El verano ha sido testigo de varias presentaciones de móviles, pero sin duda Samsung ha ejecutado la más interesante, la de los Galaxy Z Fold 3 y Z Flip 3. Hace unas semanas tuvimos una primera toma de contacto con este móvil, pero no ha sido hasta ahora que hemos podido probarlo a fondo.
Tenemos que dejar claro que, al contrario que el Flip 3, este terminal no está pensado para un público masivo. El Z Fold 3 es un terminal de precio alto, de peso alto y de prestaciones muy concretas, que hacen que su enfoque no sea el mismo que el de los demás móviles de gama alta de Samsung.
Nosotros hemos estado una semana usándolo de móvil principal y hemos tenido muy buenas sensaciones, siempre siendo conscientes de lo que llevábamos en el bolsillo.
Características Samsung Galaxy Z Fold 3 5G
- Procesador: Snapdragon 888.
- Memoria RAM: 12 GB.
- Almacenamiento interno: 256 /512 GB.
- Pantalla externa: Dynamic AMOLED 6,2 pulgadas con resolución HD+ de 2.268 x 832 píxeles y 120 Hz de tasa de refresco.
- Pantalla interna: Dynamic AMOLED 7,6 pulgadas de tamaño con resolución QXGA+ de 2.208 x 1.768 píxeles y 120 Hz de tasa de refresco.
- Corning Gorilla Glass Victus.
- Gran angular: 12 Mpx (f/1.8, 83°, 26 mm FOV 123º)
- Ultra gran angular: 12 Mpx (f/2.2, 123°).
- Telefoto: 12 Mpx (f/2.2, 46°, 28 mm, Dual OIS zoom óptico x10).
- Pantalla externa: 10 Mpx f/2.2.
- Pantalla interna: Sensor bajo pantalla 4 Mpx f/1.8.
- 5G.
- 4G/LTE.
- Dual SIM.
- Bluetooth 5.2.
- WiFi ac.
- Radio FM.
- Batería: 4.400 mAh.
- Carga rápida:
- Puerto USB-C.
- Sensor de huellas en un lateral.
- Soporte a S Pen Pro.
- IP68.
- Dimensiones plegado: 67,1 x 158,2 x 14,4 mm.
- Dimensiones abierto: 128,1 x 158,2 x 6,4 mm.
- Peso: 271 gramos.
- Versión de Android: 11.
- Interfaz del fabricante: ONE UI 3.1.
Cambiando lo que hacemos con el móvil
Samsung tiene claro que los plegables son el futuro, pero no todos los plegables son iguales.
Modelos como el Z Flip 3 intentan ser un móvil normal que, cuando hace falta, se hace pequeño para ser guardado. Es cierto que algunas funciones añadidas hay, como el poder usarlo de trípode para las videollamadas, o el pagar con él cerrado, pero en esencia es un móvil tradicional.
El Galaxy Z Fold 3 también podría pasar por un móvil normal cerrado si no fuera por su extremo peso y grosor. Pero es comprensible, porque se despliega.
Y es ahí donde tenemos la clave del móvil, en una pantalla interna que puede cambiar la forma en la que lo usamos. De hecho, he estado analizando una tablet mientras analizaba también este smartphone y el uso que he hecho de ambos ha sido similar.
Bueno, hablo del Fold abierto, cerrado se usa de otra forma, claro. Y aquí he de dar un tirón de orejas a Samsung porque cuando no lo abrimos el teclado externo es algo incómodo de usar, seguramente por lo estrecho de la pantalla.
Pese a eso, es obvio que Samsung busca potenciar la productividad o el entretenimiento en terminales como este, que son muy efectivos a la hora de mostrar contenido a más personas, hacer alguna presentación rápida o directamente jugar.
Estéticamente es casi un Fold 2
El año pasado asistimos a un salto notable cuando Samsung pasó del Fold original a la segunda versión. Este año no ha sido así, ya que el Fold 3 es muy similar a su antecesor.
Personalmente me gustaba más el color y el diseño del módulo de cámara del Fold 2, pero al menos en el 3 tenemos un peso algo menor (no mucho) y unas dimensiones algo más contenidas (de nuevo, no mucho).
Pese a eso, parece que Samsung no quiere arriesgar demasiado cambiando un diseño que parece que, al contrario de lo que muchos temían, ha resistido el paso del tiempo. Sí, un año no es mucho tiempo, pero había dudas sobre la resistencia de la bisagra, de la pantalla, etc.
