Pocas empresas son capaces de diseñar y poner a la venta tantos móviles en cada año como Xiaomi. El querer estar en todas las gamas y segmentos del mercado lo requiere, pero hemos llegado a un punto en el que es casi contraproducente.
Xiaomi ha presentado en España hoy mismo nuevos modelos Redmi Note 10, dos terminales que se suman a una familia que ya se había presentado. Algunos de los integrantes ya pasaron por nuestra mesa de análisis, y hoy le toca el turno al Xiaomi Redmi Note 10S.
Características Xiaomi Redmi Note 10S
- Procesador – MediaTek Helio G95.
- Memoria RAM: 4/6 GB.
- Almacenamiento interno: 64/128 GB.
- Micro SD: sí.
- Tamaño: 6,43 pulgadas.
- Resolución: 2400 x 1080 píxeles.
- Tecnología: AMOLED.
- Tasa de refresco: 60 Hz.
- Relación de aspecto: 20:9
- Principal: 64 Mpx f/2.0.
- Gran angular: 8 Mpx f/2.2 y campo de visión de 118 grados.
- Sensor de medición de profundidad: 2 Mpx f/2.4.
- Sensor macro: 2 Mpx f/2.4.
- Otros: LED Flash.
- Resolución: 13 Mpx f/2.45.
- 4G/LTE.
- Dual SIM.
- Bluetooth 5.1.
- WiFi.
- Radio FM.
- Batería: 5.000 mAh.
- Carga rápida: 33 W.
- Motor de vibración linear con eje Z.
- Puerto infrarrojos.
- Protección IP 53.
- Lector de huellas en el lateral.
- USB-C.
- Jack de auriculares.
- Medidas:160.46 x 74.5 x 8.29 mm.
- Peso: 178,8 gramos.
- Versión de Android: 11.
- Interfaz del fabricante: MIUI 12.5.
Cómodo, bonito y sin lujos
Este Redmi Note 10S se parece mucho al Xiaomi Redmi Note 10 en su exterior, tanto que coincide al milímetro en dimensiones y en peso.
Tenemos un acabado en plástico tanto en el perímetro como en la zona trasera que hace que el móvil se sienta bien en la mano, pero sin una sensación a la que nos hemos acostumbrado bastante, de algo más de peso, de frío por el cristal o el metal…
Aun así, Xiaomi sabe que para recortar el precio hay que transigir en algunos aspectos y este es uno de ellos. Dicho eso, la ergonomía de este terminal es excepcional y la posición de los altavoces, sin ser la mejor, es muy correcta.
Y sí, hablamos en plural porque parece que Xiaomi se está acostumbrando a poner dos incluso en los terminales más baratos. Eso sí, no estamos ante un móvil con un sonido excepcional y es algo metálico.
La vibración también es un elemento a destacar y es que parece que aquí el fabricante también quiere diferenciarse de otras marcas con un motor que hasta hace poco era más común en móviles de 500 euros.
La resistencia al agua está presente mediante la certificación IP53, que hace que el móvil resista a salpicaduras o lluvia ligera, pero no a inmersiones.
Un móvil de este precio necesita mejor rendimiento
La mayor diferencia entre el Redmi Note 10 y el Note 10S es el procesador. En el modelo que hemos probado se ha optado por un chipset de Mediatek, un Helio G95, y se nota que el rendimiento en los juegos no es todo lo alto que lo era en los modelos más caros de esta familia.
Es posible que la GPU también tenga mucho que ver, y es que en títulos como Impact Third la caída de cuadros en las animaciones y gráficos es muy notable. Hemos tenido una experiencia muy diferente a la que vivimos con el Redmi Note 10 Pro. De hecho, he llegado a perder partidas muy ajustadas porque la caída de frames y el lag era notorio.
No quiere esto decir que no se pueda jugar en el móvil, pero claramente este modelo es mucho más recomendable para los que no juegan, o lo hacen a títulos como Candy Crush o GardenScapes.
