Nothing phone (1), análisis y opinión: es diferente, pero no por lo que crees
Nothing ha presentado su primer teléfono, y nosotros hemos podido analizarlo. Tenemos claro que este no es un móvil normal.
15 julio, 2022 11:00Tras muchos meses de rumores y filtraciones hemos podido ponerle las manos encima a uno de los smartphones más esperados del año, el Nothing phone (1). Este dispositivo es un teléfono con Android, pero la empresa se ha esmerado en ofrecer algunas características distintivas. La duda es si podrá crear una atracción suficientemente alta como para competir en un sector donde hay gigantes como Xiaomi, Apple o Samsung.
La idea detrás del Nothing phone (1)
Aunque Nothing es una empresa de reciente creación, sus fundadores no son novatos. El CEO, Carl Pei, fundó OnePlus hace ya unos años, y eso es algo que marca parcialmente el recorrido de la nueva compañía.
Nothing ha querido crear un terminal equilibrado que aporte lo justo al cliente sin tener que subir mucho el precio. Es el motivo por el que no han optado por procesadores de la gama más alta o por tecnologías especialmente rompedoras.
[Hemos probado el Nothing phone (1), y su idea no tiene competencia]
Con todo, invitan a realizar acciones no vistas hasta ahora, como poner el móvil boca abajo. Por un lado intentan que desconectemos parcialmente de la tecnología. Por otro, saben que es la única forma de destacar en diseño, porque boca arriba son todos los teléfonos iguales.
Nothing se está centrando en usuarios que valoran la moda y el diseño, pero también apuntan a los usuarios más geeks.
Características Nothing phone (1)
- Qualcomm Snapdragon 778G+.
- Memoria RAM: 8 / 12 GB.
- Almacenamiento interno: 128 / 256 GB.
- Tamaño: 6,55 pulgadas.
- Resolución: FHD+ (2400 x 1080 píxeles).
- Tecnología: AMOLED.
- Tasa de refresco: 120 Hz.
- Principal: 50 Mpx.
- Gran Angular: 50 Mpx.
- Otros: LED Flash.
- Resolución: 16 Mpx.
- 5G.
- 4G
- Bluetooth 5.2.
- Wifi 6.
- Sensor de huellas en pantalla.
- Batería: 4500 mAh.
- Carga rápida: 33 W.
- Carga inalámbrica: 10 W.
- Carga reversible: 5 W.
- Puerto USB-C.
- Doble altavoz.
- Dimensiones: 159.2 x 75.8 x 8.3 mm.
- Peso: 193.5 g.
- Versión de Android: 12.
- Interfaz del fabricante: Nothing OS.
Un diseño claramente diferente
La idea que trasciende a los productos de Nothing es la apuesta por el diseño. Esto se ve en su web, su logotipo y sus productos. Ya lo vimos en los auriculares y ahora le toca el turno al teléfono.
El Nothing phone (1) usa un marco de metal que aporta una buena calidad y una sensación de agarre más parecida a la de un móvil de gama alta que a la de un terminal barato. Dicho eso, aún no está a la altura de rivales como el Vivo V23 5G. Eso sí, al usar aluminio en vez de otros metales hace que el terminal sea mucho más ligero de lo que esperaríamos.
La compañía ha apostado por un doble cristal, cosa que no ha hecho, por ejemplo, Google en su Pixel 6a, otro de los grandes rivales de este modelo.
El frontal también muestra un cuidado especial al tener la pantalla los cuatro marcos del mismo grosor, algo que hemos visto en los iPhone y poco más. Eso sí, da la sensación de que se podría haber reducido el grosor de los marcos mayores y el superior, a costa de romper la simetría. Que eso sea o no un acierto queda a juicio de los usuarios, porque es una cuestión estética.
El móvil tiene otros detalles que se agradecen, como el doble altavoz (aunque no llega a la altura de lo que ofrece Xiaomi y su calidad a veces es algo cuestionable) y una resistencia al agua justa, IP53.
Pero lo más llamativo de este móvil es su parte trasera. Nothing ha querido llevar el lenguaje de diseño con elementos transparentes de los Nothing ear (1) a un teléfono, tanto en el modelo blanco como en el negro.
