Los Logitech G Pro X 2 Lightspeed, con un precio de 289 euros, pretenden destacar del resto de alternativas del sector ‘gaming’ con un arma secreta: unos auriculares de grafeno. Si hay algo que odio de mi trabajo, escribir sobre tecnología, es que cada cierto tiempo aparece una tecnología futurista con una increíble variedad de usos y utilidades, y a partir de ese momento, no se habla de otra cosa. Este 2023 esa tecnología ha sido la Inteligencia Artificial, pero los lectores veteranos de EL ESPAÑOL – El Androide Libre puede que se acuerden de que, en su día, el grafeno era esa ‘tecnología milagrosa’.
Como suele ocurrir, el grafeno no ha resultado ser tan revolucionario como lo vendían cuando finalmente ha llegado al consumidor; pero eso no significa que no tenga potencial. Es importante huir tanto del marketing como del cinismo, y normalmente el resultado final suele caer en el medio.
Confieso que fui muy escéptico, tal vez demasiado, cuando Logitech anunció sus nuevos G Pro X 2, unos auriculares basados en el grafeno; pero durante el desarrollo de este análisis, me han demostrado su potencial.
Gran calidad de fabricación
Los Logitech G Pro X 2 Lightspeed son la nueva generación de auriculares gaming de Logitech, pero eso no se nota a simple vista; a diferencia de otras marcas, que adoptan un estilo histriónico y lleno de luces RGB, aquí lo único que encontraremos son unos auriculares de buena fabricación y buenos materiales. Y la verdad, es que lo prefiero así, aunque evidentemente, es cuestión de gustos.
El diseño moderno, y hasta cierto punto austero, me ha encantado y representa un camino diferente que más marcas deberían seguir; en vez de crear el nuevo robot de los Power Rangers cada vez que lanzan un nuevo producto gaming, más fabricantes deberían darse cuenta de que hay jugadores que no quieren llamar la atención allá por donde vayan. Lo mejor es que eso no significa que este sea un diseño aburrido; se diferencian claramente del resto de la gama de Logitech y no parecen unos auriculares para trabajo, por ejemplo. Donde sí se nota el ADN de Logitech es en la calidad de fabricación, que no tiene pega alguna; el tacto y la sensación son geniales, y no escucharemos los crujidos que solemos escuchar en auriculares de plástico de otras marcas.
También son más ligeros y pequeños de lo que solemos ver en el sector gaming, y no he visto problemas en usarlos durante todo el día. Se agradecen detalles como un segundo par de almohadillas de tela que son preferibles al cuero sintético en días calurosos, así como la elegante bolsa de transporte; sin embargo, no se pueden plegar para que ocupen menos espacio. La usabilidad es un aspecto en el que Logitech no ha reinventado la rueda, literalmente, ya que se incluye una rueda de volumen junto con botones para silenciar el micrófono, para iniciar Bluetooth, o para encender los auriculares; puede que sean demasiados controles y que tal vez Logitech podría haber pensado en una manera de reducirlos, eso sí.
Auriculares de grafeno
Pero vayamos a lo importante, al verdadero motivo de la existencia de estos Logitech G Pro X 2 Lightspeed: los diafragmas de grafeno de 50 mm. Antes que nada, hay que aclarar que el sonido que producen estos auriculares no es revolucionario; pero también creo que no intentan serlo. Para usar un material tan exótico, Logitech ha sido tal vez demasiado precavida en el tratamiento del sonido, y el resultado es bueno, pero no impactante.
La parte que mejor representan estos auriculares es, sin duda alguna, las frecuencias más bajas. Los graves tienen un gran impacto, algo que me ha ‘golpeado’ en muchas ocasiones y que tal vez, es preferible para videojuegos de acción con muchos disparos y explosiones; aunque si compras estos auriculares, recomiendo que pruebes a escuchar música electrónica, porque te pueden sorprender.
Afortunadamente, esta no es de esas situaciones en las que el fabricante sube los graves y acaba tapando al resto de frecuencias; la banda media también está bien representada, y me ha gustado especialmente la nitidez de las voces y efectos sonoros. El único punto débil de estos auriculares, al menos en el aspecto sonoro, está en los agudos, que o bien se pierden o pueden ser algo molestos en algunas situaciones.
El volumen es otro aspecto que debería mejorar; no es que sea demasiado bajo, y el 100% debería ser más que suficiente para la inmensa mayoría de las personas, pero en ocasiones he echado en falta algo más. En cambio, he sentido que el sonido da una sensación de amplitud decente (pese a que son auriculares cerrados), y aunque sólo tienen dos diafragmas, es posible activar el sonido envolvente con DTS Headphone X para dar una mayor sensación de que el sonido nos envuelve, aunque no es tan preciso como para ayudarnos a detectar la procedencia de disparos, por ejemplo.
