Lo confieso: hasta hace tres años, nunca había hecho una videollamada con una webcam. No es que tuviese miedo de mostrar mi cara ni nada parecido (más bien son los demás los que deberían tener miedo de verla); es que nunca le vi una utilidad real comparada con una llamada convencional, o incluso con un simple mensaje de texto.
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No hace falta decir lo que ocurrió para que, de repente, tuviese que acostumbrarme a hacer videollamadas. En un momento en el que no podíamos vernos las caras, descubrimos el potencial de esta tecnología para el teletrabajo, o incluso para hacer reuniones familiares a distancia.
La webcam con el sensor más grande
Pero en este periodo de descubrimiento de las videollamadas, también nos dimos cuenta de otra cosa: lo absurdamente malas que eran las webcams. Yo ya lo sabía, por supuesto, porque hacía pruebas de portátiles de vez en cuando y sabía que los fabricantes habían dejado de invertir tiempo y dinero en esta pieza; algunos incluso dejaron de incluirla.
La industria se ha dado prisa en corregir esto, y el nivel de las webcams ha avanzado mucho en apenas un par de años; ahora hasta se puede decir que son usables. Pero si eso no es suficiente para ti, aquí tengo el producto que estabas esperando: la webcam con el sensor más grande del mercado. Y viene de la mano de Razer.
En efecto, Razer, una marca más famosa por sus teclados, ratones y accesorios gaming, ha decidido adelantarse a las marcas especializadas y lanzar la que, hasta ahora, es la mejor webcam del mercado. Y no lo digo por decir.
La Razer Kiyo Ultra destaca por ser la primera webcam en usar el nuevo sensor Starvis 2 de 1/1.2 pulgadas; presentado el pasado mes de noviembre, este es el sensor más grande del sector hasta ahora, y eso trae importantes ventajas que Razer ha aprovechado.
La mejor calidad de imagen
La ventaja más obvia es, por supuesto, la calidad de imagen. Este sensor es capaz de grabar a resolución 4K, obteniendo una nitidez en la imagen que, sinceramente, es algo extraña de ver. Es difícil acostumbrarse a encender la cámara de tu ordenador y que aparezcas con tanta resolución; empiezas a darte cuenta de detalles que hasta ahora ignorabas, como arrugas en la ropa, pelos que tu gato te ha dejado encima o una mancha del café matutino que te tomaste corriendo.
El enfoque es increíblemente bueno. La cámara ha sido capaz de enfocarme correctamente incluso aunque me haya movido de un lado a otro mientras trabajaba, manteniendo siempre la misma calidad de imagen.
Por defecto, esta cámara está configurada para grabar a resolución 4K y a 30 frames por segundo; aunque lo podemos cambiar si queremos; también tenemos resolución 1440p a 30 fps. Lamentablemente, si queremos 60 fps tenemos que bajar a resolución 1080p y como esperaba, la calidad de imagen se ve afectada, pero no tanto como podrías pensar; de hecho, lo veo como una opción muy válida si la fluidez de movimiento es una prioridad para ti.
La gran fortaleza del sensor es su tamaño, y eso se nota en un aspecto vital: la cantidad de luz que es capaz de captar. He podido usar la Kiyo Pro Ultra en situaciones de baja luminosidad sin problemas, y la webcam ha sido capaz de captar más luz de la que realmente creía posible. Con webcams convencionales, suelo usar luces y lámparas para que no se me vea en penumbra o peor, para que no se vea ese “grano” que se produce con baja luz. Con la Kiyo Pro Ultra no he tenido ninguno de esos problemas, y una luz convencional ha sido suficiente para la captura.
El tratamiento de los colores por defecto es bueno, aunque en mi caso hace que parezca que realmente salgo a la calle y no soy un fantasma, aportando algo de color a mi piel. En otras palabras, creo que los colores están demasiado saturados por defecto aunque, afortunadamente, eso se puede cambiar.
Software completo pero pesado
Y es que, como la mayoría de los productos de Razer, la Kiyo Pro Ultra es compatible con el programa oficial de la compañía, Razer Synapse. Esta es una buena o mala noticia dependiendo de tus preferencias y tu situación.
Si ya usas otros productos de Razer, la gran ventaja de usar Synapse es que puedes controlarlos todos desde la misma aplicación, sin necesidad de instalar decenas de programas. Por otra parte, si este es el único dispositivo de la marca que tienes, se trata de una instalación muy pesada que añade muchas cosas que realmente no necesitarás (especialmente si no desactivas los componentes opcionales durante la instalación).
Tal vez hubiera sido mejor para la Kiyo Pro Ultra que tuviese su propio software independiente, sobre todo porque realmente no se beneficia de formar parte de la plataforma de Razer; no es compatible con Razer Chroma ni funciona con otros dispositivos de la marca.
Al menos, Synapse ofrece un gran nivel de personalización para esta cámara. Tenemos tres secciones desde las que podemos cambiar todos los elementos de la imagen, desde la resolución al brillo, el contraste y la saturación. Pero lo mejor, sin duda alguna, es la cantidad de añadidos como filtros y algoritmos que mejoran la imagen, incluyendo HDR, o la compensación de las distorsiones de imagen que se puedan producir en la escena.
Un mamotreto, pero por una buena razón
Un componente opcional que tal vez deberías instalar con Synapse es el Razer Virtual Ring Light, que usa la pantalla para mostrar un anillo de luz para iluminarnos. Esto es importante porque la cámara no cuenta con anillo de luz propio, a diferencia de otros modelos de Razer; aunque como he dicho antes, con una iluminación convencional podrás obtener buenos resultados. Este programa es gratuito si registras la cámara con Razer.
Tal vez te sorprenderá saber que, aunque la Kiyo Pro Ultra no viene con iluminación integrada, es una cámara muy grande y pesada. En parte es necesario por el avanzado hardware que usa, pero también para refrigerarlo correctamente; aunque en mis pruebas no se ha calentado mucho, sí que he notado partes tibias en la trasera que explican las ranuras de refrigeración integradas.
La peor consecuencia de este diseño es que es posible que no puedas usar esta webcam con un ordenador portátil; simplemente, las bisagras no son capaces de soportar tanto peso. En mis pruebas, esta webcam era capaz de levantar mi portátil de 13 pulgadas como si nada, y tuve que hacer equilibrios para conseguir que no se cayese. En un monitor de ordenador no tendrás tantos problemas.
Un detalle que sí me ha gustado mucho es que la Kiyo Pro Ultra tiene una cubierta integrada para el sensor, aunque en la caja también se incluye una cubierta para todo el frontal de la cámara. También se incluye un cable USB-C a USB-A de alta calidad.
Una cámara increíble
Tengo miedo de que, después de usar la Kiyo Pro Ultra, no pueda volver a usar la webcam de mi portátil sin darme cuenta de la pobre imagen que produce; de hecho, ya pocas cosas me satisfarán en cuestión de calidad de imagen. La única manera que se me ocurre de obtener una imagen más nítida y clara es usando la cámara de un móvil, como Apple y algunos fabricantes de Android ya permiten.
Es cierto que mucha gente no requiere de semejante calidad de imagen, y mucho menos a este precio. La Razer Kiyo Pro Ultra cuesta 349 euros en España, un precio que puede parecer ridículo para una webcam, pero es que sus especificaciones técnicas también son ridículas; en este caso, realmente estás pagando por lo que recibes.
Otra cosa es que realmente no necesites esto. Si eres creador de contenido o streamer, puede merecer la pena esta inversión teniendo en cuenta el salto que supone, y así te ahorras el tener que usar una cámara profesional mucho más cara.
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