La unidad que nos han cedido es la oscura, y en ella parece que las piezas con texturas y el cargador inalámbrico no lucen tanto como en la clara, aunque hay que reconocer que los LEDs lo hacen mucho más.
La parte trasera tiene cinco zonas de luz que aglutinan más de 900 LEDs y que permiten saber el estado de la carga del móvil, si estamos usando la carga inalámbrica inversa y mucho más, como veremos cuando hablemos de la interfaz Glyph.
Gran rendimiento en el día a día, no tanto en juegos
Los diseñadores del Nothing phone (1) tenían claro que iban a priorizar la experiencia de usuario por encima de las especificaciones. Eso se ha visto en la elección del procesador, un Snapdragon 778G+, un chipset de gama media tuneado para poder admitir carga inalámbrica.
El rendimiento de este procesador es bueno en el día a día, y las modificaciones al sistema que ha hecho Nothing hacen de este móvil uno de los más fluidos que hemos visto jamás. Nos ha recordado a los primeros móviles de OnePlus.
La RAM, de hasta 12 GB, y la memoria interna, de hasta 256 GB, van en la línea de lo que esperaríamos de un gran terminal de gama media, pero eso no quiere decir que no hayamos encontrado algunos obstáculos.
A la hora de ejecutar juegos intensivos en el uso de gráficos y de procesamiento el terminal ha demostrado estar lejos de los modelos de gama alta, e incluso de los modelos de gama media con precios solo ligeramente superiores pero que usan chipsets de la serie 800 de Qualcomm.
Incluso el calentamiento del marco ha sido notable a la hora de ejecutar algunas tareas en Honkai Impact Third, aunque en la mayoría de sesiones de juego no ha dado problemas.
El mayor problema que hemos visto en cuanto a la velocidad y la fluidez es que el desbloqueo facial es muy errático. Demasiadas veces no ha funcionado y hemos optado por el sensor de huellas. Este, al contrario que el desbloqueo por cámara, es eficaz y rápido, aunque el área de detección no sea especialmente grande.
Está claro que Nothing ha apostado por un móvil pensado para una inmensa mayoría de personas que hacen mil cosas con su teléfono, pero no juegan, o al menos no lo hacen a títulos especialmente exigentes. Cierto es que los que usamos este tipo de juegos solemos mirar a otro tipo de smartphones.
La conectividad del móvil está fuera de toda duda, con NFC, Wifi 6, bluetooth 5.2, GPS... pero sin jack de auriculares, ranura para microSD o radio FM. En esto también se parece a los modelos de gama alta.
Una buena pantalla que no acaba de brillar
El panel del phone (1) es uno que, sobre el papel, tiene las especificaciones necesarias para lucir perfectamente.
Con una diagonal de 6,55 pulgadas, una resolución FHD+ de 2400 x 1080 píxeles y una tecnología AMOLED con tasa de refresco de hasta 120 Hz podemos pensar que estamos ante una pantalla más que decente. Y la realidad es que es buena, pero no perfecta.
El mayor inconveniente es su brillo, de 500 nits en modo normal y con posibilidad de crear un pico de hasta 1200 nits cuando haga falta. En el día a día hemos visto cómo este brillo medio se queda corto, y la pantalla muestra más reflejos de lo que nos gustaría.
Además, en un par de ocasiones, cuando activamos el modo noche sin luz azul en una interfaz negra, vemos velos rojos en las letras blancas sobre fondo negro.
El HDR10+ está presente, lo que permite disfrutar de contenido multimedia como en terminales más caros.
Apostando por la calidad de imagen, no por el número de cámaras
Por fin. Llevamos mucho tiempo pidiendo a las marcas que dejen de poner sensores inútiles en los terminales. Esos macros de 2 Mpx y los sensores de profundidad que no hace nada han sido una lacra, y Nothing no se ha sumado a la moda.
Este terminal cuenta con dos sensores traseros de 50 Mpx, un angular normal y un gran angular. No, no son de la misma calidad aunque tengan la misma resolución, pero son dos buenas cámaras para un móvil de menos de 500 euros.
La cámara principal usa un sensor IMX776 con estabilización óptica, el sensor de moda para la gama media, un elemento que funciona bien y que permite una calidad que, no hace muchos años, hubiéramos esperado de la gama alta.
De noche la calidad baja, pero controla bastante bien el ruido y las imágenes no salen empastadas. Vamos, que este sensor cumple en todas las circunstancias.
