ZTE llegó a ser una marca bastante reconocida en España en la época del ZTE Blade, uno de los primeros móviles de gama media que realmente merecían la pena. Esta firma también nos presentó propuestas dentro de la gama alta, con su familia Axon, que vuelve a estar disponible en España con el ZTE Axon 30 Ultra.
Nosotros hemos podido probarlo durante algunas semanas y hemos visto que ZTE ha querido volver por la puerta grande a nuestro continente. Este terminal derrocha calidad, ingeniería y pretende ser un rival de marcas como Samsung o Xiaomi.
Características ZTE Axon 30 Ultra
- Procesador: Qualcomm Snapdragon 888.
- Memoria RAM: 8/12 GB.
- Almacenamiento.
- Interno: 128/256 GB.
- Pantalla.
- Tamaño: 6,67 pulgadas.
- Resolución: Full HD+
- Tasa de refresco 144 Hz.
- HDR10+.
- Cámaras traseras.
- Sensor principal: 64 Mpx f/1.6 OIS.
- Ultra gran angular: 64 Mpx 120º campo de visión.
- Superhuman: 64 Mpx f/1.9.
- Teleobjetivo: 8 Mpx con zoom óptico x5 y zoom híbrido x10.
- Cámara delantera: 16 Mpx.
- Conectividad: 5G, 4G/LTE, Bluetooth 5.1, WiFi 5, GPS, GLONASS, NFC
- Otros:
- Conector USB-C.
- Sensor de huellas bajo la pantalla.
- Batería:
- 4.600 mAh.
- Carga rápida de 66W.
- Sistema operativo:
- Android 11
- Dimensiones: 161.5 x 73 x 8 mm.
- Peso: 188 g.
Buscando ser diferente, pero manteniendo la estética actual
Uno de los retos más importantes para los fabricantes de móviles en la actualidad es poder diferenciarse en diseño. La necesidad de los usuarios de tener una pantalla grande hace que sea muy difícil hacerlo en el frontal.
Sin embargo, ZTE ha apostado por una trasera algo distinta, con un acabado en gris mate en el que destaca el módulo de cámara, que recuerda algo al del Samsung Galaxy S21 Ultra. No obstante, tiene dos niveles, aunque uno de ellos se use solo para poner un eslogan de marketing.
El acabado es uno de los que menos huellas atrapa de los que hemos podido probar últimamente y la zona trasera se curva mucho en los laterales mayores hasta encajar con el marco de metal. Sin embargo, no llega justo al borde y en la mano eso da una sensación extraña, algo cortante.
Al principio pensaba que sería un problema, pero a medida que pasaban los días se me hizo más irrelevante, y finalmente no ha llegado a molestarme. También destaca la curvatura de la pantalla, muy acentuada, y que no gustará a los amantes de las pantallas planas.
En la parte inferior tenemos el puerto USB C, la bandeja para la dual SIM y el altavoz principal. Aquí apreciamos las dos carencias típicas de la gama alta, la bandeja de microSD y el Jack de auriculares.
Tenemos un altavoz secundario en el auricular, mucho menos potente que el principal, pero que logra dar sensación de sonido estéreo. El volumen que se alcanza es alto y no distorsiona, pero nos hubiera gustado ver el segundo altavoz en el marco superior, como hace Xiaomi.
Otro aspecto en el que ha trabajado ZTE es en el peso, de 188 gramos, muy por debajo del de sus rivales, algunos de los cuales supera los 220 gramos.
Un rendimiento de primer nivel, con mucha RAM
ZTE ha querido diversificar lo justo. En vez de tres o cuatro variantes ha creado dos, una pensando en ofrecer el precio más bajo, con 8 GB de RAM y 128 GB de memoria interna, y otra con el doble de memoria interna y 12 GB de RAM. Lo llamativo es que ninguna es demasiado cara.
Las dos tienen el Snapdragon 888 como procesador, y el rendimiento es excelente. Eso sí, como digo en el video, yo preferiría la opción más potente, por mi perfil de usuario, uno que juega mucho en el móvil y que valora mucho la RAM. Dicho eso, a la mayoría de compradores le recomendaremos el más económico.
No nos hemos encontrado ante ningún escenario en el que hayamos demandado más potencia de la que este dispositivo pueda dar.
En cuanto a conectividad, tenemos Wifi 6E, bluetooth 5.2, NFC… pero hay carencias como la de la ranura microSD, el emisor de infrarrojos, el jack de auriculares…
Además, aunque tiene dos altavoces, el sonido no es tan potente como en los modelos de esta categoría de Samsung o Xiaomi.
Una muy buena pantalla, que no alcanza a la gama más alta
Los fabricantes de móviles suelen diferenciar prestaciones según las gamas de sus productos. Por ejemplo, hemos visto cómo las tasas de refresco más altas sólo se ven en los modelos gaming. Sin embargo, ZTE ha querido subir el máximo de su Axon a los 144 Hz, algo que hasta ahora solo se veía en terminales diseñados para jugar. Eso sí, ahora sus RedMagic llegan a los 165 Hz.