Con la memoria no hemos tenido problemas y tanto los 6 GB de RAM como los 128 GB de memoria son cifras adecuadas para este rango de precios. Además, el almacenamiento interno usa tecnología UFS 2.2 que, si bien no es tan rápida como la 3.1 de la gama alta, se agradece a la hora de actualizar juegos muy pesados o mover archivos grandes.
En cuanto a la conectividad, tenemos Wifi de doble banda, Jack de auriculares, NFC y emisor de infrarrojos. También podemos ampliar la memoria interna hasta en 512 GB extras con una micro SD. Esta tarjeta no ocupará el espacio de una SIM ya que la ranura tiene tres bandejas.
Una pantalla sencilla, pero muy digna de la gama en la que está este móvil
Parece que Xiaomi ha decidido apostar muy fuerte por las pantallas OLED, una tecnología que hasta hace no mucho estaba reservada a la parte más alta de los catálogos de los diferentes fabricantes.
Si ya nos llamó la atención ver un panel con esta tecnología y 120 Hz de tasa de refresco en el Redmi Note 10 Pro, no deja de sorprender la presencia de este tipo de pantalla en este modelo que analizamos hoy.
Teniendo en cuenta el precio, y aunque se trate de un panel con tasa de refresco de 60 Hz, nos parece un acierto por parte de Xiaomi. La calidad de la pantalla es muy buena y la resolución no se ha penalizado, manteniéndose en los 2400 x 1080 px.
El brillo máximo es de 1100 nits, aunque eso sólo se alcanza de forma puntual cuando estamos a pleno sol, normalmente el máximo se queda en unos más modestos 450 nits. Eso sí, nos da la sensación de que el sensor de luminosidad baja demasiado el brillo en interiores algunas veces.
No tenemos bajo la misma el sensor de huellas, que se aloja en el lateral, pero sí una perforación que acoge la cámara frontal.
Lo que sí está presente es la Pantalla Activa, lo que permite usar el panel OLED para dejar encendido siempre ciertos píxeles y mostrar la hora, las notificaciones, y poco más, sin gastar mucha energía.
Por desgracia, no sobresale en el apartado fotográfico
El apartado fotográfico de este terminal es el típico de la gama media. Tenemos cuatro sensores, pero dos de ellos son casi obviables, ambos de 2 Mpx. Nos referimos al sensor que mide la profundidad para el modo retrato y el macro.
La cámara principal tiene un sensor de 64 Mpx, que es el máximo que admite este procesador. La calidad no es mala, pero la saturación de los tonos es muy baja, lo contrario que hacen los móviles de Samsung. Quizás sea para intentar tener una apariencia más realista, menos artificial, pero parece que se ha usado un ligero filtro de desaturación.
Además, en ocasiones tenemos la sensación de que se realzan demasiado los bordes de las fotos.
El gran angular tiene 8 Mpx y tenemos unos resultados algo ajustados para lo que vale este móvil. El detalle no es muy elevado por la resolución y en el procesado pasa lo mismo que en el sensor principal.
De noche tenemos una caída de la calidad que está por encima de lo que esperábamos. Esto se nota especialmente en los puntos de luz y en el ruido de las tomas, sobre todo en las zonas más oscuras. Como es lógico, esta caída también se aprecia en el sensor gran angular, sobre todo por la menor resolución, aunque el sensor principal hace las fotos por defecto a 16 Mpx, usando el Pixel Binning.
La calidad del video es justa, aunque podemos grabar a 4K con 30 cuadros por segundo. La estabilidad es buena y podemos alternar el sensor principal y el gran angular. En el análisis en vídeo tenéis algunas tomas.
La cámara frontal nos da una calidad muy mejorable. Si activamos el HDR tenemos la información de toda la escena, pero a costa de tener unos colores muy irreales. Si lo apagamos quemamos el fondo y solo se ve el primer plano. Lo mismo pasa con el video, que al menos tenemos que reconocer que estabiliza bastante bien.