Nos ha gustado especialmente la grabación de vídeo nocturna, con un control de la trepidación muy bueno, casi al nivel de los modelos de gama alta. Se nota que el modo noche actúa incluso en vídeo. Esto aplica incluso cuando usamos el zoom digital para grabar con un aumento de 2x.
El gran angular, el JN1 de Samsung, con 50 Mpx, mantiene la misma resolución, pero no la misma calidad. De día los resultados son correctos, con un buen rango dinámico y un detalle aceptable, aunque con una fortísima distorsión, propia de un gran angular, pero que otras marcas matizan.
De noche este gran angular sufre más de lo que hubiéramos esperado, y es fácil que la imagen salga algo movida o sin mucho detalle. Con todo, si ponemos algo de cuidado la calidad está en la línea de lo que podemos esperar de un gran angular de gama media.
La cámara frontal, de 16 Mpx, sirve con buena luz, aunque si sacamos tomas a contraluz o con el sol bajo los destellos se hacen notar.
De noche el grano y el ruido son notables, aunque los colores están bastante bien logrados. Eso se aprecia sobre todo en el vídeo, que no está muy estabilizado y que tiene muchísimo ruido.
En definitiva, el apartado fotográfico trasero está entre lo excelente de su cámara principal y lo correcto del gran angular, pero del delantero tiene mucho margen de mejora.
Carga equilibrada para una autonomía estándar
El Nothing phone (1) es un terminal único al ser el único gama media que ofrece carga inalámbrica. Aunque usa una velocidad máxima de 15 W nos parece un gran acierto que la tenga. También puede cargar otros accesorios a 5 W, y seguro que esto se ha implementado para poder cargar los Nothing ear (1).
La parte negativa es que este modelo no ofrece cargador en la caja, algo que ya hemos visto en marcas como Apple y Samsung. Como suele ser normal, la empresa habla de motivos ambientales, y aunque esto es muy plausible, no serán pocos los usuarios que se sientan defraudados.
Dicho eso, el comprador medio de esta marca seguro que tiene más de uno y dos cargadores en su casa, y mucho nos tememos que esta política acabará siendo masiva en unos años.
En la primera prueba de batería hemos hecho un uso bastante intenso del móvil, con muchas fotos, vídeo, partidas a Honkai Impact Third y HearthStone... Hemos llegado a las 3 horas y media de pantalla con 24 horas de autonomía total.
En la segunda prueba de batería hemos estado jugando más, hablando por teléfono y usando redes sociales, pero no hemos hecho fotos o vídeos. Hemos llegado a las 4 horas de pantalla con 20 horas de autonomía total.
En la tercera prueba hemos hecho uso del móvil exclusivamente en interiores bajo Wifi, y las cifras han sido similares, aunque hemos jugado algo más que en anteriores pruebas. Hemos llegado a las 3 horas y media de pantalla con 22 horas de autonomía total.
En la cuarta prueba hemos estado en exteriores, haciendo fotos y vídeos. No hemos jugado mucho, aunque hemos hablado por teléfono y usado redes sociales. Hemos llegado a las 3 horas y cuarto de pantalla con 23 horas de autonomía total.
Una interfaz nueva, que funciona bien
En Nothing tienen claro que quieren ser la marca con la versión de Android más pura después de Google. Y somos conscientes de que si se mira la interfaz podría parecer algo raro de afirmar.
Nothing ha llevado su lenguaje de diseño casi industrial a Nothing OS, que es como se llama la capa que corre sobre Android 12. Tenemos una tipografía muy llamativa, con animaciones muy fluidas y elementos que destacan incluso desde que arrancamos el móvil por primera vez.
La configuración de la red Wifi, el escaneo de la huella, todo muestra un diseño propio que, no obstante, no oculta del todo Material You, el lenguaje de diseño de Google. Esta dualidad es llamativa, y no parece que sea un fallo, pero a muchos usuarios les chocará porque a veces parece que no se ha integrado del todo. Pese a eso, a nosotros nos convence.
Las aplicaciones que vienen preinstaladas son las mismas que vendrían en un Pixel junto a la de cámara y la grabadora de sonido. Ambas están diseñadas desde cero, pero será lo único que venga preinstalado. Aquí no hay apps de otras tiendas, anuncios ni nada parecido.