Esto se aprecia, y mucho, en la fluidez con la que se mueve el sistema, que en ocasiones parece que vuela. No obstante, esto penaliza la autonomía, aunque hablaremos de ello en el apartado correspondiente.
El panel usado es OLED, y tiene una resolución FHD+, de 2400 x 1080 px, lo que supone una resolución menor de la que tienen modelos como el Xiaomi Mi 11, OPPO Find X3 Pro o el Samsung Galaxy S21 Ultra. No obstante, otras opciones como el Xiaomi Mi 11i, el Galaxy S21 Plus o el Asus Zenfone 8 sí que tienen esta cantidad de píxeles.
No creemos que esto sea un problema, aunque estemos ante una pantalla de gran diagonal (6.67 pulgadas en concreto), pero en función del precio de este terminal y de sus rivales, podría ser un factor importante para muchos usuarios.
Como esperábamos, la tecnología HDR10+ está presente, y se agradece a la hora de ver vídeos compatibles.
En cuanto al software, tenemos la posibilidad de cambiar el brillo, el modo de color, la temperatura de color… En general el comportamiento de la pantalla es muy bueno, pero el brillo automático parece más alto de lo necesario y, aunque eso hace que la experiencia sea mejor, el consumo de batería es demasiado alto.
El sensor de huellas se aloja bajo la pantalla, en una posición más alta que la que vemos en otros móviles, y eso nos parece un acierto. La velocidad de respuesta es buena, pero es que el desbloqueo facial es tan rápido que pocas veces hemos recurrido a la huella dactilar.
En definitiva, ZTE ha creado una muy buena pantalla para este Axon 30 Ultra, que sobre el papel no es como las de los mejores móviles, pero que ofrece una experiencia tan satisfactoria como se espera de un modelo de esta gama.
El primer móvil con triple cámara de 64 Mpx
Muchos móviles de la actualidad presumen de tener una cámara triple de 64 Mpx, o cuádruple de 108 Mpx. Eso significa que, de los tres o cuatro sensores que tienen, uno de ellos llega a esa resolución.
En el caso de ZTE la realidad es otra. La firma ha decidido usar tres sensores de 64 Mpx en tres de las cámaras traseras.
El sensor principal tiene 64 Mpx con una apertura de f/1.6 y es el equivalente a una lente de 26 mm, con un tamaño de sensor 1/1.72", 0.8µm de tamaño de píxel, enfoque PDAF, autoenfoque láser y estabilizador óptico de imagen.
La calidad con buena luz es realmente buena, y no sólo por la nitidez, sino por el rango dinámico, el realismo de los colores y el intento de acercarse a la realidad lo máximo posible, sin sobresaturar, ni lo opuesto.
De noche hemos obtenido algunas de las fotos más realistas que recordamos, sin buscar un HDR forzado ni necesitar el modo noche. Este el modo noche es algo artificial y, siempre que podamos, es mejor disparar con el modo normal.
El modo retrato también es muy bueno y recorta bastante bien, aunque siempre hay situaciones en las que se confunde, sobre todo cuando el fondo no es de un tono diferente, algo que pasa en prácticamente todos los móviles.
El sensor gran angular es también de 64 Mpx, con una apertura de f/2.2 y es el equivalente a una lente de 13 mm, con un tamaño de sensor 1/1.97", 0.7µm de tamaño de píxel y 120 grados de visión.
En este caso vemos cómo la calidad se mantiene, pero el efecto de deformación en ocasiones es muy elevado, en parte por los 120 grados, una cifra mucho más alta que en otros modelos. Aun así, se consigue el efecto que queremos. De noche el rango dinámico no es tan bueno, pero eso no quiere decir que sea malo, ni mucho menos.
Luego tenemos un sensor telefoto de 2 aumentos para retratos y zoom de corto alcance, con 64 Mpx, apertura f/1.9, equivalente a un 35 mm, tamaño de sensor de 1/1.97" y de píxel de 0.7µm, con enfoque PDAF.
Por último, tenemos un sensor prismático de 5 aumentos que permite un zoom óptico a la altura de los mejores, solo por detrás del S21 Ultra y Huawei P40 Pro Plus. Tenemos 8 Mpx, apertura f/3.4, equivalente a 123 mm, tamaño del sensor de 1/4.0", enfoque PDAF y estabilización óptica.
Estos dos sensores con zoom se complementan muy bien, siendo el primero para retratos normalmente y el segundo para fotos de arquitectura y similar, algo que siempre he valorado, aunque no sea algo que la gente use mucho.
La calidad de día es buena, pero de noche se ve la disminución de nitidez, normal en este tipo de cámaras.
Lo que sobra es el zoom digital de 60 aumentos, que incluso tiene un botón dedicado en la interfaz de cámara.