Pese a que es algo que puede resultar obvio, hay que resaltar el peso de este modelo, de nada menos que 271 gramos, algo que a muchos les echará para atrás, pero que hay que comparar también con el de tablets de 7 u 8 pulgadas de pantalla.
En realidad no está muy lejos de los 240 gramos del iPhone 13 Pro Max, pero aún así son cifras que se notan mucho en la mano, sobre todo cuando usamos el terminal plegado, con la pantalla externa.
Donde sí hay mejoras es en la resistencia al agua ya que este modelo tiene certificación IPX8. Es decir, soporta el agua como los S21, pero no las motas de polvo, arena y demás, algo normal por la presencia de la bisagra.
No hay quejas de rendimiento o velocidad, pero el Snapdragon 888 se sigue calentando
Samsung mejoró el Flip 3 con el uso de un procesador de primer nivel. En este caso tenemos el mismo chipset, con 5G, y tenemos el mismo inconveniente, el calor.
No estamos ante un caso como el del Xiaomi Mi 11 Ultra, donde vimos que el terminal se calentaba demasiado, pero sí que se nota el incremento de temperatura. Qualcomm debería mejorar esto (y los consumos) de sus próximos procesadores de gama alta.
En cuanto al rendimiento, no tenemos problemas en juegos, aplicaciones exigentes ni en la multitarea, algo que es lo que esperábamos dada la gran potencia del terminal y su RAM, de 12 GB.
Es más, este modelo está pensado para ser usado como ningún otro móvil, con más aplicaciones abiertas, con las dos pantallas a veces funcionando a la vez... y no hemos tenido problemas.
Samsung sigue teniendo algunas de las mejores pantallas en Android
Y hablando de pantallas, de nuevo un elemento que hace único a este modelo es la presencia de dos pantallas.
La externa, de 6.2 pulgadas, está diseñada para ser usada a una mano, y se nota mucho cuando intentamos escribir a dos manos. La parte menor es tan pequeña, la pantalla es tan estrecha, que en ocasiones tenemos problemas a la hora de pulsar las teclas.
Seguramente Samsung no quiera hacer la pantalla más ancha para que cuando se abra no tengamos un móvil cuadrado.
La calidad del panel es muy buena, con un brillo elevado y unos colores propios de un panel OLED.
Pero es en el interior donde Samsung se explaya, con una pantalla de 7.6 pulgadas y resolución FHD+, con una tasa de refresco de 120 Hz, aunque funciona de manera automática, y compatibilidad con HDR10+.
Por si fuera poco, el brillo máximo puede llegar a los 1200 nits, aunque de forma puntual. Pero vamos, que no hemos tenido problemas con el brillo en ningún momento.
No podemos hablar de la pantalla sin mencionar la arruga que, al menos por ahora, tienen todos los plegables en su pantalla central. El Samsung Galaxy Z Fold 3 no es una excepción, pero es posible que debido a que no es ni el primero ni el segundo móvil de este tipo que pruebo, ya no me llama tanto la atención.
Me ha recordado a los primeros móviles con notch. Al principio parece que llaman mucho la atención pero, en el día a día, solo es así si miras y buscas ese elemento. Con la arruga de la pantalla es similar, aunque es cierto que en ocasiones pasamos el dedo encima y se nota.
Soporte para Stylus... aunque sin alojarlo dentro
Al igual que a principios de año Samsung hizo compatible el S21 Ultra con el S-Pen que hasta entonces sólo se veía en los Note y algunas tablets, ahora ha hecho compatible su lápiz óptico con el Fold 3.
El diseño del lápiz cambia ligeramente para permitir su uso en la pantalla plegable, no tan resistente como la de los móviles normales.
El uso es el mismo que podemos hacer en otros modelos de Samsung, aunque hay que recordar que la unidad de cesión es la que no tiene bluetooth. Hay otro SPen con más funciones.
Pero el problema no es ese, sino que necesitamos una funda especial para llevarlo encima, algo que no es práctico sobre todo porque el Fold 3 ya es de por sí grande y pesado.
Esperemos que dentro de un año se integre dentro del cuerpo, como se rumorea que pasará en el S22 Ultra.
Cinco cámaras, una de ellas bastante peculiar
Vamos a empezar este apartado con el elefante en la habitación. Un elefante en forma de cámara que se oculta bajo la pantalla.
En los últimos años hemos visto a marcas como ZTE o Xiaomi presentar terminales que escondían la cámara delantera bajo la pantalla, disminuyendo la densidad de píxeles para poder captar luz y hacer fotos.
Samsung ha querido implementar esta tecnología en el Z Fold 3 y hemos de reconocer que le ha salido bien por un lado, aunque no por el otro.