Lo que si nos gusta es el apartado del software, con funciones que ya conocemos pero que no dejan de ser divertidas, como el video clonado, dual video, foto clonado, telemacro timelapse…
La autonomía está por encima de la media
La batería de este terminal es de 5000 mAh, lo que choca dado el escaso peso del terminal. Además, parece que la gestión de la batería del MediaTek Helio G95 es buena. Además, dispone de carga rápida de 33W, con un cargador compatible incluido en la caja.
En algunas pruebas de batería hemos estado jugando mucho bajo cobertura Wifi, hemos estado escuchando podcasts en exteriores con auriculares bluetooth y hemos hecho algunas fotos y vídeos, aunque no muchos. Hemos llegado a las 5 horas de pantalla con 24 horas de autonomía total.
En otras pruebas hemos jugado menos y usado el móvil menos en exteriores, hemos hablado más y usado apps sociales. En estos casos la autonomía es algo mayor, de unas 30 horas, pero también con más horas de pantalla, entre 6 y 7.
Una interfaz funcional pero no muy rápida
Hemos hablado del rendimiento de este móvil en el apartado correspondiente, pero hemos dejado una parte para este.
La sensación de fluidez en el uso diario de este terminal nos ha dejado algo confusos. Os lo explico con una analogía.
Imaginad que sabéis patinar, y que lo hacéis en un suelo de hormigón, no especialmente bien pulido. El rozamiento hace que, aunque cualquier impulso implique un desplazamiento, nuestro esfuerzo no se traduzca en un movimiento suficiente. Ahora imaginad que pasáis a patinar en una pista de hielo, y que cualquier impulso hace que el movimiento nos desplace más lejos.
El Redmi Note 10S usa una pista de hormigón. El sistema no es que vaya lento, pero nos da la impresión de que las animaciones, los elementos, no se mueven de forma tan eléctrica como en otros modelos. Y no tiene que ver con la tasa de refresco de la pantalla, aunque visualmente pudiera parecerlo.
Pese a eso, Xiaomi ha hecho un buen trabajo en MIUI 12.5 si bien se siguen echando en falta elementos de Android 11, como el menú domótico en el botón de encendido. Os contamos los pormenores en este video:
La personalización también sigue siendo lo más llamativo de esta interfaz. Hace unos días os contamos cómo podíamos cambiar la animación de arranque, o bootscrean, sin necesidad de hacer root.
Se mantiene Discover en el escritorio, la posibilidad de editar la cortina de notificaciones o personalizar los temas muy a fondo, incluso haciendo que parezca otra interfaz, como pasa en el tema Cyberpunk2077 que imita a Oxygen OS 11 de OnePlus.
El problema del Redmi Note 10S es la propia Xiaomi
Xiaomi tiene cuatro móviles entre los 15 más vendidos de los últimos meses, pero son móviles de coste muy bajo. La intención de la marca es hacer que el precio medio de los mismos suba y en modelos como este Redmi Note 10S se nota.
Serán dos las variantes que se pongan a la venta a partir del 11 de mayo. La más básica tiene 6 GB de RAM y 64 GB de memoria interna y costará 229.99 euros durante una promoción que durara 3 días, del 11 al 14 de mayo. Luego su precio será de 249.99 euros.
La versión que nosotros hemos analizado, con 6 GB de RAM y 128 GB de memoria interna costará 269.99 euros, un precio que se acerca demasiado a los 299.99 euros que cuesta el Redmi Note 10 Pro.
El Note 10 Pro tiene mejor pantalla, mejor procesador, mejor cámara y solo cuesta 30 euros más. Este es un bien ejemplo de cómo Xiaomi canibaliza las ventas de ciertos modelos con otros que cuestan casi lo mismo.
Habrá personas a las que esos 30 euros de diferencia le supongan un esfuerzo inasumible, pero serán las menos. Sin ser el Redmi Note 10S un mal móvil, salvo que lo queramos para jugar a títulos muy exigentes, su hermano mayor es una opción con mejor relación calidad precio.