Los videos han resultado una sorpresa, sobre todo de noche, con una estabilización mucho mejor de lo que creíamos, similar a la vista en marcas como Samsung, y solo por detrás de Vivo y su gimbal. El gran angular también permite grabar, pero la cantidad de luz que le entra al sensor es mucho menor que con el sensor principal.
La cámara delantera es de 16 Mpx y nos permite grabar en FHD pero no en 4K. No es un problema, pero sí algo que debería mejorarse.
La calidad de las fotos es muy buena, pero en algunos escenarios hemos visto artefactos y situaciones algo raras al intentar compensar el fondo de la cara frontal, creando una suerte de halo en la cabeza. De noche sí que se aprecia aquí una pérdida de calidad, y es fácil sacar desenfocada una foto como no tengamos cuidado.
En cuanto al video, nos ha gustado el rango dinámico y la calidad, pero no la estabilización, que está lejos de la EIS disponible en marcas como OnePlus.
Una batería ajustada, y sin carga inalámbrica
La capacidad de la batería de este terminal es de 4600 mAh, una cifra adecuada, lejos de los 5000 de algunos modelos, pero también de los 4000 de otros. Tenemos carga rápida, de 66 W, pero no carga inalámbrica, algo que ya creemos necesario en este tipo de móviles tan costosos.
En la primera prueba de batería hemos estado haciendo uso del móvil sin conectarlo a la Wifi. Es más, hemos usado el móvil como punto de acceso para ver algunas series en un iPad, durante una media hora. También hemos visto video de Youtube durante 20 minutos, hemos hecho fotos, jugado y usado redes sociales. Y hemos hablado algo por teléfono. Todo con la tasa de refresco en modo automático. Hemos superado, aunque no por mucho, las 3 horas de pantalla con 24 horas de autonomía.
En la segunda prueba de batería hemos bajado la tasa de refresco a 60 Hz de forma permanente, para comprobar si podíamos mejorar la autonomía. Hemos usado el móvil de nuevo solo bajo cobertura móvil (3G y 4G en concreto). Hemos jugado, hecho fotos y usado apps sociales. Hemos llegado a las 4 horas y media de pantalla con 22 horas de autonomía.
En la tercera prueba de batería hemos vuelto a un uso mucho más normal. De hecho, hemos estado casi exclusivamente bajo Wifi, jugando y escuchando podcasts, pero sin hacer fotos o vídeos. Hemos llegado a las 6 horas de pantalla con 23 horas de autonomía.
ZTE ha mejorado su interfaz, pero sigue siendo demasiado llamativa
ZTE es una de las marcas que menos ha avanzado en su interfaz de Android. Todos sus rivales chinos han evolucionado desde estéticas coloridas y muy llamativas a otras más parecidas a Android 11 stock, al menos cuando llegan a Europa.
MyOS 11, así se llama la interfaz de esta marca, ha mejorado con respecto a versiones previas, pero aun así nos ofrece un diseño muy recargado, más propio de lo que gusta en países asiáticos que lo esperado en Europa. Aunque tiene un apartado de Temas en los ajustes, está en blanco, no pudiendo modificarlo. Algo parecido a lo que le sucede a OPPO.
Aun así, el funcionamiento es fluido y en el día a día vemos muchas opciones, aunque no tantas como en otras marcas. Se queda en un espacio extraño, con la estética de las interfaces chinas de antaño, pero sin tantas funciones como otras. Pese a todo, no será algo que nos haga descartar este modelo.
Como todos los móviles con Android 11 de serie, el Axon 30 Ultra tiene Discover en sus escritorios. Eso sí, no está del todo optimizado en la unidad que hemos probado y, aunque el desplazamiento funciona, no podemos abrir las noticias.
Lo contrario pasa en el menú domótico del boto de encendido, que permite activar y apagar luces, pero no nos deja deslizarnos para acceder a todas las que tengamos. Esperamos que esto se solvente con una actualización menor de software.
ZTE ha acertado en casi todo
Que una marca grande cree un dispositivo competente no es una sorpresa. Que lo haga una que fue grande antaño y que quiere volver a ser relevante en Europa sí lo es.
ZTE ha creado un dispositivo que coge lo mejor de muchos otros. Ha acertado en cámara, en diseño, en pantalla, en sonido, en elección de componentes internos… No es perfecto, y se echan de menos aspectos como el jack de auriculares o la carga inalámbrica.
Teniendo en cuenta que por el momento el fabricante venderá a través de su página web en España necesitaría un precio excepcionalmente agresivo para enfrentarse a las propuestas de Xiaomi, OPPO o Vivo. Y así será.
El ZTE Axon 30 Ultra con 8 GB de RAM y 128 GB de memoria interna costara 749 euros y el de 12 GB de RAM y 256 GB de almacenamiento, 849 euros. Son precios muy inferiores a los de sus rivales directos y eso hace que este móvil se convierta si no en una compra obligatoria, sí en una opción a considerar.
Pero la firma necesitara un marketing fuerte para volver a darse a conocer. Con todo, nos alegramos de la vuelta de ZTE, sobre todo con un terminal como este Axon 30 Ultra.