Samsung ha sido la marca hegemónica de móviles en España casi desde el nacimiento de Android. Le arrebató el trono a la todopoderosa Nokia e incluso logró que las empresas miraran a sus móviles en vez de a los de Blackberry.
Sin embargo, el empuje de las firmas chinas ha hecho que la compañía se haya tenido que reinventar en los últimos años, apostando por una tecnología que no deja de ser llamativa: los móviles plegables.
Aunque ya hemos visto modelos de Motorola o de Huawei con estos paneles, no hay duda de que es Samsung la que más lejos está llevando esta categoría, con una tercera generación de móviles que llega ahora y que ya hemos podido probar.
Samsung Galaxy Z Fold 3
El primero de los dos modelos es el más importante por prestaciones y tamaño. El Z Fold 3 es la tercera generación de terminales de gran pantalla, que se pliegan para obtener un tamaño similar al que tienen los móviles normales.
En cuanto a la sensación en la mano, el Fold 3 no es muy diferente al Fold 2, que sí supuso un salto con respecto a su antecesor. Es verdad que el modelo de 2021 es más pequeño en todas las dimensiones y más ligero, pero los cambios no son lo suficientemente llamativos como para suponer gran diferencia. Aún así, se agradece que los ingenieros de Samsung hayan logrado compactar el terminal sin disminuir las pantallas.
Y hablando de pantallas, se mantienen las dos diagonales, la interior de 7.8 pulgadas y la exterior de 6.7 pulgadas, pero mucho más alargada. Es en esta última donde más cambios vemos ya que el panel pasa a soportar hasta 120 Hz de tasa de refresco máxima, aunque es automática, no pudiendo forzar esa cifra.
Como dato casi anecdótico, decir que la tasa de fresco que asignemos, automática hasta 120 Hz o 60 Hz, se aplicará a la vez en las dos pantallas.
En el interior el cambio que vemos no es en la pantalla en sí, sino en la cámara. Por primera vez Samsung ha puesto una UDC en un móvil. Las cámaras bajo la pantalla (Under Display Camera) serán la tendencia en la segunda mitad del año y Samsung quiere abrir la veda, aunque técnicamente lo hizo ZTE hace unos meses.
El problema es que, en nuestras breves pruebas, hemos visto que la calidad de las fotos resultantes deja bastante que desear. No son tan malas como las vistas en el ZTE, pero desde luego son peores que las del Fold 2.
Es algo que podríamos haber dado por supuesto, pero parece un precio demasiado alto para lograr una sensación de continuidad en la pantalla, que es lo que buscaba Samsung en este modelo.
La cuestión es que incluso cuando la pantalla se activa encima de la cámara se aprecia claramente el recorte del sensor, y aunque llama menos la atención que en el Fold 2, no es totalmente invisible.
Las cámaras traseras no han cambiado mucho en hardware con respecto a las del año pasado, y no son tan llamativas como las de los S21, pero es algo comprensible ya que los Galaxy S están centrados en la fotografía, y los Fold no.
Otro punto a favor de este modelo es que ahora tiene resistencia al agua, algo impresionante dado que tiene partes móviles. Pero ojo, porque no tiene resistencia al polvo, lógico ya que la bisagra podría sufrir si entrara algo.
También se ha mejorado la resistencia, con el uso del cristal Corning Gorilla Glass Victus y un aluminio más resistente para el borde. También se ha mejorado la resistencia de la pantalla interior, algo que preocupa mucho en este tipo de móviles.
Con respecto a la potencia, hay poco que decir al tener opciones de RAM y ROM de amplias cifras y el Snapdragon 888 como procesador.
Otra de las novedades es el soporte para el S-Pen que tenían los Note y que también pudo usar el Samsung Galaxy S21 Ultra. Habrá dos modelos de lápices ópticos.
Uno de ellos no tiene bluetooth y funciona como un stylus normal. Se llama S-Pen Fold Edition. El segundo modelo cuesta más, es más grande y más versátil; incorpora bluetooth LE y permite el uso del mismo en el Fold y en el resto de móviles de Samsung compatibles con esta familia de accesorios.
