Los altavoces inteligentes se han convertido en algo común en nuestro día a día, aunque no hayan llegado a ser la gran revolución que Amazon o Google buscaban, al menos por el momento. La mayoría de usuarios se conforman con usar un par de comandos al día o poner música.
Pero hay usuarios muy exigentes, melómanos que valoran la experiencia de sonido por encima de lo que la mayoría busca. Para ese tipo de usuarios Amazon creó un altavoz inteligente que no sólo tenía incorporada Alexa, sino que también permitía ofrecer una calidad de audio de otro nivel.
Este altavoz, el Amazon Echo Studio 2022, ha pasado por nuestras manos estos días y os contamos todo lo que tenéis que saber de él.
Grande y elegante
Hace unos años Amazon cambió el lenguaje de diseño de sus altavoces para hacerlos más integrables en las casas, y la verdad es que acertó de pleno. En el caso del Amazon Echo Studio tenemos dos colores, un gris claro y un gris oscuro, y un elemento identificativo, el hueco que hay en el interior, que permite una calidad de audio de otro nivel.
Es un aparato muy pesado, así que habrá que tener en cuenta donde lo ponemos, aunque no es que vaya a pesar más que un televisor e incluso que algunos jarrones con plantas.
Dispone de cuatro botones en la parte superior, dos de volumen, uno para activar Alexa y el último para silenciar los micrófonos.
En cuanto a conexiones, tenemos una entrada de línea combinada de 3,5 mm (analógica) y una mini-Toslink (óptica). Esto permite conectar otros dispositivos para que se escuchen desde el Amazon Echo Studio. También podemos enviar la música desde dispositivos bluetooth, claro.
También hay un puerto micro USB, pero es solo para desarrollo, por lo que no podremos usarlo en nuestro día a día.
Es curioso que el cable de corriente no tenga un transformador, estando este incluido dentro del propio aparato, como pasa por ejemplo en los televisores. Se nota que hay espacio dentro para ello.
Sonido espacial envolvente
La calidad de sonido de este altavoz, no nos cansaremos de repetir, es realmente buena. Ya he hablado bien de cómo suenan altavoces como el Amazon Echo 3 Plus o el Google Nest Audio, pero en esta ocasión llevamos esto a otro nivel.
Para empezar, tenemos audio espacial gracias a los 5 altavoces integrados, que permite tener un sonido envolvente. Es más, el propio altavoz analiza la estancia y la posición en la que lo hemos colocado para ofrecer una música con la mejor calidad posible. Bueno, música o audio de otras fuentes.
Al integrar audio espacial de Dolby Atmos y ultra HD tenemos una sensación mucho más inmersiva que con otros dispositivos. El sonido se escucha bien incluso a niveles muy altos, lo cual es casi imposible de mantener mucho tiempo por el volumen alcanzado. Hasta en las pruebas he sentido compasión de mis vecinos, y siempre lo he probado con ventanas cerradas y a horas decentes, porque esto puede ser la penitencia de muchos.
Los 5 altavoces, tres altavoces de rango medio de 51 mm (2”), un tweeter de 25 mm (1”) y un woofer de 133 mm (5,25”) con apertura de graves, hace que la música casi se mastique. El sonido es muy nítido y en muchas canciones se aprecia que los diferentes instrumentos suenan casi en sitios distintos.
La calidad de los bajos es mejor que en cualquier otro altavoz que haya analizado jamás. Se nota el tamaño, el peso, la calidad de los componentes... Eso sí, si queremos subir de nivel podemos comprar un Amazon Echo Sub, que se acopla a este y otros altavoces.
En cuanto a la compatibilidad con diversos códecs, tenemos la opción de usar FLAC, MP3, AAC, Opus, Vorbis, Dolby Digital, Dolby Digital Plus, Dolby Atmos, Sony 360 Reality Audio/MPEG-H, formatos de calidad CD (16 bits) y también de alta resolución de hasta 24 bits.
Domótica avanzada
Además de ser compatible con Alexa y poder realizar todo tipo de acciones y comandos, el Amazon Echo Studio integra una centralita Zigbee que permite usar otro tipo de aparatos.
Y desde hace unas semanas también es compatible con Matter, el nuevo protocolo domótico en el que colaboran empresas como Amazon, Google o Apple, entre muchas otras.
Se echa en falta la presencia de un sensor de temperatura como tienen el Amazon Echo Dot 5 o el Amazon Echo 3 Plus entre otros dispositivos de la marca.
Sí que podemos vincular un mando a distancia para controlarla sin tener que hablar, por si tenemos la música a todo volumen o si hay mucho ruido en casa.
Conclusión: la única condición es que te encante la música
Este aparato es un rival directo de productos como el Sonos One o el nuevo Apple HomePod. El primero es algo más económico y el segundo mucho más caro.
El Echo Studio cuesta 199 euros, lo que demuestra que su público objetivo es ese capaz de pagar dinero por la calidad de sonido. Y está claro que calidad de sonido no le falta.
No obstante, no nos parece nada caro para la calidad de sonido que da, el tener integrado Matter, ser compatible con Zigbee al incluir una centralita, implementar Alexa...