Con todo, el sonido de los Logitech G Pro X 2 Lightspeed es muy bueno, superior al de muchos auriculares gaming que se centran únicamente en la espectacularidad. Son más fieles al sonido original y no introducen elementos extraños. Por todo esto, creo que son ideales como auriculares ‘para todo’; puedes dejar de jugar y ponerte a escuchar el último disco de su artista favorito sin tener que cambiar de auriculares.
Lamentablemente, no tengo tantos halagos para el micrófono, que captura un sonido demasiado burdo, como si los graves se hubiesen ampliado demasiado. Y es una pena, porque la sección de micrófono de la app oficial G Hub de Logitech es de las mejores que he visto, con una gran cantidad de opciones para ecualizar el sonido y aplicar efectos usando los algoritmos de Blue Voice; pero ni siquiera todo eso es capaz de arreglar un sonido que parece sacado de micrófonos de hace años, lo que indica que probablemente sea una limitación de ‘hardware’. Por lo menos, con los efectos activados es más fácil comprender las palabras, aunque eso hace que la voz no parezca la nuestra.
Enorme versatilidad
Los Logitech G Pro X 2 Lightspeed llegan en una época en la que el usuario salta de un dispositivo a otro constantemente, y están preparados para ello. Tenemos una gran variedad de conexiones entre las que elegir, dependiendo de si vamos a usarlos con un ordenador, portátil, móvil o tablet.
Para empezar, la parte “Lightspeed” del nombre se refiere a la conexión inalámbrica de Logitech que también usan otros productos de la marca; destaca por su velocidad y especialmente, por su baja latencia, algo especialmente importante a la hora de jugar. En mis pruebas, he comprobado que la experiencia es muy parecida a usar los cables, sin la molestia que conllevan, por supuesto. En la caja encontraremos un adaptador USB, que funcionará sólo con conectarlo a nuestro ordenador; el sistema lo reconocerá como una salida de sonido más y empezará a usarla automáticamente, con la opción de instalar el programa G Hub de Logitech para actualizar los ‘drivers’ del dispositivo y mejorar el funcionamiento.
Un detalle que me encanta es que Logitech no ha eliminado la clásica conexión ‘jack’ de 3,5 mm de estos auriculares, así que se pueden conectar por cable a cualquier dispositivo con una salida de audio; de hecho, el adaptador Lightspeed incluye una salida de audio para no perder los efectos y cambios que hayamos hecho en G Hub. Si contamos con una tarjeta de sonido dedicada o usamos un DAC, puede ser recomendable usar esta conexión para mejorar la calidad de sonido incluso más; en mis pruebas con un DAC, he preferido el sonido producido por los auriculares cuando estaban conectados por cable.
Para dispositivos móviles, los Pro X 2 incluyen Bluetooth, y en ese caso funcionan como unos auriculares cualesquiera; esta conexión tiene un botón dedicado que nos permite cambiar rápidamente al móvil o a la tablet.
Sumando a la versatilidad de este dispositivo, la batería de los G Pro X 2 destaca por prometer 50 horas de uso, y los resultados de mis pruebas coinciden; evidentemente, depende en buena parte del volumen preferido y de las funciones que vayamos a usar, pero aún así, estos cascos superan a muchas alternativas en este aspecto.
¿Me los compro?
Hablando de alternativas, eso es precisamente lo que no le falta a Logitech; el mercado gaming se ha vuelto muy competitivo en apenas unos años, y en la gama alta encontramos dispositivos muy llamativos y con muchas funcionalidades. El as en la manga de los Pro X 2 está en la calidad de sonido, que es superior a lo que estamos acostumbrados en productos gaming, y la calidad de fabricación a la que Logitech nos tiene acostumbrados. Sin embargo, hay que recordar que estos auriculares cuestan 289 euros, una cifra fuera del alcance de muchos compradores potenciales, que podrían verse tentados por opciones más baratas.
Por ejemplo, los Corsair HS80 Max que pudimos probar recientemente son de los mejores cascos gaming que el jugador actual puede comprar, y son 100 euros más baratos; tienen una estética más ‘gaming’, con iluminación RGB integrada y su micrófono es mejor, pero no los recomendaría para un uso mixto de juegos y música. Otra opción viene de la mano de Razer, con sus BlackShark V2 Pro que también apuestan por un diseño elegante y presumen de sonido espacial THX, con un precio de 229,99 euros.
Pese a esta competencia, hay buenos motivos por los que comprar los Logitech G Pro X 2 Lightspeed, y dudo mucho que vayan a decepcionar a cualquiera que opte por estos cascos si busca una solución elegante y con buen sonido para sus sesiones de juego y música.