En la batería no vemos cambio alguno, manteniendo no sólo la capacidad del Fold 2, sino también su velocidad de carga, de 25 W. Samsung debería dar un salto ya aquí, aunque no quiera llegar a los 65 o 100 W que proponen los fabricantes chinos.
Con respecto al software, Samsung ha creado una función experimental para hacer compatibles con su potente multitarea a todas las apps Android que instalemos. Obviamente esto podría no funcionar bien en algunas apps.
Aun nos queda mucho por probar de este modelo, como sus dos altavoces estéreos, la conexión 5G o la calidad de sus cámaras, incluyendo la delantera de 10 Mpx que no mencionamos antes.
Samsung Galaxy Z Flip 3
Pese a que para mi uso es mucho más práctico un Fold que un Flip he de reconocer que el Galaxy Z Flip 3 me ha sorprendido más que el Fold 3.
El motivo es que este modelo ha dado un salto notable desde su primera generación (el modelo 5G podría considerarse la segunda versión, pero no hay un Flip 2 propiamente dicho).
Se ha mejorado muchísimo la calidad de construcción, el diseño y los materiales. Además, la elección de color es muy acertada, sobre todo teniendo en cuenta que este es un móvil con un alto componente estético.
En cuanto al hardware, lo que más llama la atención es la pantalla externa, cuatro veces mayor que la del modelo anterior. Ahora es mucho más práctica y permite usar gestos, controlar el volumen e incluso pagar con el móvil sin abrirlo.
Cuando lo desplegamos aparece la pantalla interior, de 6.7 pulgadas, que ahora es capaz de alcanzar los 120 Hz de tasa de refresco. Por algún motivo, Samsung no ha querido aquí usar el sistema UDC por lo que se ve la perforación de la cámara, pero a cambio tenemos fotos mucho mejores.
En la parte posterior se mantienen las dos cámaras de 12 Mpx, el angular normal y el ultra gran angular. No hay teleobjetivo, algo que parece que las marcas dejan para los modelos más potentes y caros.
Y hablando de potencia, este terminal tiene 8 GB de RAM en todas sus versiones, en vez de los 12 del Fold. Pero lo que comparte con el modelo mayor es el procesador, el Snapdragon 888. Esta vez Samsung no ha recortado en el chipset.
El último salto notorio es el del sonido. El Flip 3 tiene dos altavoces para lograr un sonido estéreo. Eso si, no esperéis la misma calidad y potencia del Fold 3, pero he de reconocer que me ha gustado tanto como en los S21, lo que es muy bueno.
Conclusión
Samsung ha querido mejorar sus móviles plegables a la vez que realizaba un ejercicio de contención en los precios.
No nos engañemos, los terminales con pantallas flexibles siguen siendo caros para el usuario medio, pero poco a poco se acercan a los precios de la gama alta.
El Samsung Galaxy Z Fold 3 tiene un precio de 1.809 euros para la versión con 12 y 256 GB y de 1909 euros para la de 12 y 512 GB.
El Samsung Galaxy Z Flip 3 tiene un precio de 1.059 euros para la versión con 8 y 128 GB y de 1109 euros para la de 8 y 256 GB.
Como veis, en todas las configuraciones hablamos de móviles de más de 1.000 euros, pero esa cifra hace tiempo que dejo de ser el límite al hablar de móviles.
Para que estos terminales sean masivos deberán bajar mucho su coste, pero es cierto que, sobre todo en el caso del Flip, hay móviles más caros que no ofrecen la extravagancia y la versatilidad de los móviles plegables.
Esta tercera iteración en esta tecnología ha sido un paso adelante por parte de Samsung. No ha sido un salto enorme, pero tampoco hemos visto fallos o traspiés, con la excepción quizás de la cámara UDC, que tendremos que probar a fondo para poder confirmar si ha sido o no un acierto el ponerla.
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