La inclusión de Nothing en el sistema, además de la interfaz, se limita a esas dos apps y sus sonidos propios, widgets y fondos de pantalla. Y hablando de widgets, Nothing ha creado una nueva forma de modificar los iconos para cuadruplicar su tamaño y hacer que parezcan widgets, y ha hecho lo mismo con las carpetas, aunque simplemente amplía el área de las mismas e iguala el tamaño de los iconos a los externos. La aproximación de Honor con su launcher es mejor.
La zona de las notificaciones amplía su uso al permitir la interacción con accesorios de forma rápida. Y nos referimos a auriculares... o a coches de Tesla. Esta sección de la interfaz nos permitiría controlar ciertos aspectos del coche sin abrir la app.
Entre los widgets destaca una galería de NFTs, algo que parece más una respuesta a una moda que otra cosa.
Con respecto a las actualizaciones, la marca garantiza 3 años de actualizaciones de Android y 4 años de parches de seguridad, aunque serán bimensuales, no cada 30 días. Esta política prácticamente igual a la de Google, pero aún no alcanza a la de Samsung, que sigue siendo la más potente.
La interfaz nos ha gustado, pero hemos visto algunos problemas con aplicaciones como Google Maps, que se ha quedado bloqueada, y con HearthStone, que no mostraba bien los textos. Eso sí, tras una actualización del juego en un momento dado del análisis hemos podido jugar sin mayores problemas.
Es lógico que una primera versión de una nueva capa tenga fallos, pero esperamos que sean solucionados antes de que el móvil se ponga a la venta. Nosotros hemos actualizado el terminal a Nothing OS 1.0.2, la última versión disponible, y parece que la marca se está tomando en serio el tema de la corrección de errores.
Interfaz Glyph
Una de las características más curiosas de este móvil es el panel de 900 LEDs que tiene en la parte trasera y que sirve como LED de notificaciones, pero con esteroides.
La idea, según nos han contado en Nothing, es que puedas ponerlo boca abajo en la mesa y que sean las vibraciones y las luces las que te digan quién te está llamado o qué notificaciones tienes.
Esto es posible ya que con la interfaz Glyph podemos poner patrones y sonidos únicos a cada contacto, pero la funcionalidad nos parece limitada. Es decir, si tienes multitud de reuniones al día, o si trabajas de cara al público y no puedes mirar el móvil constantemente, entonces los LEDs ayudan. Cuando cargamos el móvil también podemos ver el nivel de la carga en el LED inferior.
Lo vemos como algo simpático, que hace que la estética sea diferente, pero no algo como para comprar el móvil por encima de otros modelos. Al menos con las funciones actuales.
El Nothing phone (1) intenta la cuadratura del círculo
Crear una nueva marca de tecnología es complicado, y hacer lo mismo con un móvil aún más.
Nothing ha dado un gran primer paso, con un acercamiento diferente al que suelen tener otras marcas. La firma londinense ha priorizado el diseño y la usabilidad, además de la fluidez del sistema. En un mundo en el que hay carreras por los Mpx en las cámaras o por ver quién tiene el Antutu más largo esto se agradece.
También es un acierto que se hayan centrado en crear un móvil de gama media, aunque para ello se haya sacrificado parcialmente el rendimiento. Seamos sinceros, por mucho que me hubiera gustado disfrutar más de mis juegos en este móvil he de reconocer que la carga inalámbrica, el diseño diferenciador y lo fluido de Nothing OS compensan mucho más a la mayoría de compradores.
Nothing quiere acercarse al mayor número de consumidores posible, y para ello han intentado la cuadratura del círculo. Es algo imposible, sí, pero se han quedado lo suficientemente cerca.
Los precios de los diferentes modelos también ayudan a que sea objeto de consideración, sobre todo para los que se niegan, o no pueden, pagar 1000 euros por un móvil con una gran experiencia de usuario.
Los 469 euros del modelo de 8 GB de RAM y 128 GB de memoria interna, los 499 del de 8 y 256 GB o los 549 del de 12 y 256 GB nos parecen precios muy acertados. No especialmente caros, no especialmente baratos.
Y ahí es donde también juega Nothing, en ofrecer un producto que, sin buscar ser el más económico, no tenga en el coste una losa insalvable.