La parte positiva es que en el uso diario la cámara pasa totalmente desapercibida. Es más, he tenido que caer en hablar de ella ya que ni recordaba que estaba ahí, al no hacer muchas videollamadas.
La parte negativa es que la calidad del video o de las fotografías no es la que esperaríamos de un móvil que parte de los 1809 euros.
Si pasamos a las otras cuatro cámaras tendremos una experiencia muy similar a la vista en los Fold 2 o Galaxy S20. No, no en los Galaxy S21.
Los tres sensores traseros se comportan bien, pero tenemos los fallos normales, como que el teleobjetivo no funciona bien con baja luz (es normal y le pasa hasta al iPhone 13 Pro), o que la resolución es justa si queremos ampliar.
Pese a todo, el apartado fotográfico aprueba aunque no saca una nota elevada. No es este un terminal en el que se fijen los fotógrafos o amantes de la fotografía, para eso están los Galaxy S.
El Galaxy Z Fold 3 tiene que ser un smartphone que cumpla en otros apartados, con nota, y que aquí no decepcione. Y no lo hace.
En algo tenía que flaquear...
Samsung ha sido muy conservadora en cuanto a velocidad de carga con sus móviles. Parece que el grave incidente con los Galaxy Note 7 aún afecta a las estrategias de la marca.
El problema es que lastra la experiencia de móviles como este Fold 3, que a la hora de cargar se notaba como un móvil anticuado.
Por cable la velocidad máxima es de 25 W, si tenemos un cargador compatible, claro, porque no hay ninguno en la caja. De forma inalámbrica la velocidad es de 11 W, casi cinco veces menos que el OnePlus 9 Pro que uso como móvil principal.
Poder probar terminales como el Xiaomi 11T Pro hace que la forma de pensar con respecto a las cargas de un móvil cambie, y el Fold me ha llevado de vuelta a momentos que yo creía superados.
En cuanto a la autonomía, hemos notado cómo el aumento de la tasa de refresco afectaba mucho a este apartado. Las pruebas que hemos realizado con los 120 Hz activos han llegado a otorgarnos unas 3 horas y media de pantalla con 24 horas de autonomía total.
Sin embargo, cuando hemos puesto la tasa de refresco en 60 Hz el consumo ha permitido rozar las 5 horas de pantalla con el mismo tiempo global entre carga y carga, poco más de 24 horas.
El software supone un gran paso adelante
Lo mismo que tenemos que decir que en cuanto a diseño y potencia no encontramos excesivas diferencias entre este modelo y su antecesor, no es así en software.
Se nota que Samsung ha tenido más tiempo para desarrollar sus mejoras en One UI pensadas para pantallas plegables.
Hay una que merece especial atención, y se encuentra dentro de la sección Labs. Con ella podremos forzar a que cualquier aplicación se pueda usar a pantalla completa, aunque no se haya desarrollado para ello. Obviamente puede haber algún inconveniente, aunque nosotros no los hemos tenido.
Como veis en la imagen superior, Instagram es una de las aplicaciones que se ven más afectadas. Eso sí, tenemos que tener en cuenta que perdemos información cuando abrimos las historias, por ejemplo.
En juegos como Hearthstone todo son ventajas ya que la interfaz del juego se adapta perfectamente, al estar diseñado para pantallas de todo tipo de proporciones y tamaños. Directamente pasamos de la interfaz móvil a la que el juego usa en ordenadores.
A esto tenemos que sumar las opciones de uso de aplicaciones a pantalla partida, con ventana flotante e incluso la activación de una barra de iconos en el lateral derecho que funciona de manera similar a como lo hacen las barras de Mac OS o de Windows.
Samsung va en la dirección correcta
Pese a haber sido anunciados a la vez, el Flip 3 y el Fold 3 son dispositivos muy diferentes. Uno cuesta casi la mitad que el otro, uno está pensado para el público masivo y otro no...
Pese a que lo fácil es recomendar el Flip, ese modelo es un terminal normal que se puede doblar para ser guardado. El Fold es mucho más, sobre todo gracias al software.
Samsung deja claro con un precio que supera los 1800 euros que es un terminal exclusivo y diferente. Y es cierto.
Obviamente el coste hace que se descarte como recomendación inmediata por mucho que nos haya gustado, pero sí que lo vemos como un producto muy adecuado para sustituir, por ejemplo, a un smartphone y a un iPad Mini.
Si Samsung sigue en esta línea, baja los precios y mejora el software (además de las cámaras) puede hacer que los plegables sean importantes mucho antes de lo que creíamos.
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