60 Hz. Hemos jugado, hablado mucho por teléfono, hecho varias videollamadas e incluso escuchado algunos podcasts. Hemos llegado a las 6 horas de pantalla con 24 horas de autonomía.
Por último, destacar que la carga inteligente permite dejar un pequeño porcentaje sin cargar hasta unos minutos antes de que suene la alarma. Esto lo va aprendiendo poco a poco si cargamos el móvil durante toda la noche.
Sin ser perfecta, Oxygen OS sigue siendo genial
Al haber cambiado tantas veces de móvil en las últimas semanas he tardado en darme cuenta de que por fin OnePlus ha decidido cambiar su repisa de widgets y aplicaciones en los escritorios por el Discover de Google. Me parece un acierto y espero que otras marcas como OPPO lo hagan.
Aunque lo decimos en cada análisis de un terminal de este fabricante, estamos posiblemente ante la interfaz más minimalista y más personalizables a la vez. Oxygen OS ha demostrado que se puede tener una experiencia parecida a las de los Píxel sin las restricciones que Google impone.
Hablo, en la aplicación de cámara se nos permite ocultar los modos que no usemos de la interfaz principal, algo que ya vimos en la aplicación de los móviles de Samsung y que nos encanta ver aquí de nuevo.
Pese a eso, no es perfecta y hemos visto que algunas cosas todavía tienen que ser mejoradas.
OnePlus sigue sin implementar una de las funciones de software más útiles y fáciles de poner: levantar para encender la pantalla. En el OnePlus 8 tenemos la posibilidad de activar la pantalla ambiente al coger el móvil, o de encender la pantalla de bloqueo al hacer doble toque.
Ambas cosas se agradecen pero teniendo en cuenta la excepcional personalización de esta interfaz, es extraño que no podamos configurar el móvil para que se encienda la pantalla al levantarlo, lo que junto con el desbloqueo facial haría su uso más cómodo. Según la empresa esto es así por seguridad, para que tengamos que tener una interacción física con el móvil, aunque personalmente no veo mucha diferencia entre dar dos toques en la pantalla o levantarlo.
Además, que no se permita escanear dos veces el mismo dedo en el sensor de huellas limita la efectividad del mismo. No es la primera marca que lo limita, pero en este caso creemos que la eficacia del sensor no es lo suficientemente alta como para impedir un doble escaneado.
Se agradece la presencia de la pantalla ambiente, aunque se echan en falta más opciones de personalización, ya que hay solo unos cuantos relojes, analógicos y digitales, de aspecto extremadamente sencillo. Pero el mayor fallo es que esta pantalla ambiente no se queda permanentemente encendida, como en otras marcas. Eso sí, parece que se solventará en breve.
El OnePlus 8 supone un salto extraño, hacia adelante y atrás a la vez
Cuando pude analizar el OnePlus 7T hace medio año me alegré mucho del salto que OnePlus había dado con respecto al OnePlus 7. De hecho me pareció mucho más competente que su hermano mayor en todo.
No esperaba una revolución en el paso del 7T al 8, pero al menos sí mantener lo ganado en ese momento. Bajo casi cualquier punto de vista el OnePlus 8 es igual o mejor que su antecesor. El problema radica en que hay algunos puntos extraños.
El OnePlus 8 es más ligero, más compacto, tiene mayor batería, más potencia y más memoria. Pero es cierto que también tiene una pantalla muy similar, carece de carga inalámbrica y usa las mismas cámaras… o peores. Tanto la delantera como el objetivo principal trasero y el gran angular usa exactamente los mismos sensores que el OnePlus 7T. Pero por algún motivo cambia el telefoto por el macro, un movimiento absurdo.
El OnePlus 8 contará con un precio muy atractivo, algo que puede hacer que sea un éxito. Pero nos quedamos con la espina clavada. Si sólo se hubiera puesto un zoom óptico y carga inalámbrica…