Hay veces en las que el presupuesto no es un problema. En las que tenemos el dinero necesario para comprar justo lo que queremos, y no tenemos que alcanzar ningún compromiso. Si esa es nuestra situación, y buscamos un mando para videojuegos, el Razer Wolverine V2 Pro por 299,99 euros es prácticamente una compra obligada.
Sí, esa es una cifra que quita el hipo. Por contexto, una consola Xbox Series S cuesta 70 euros menos, y una PlayStation 5 Digital cuesta sólo 100 euros más; en otras palabras, este mando de PlayStation 5 cuesta casi lo mismo que la consola entera. Parece una broma, pero no lo es, y tiene su explicación.
Para empezar, este no es un simple mando de PlayStation; es uno de los mandos más completos y mejor fabricados que hemos visto hasta ahora. Representa la máxima calidad que se puede comprar con dinero hoy en día en el sector gaming, y evidentemente, eso viene con un PVP que será exagerado para una buena cantidad de jugadores. Pero si no es tu caso, sigue leyendo.
Los mejores botones
El Wolverine V2 Pro representa todo lo que ha aprendido Razer en su larga experiencia fabricando accesorios gaming, Pero sobre todo, está muy bien fabricado y se nota sólido y capaz de aguantar partidas de largas horas sin muchos problemas, gracias a sus empuñaduras de goma con patrón que evita que se nos resbale de las manos. La ergonomía es excepcional, aunque es cierto que eso dependerá en buena medida de cada jugador.
Lo que cualquier persona podrá apreciar es la calidad de los botones. Parece extraño elogiar algo tan estandarizado como los botones, pero el Wolverine V2 Pro ha conseguido destacar frente a todos los mandos que he probado hasta ahora, y han sido unos cuantos. La parte que me encanta es que todos los botones hacen ‘click’, ofreciendo una sensación táctil única que será del agrado de los entusiastas.
A diferencia de los botones de otros mandos, que ofrecen una sensación blanda al ser pulsados, estos tienen una pequeña resistencia inicial antes de hundirse; algo que me ha recordado mucho a los teclados de Razer, y supongo que no será casualidad. La compañía llama a estos botones “de acción táctiles mecanizados”, y afirma que ofrecen una pulsación más rápida y una mayor sensibilidad al tacto, algo que he podido comprobar de primera mano en juegos que han requerido de pulsaciones exactas o repetitivas. En todo momento sabes cuántas veces has pulsado el botón, y si lo has hecho a tiempo.
Además de los botones frontales, la cruceta de direcciones y los botones superiores también ofrecen esa sensación táctil; la cruceta, en concreto, me ha gustado mucho y la veo muy competente para juegos de lucha, aunque no sea un experto en eso ni mucho menos. Aunque como resultado de esta sensación táctil, este mando hace mucho ruido cuando jugamos de manera frenética, algo a tener en cuenta si jugamos de noche. Por otra parte, un detalle que me ha encantado está en los gatillos, que normalmente tienen recorrido (ideal para juegos de coches para el control analógico del acelerador y el freno), pero que tienen un selector integrado que permite convertirlos en botones sin recorrido, algo perfecto para juegos de disparos.
Otro añadido importante respecto a otros mandos está en el número de controles disponibles, que son muchos más de los que tenemos habitualmente en un mando de PlayStation y que pueden ser configurados para todo tipo de ‘macros’ y funciones. Para empezar, insertada entre los botones superiores y los gatillos se encuentra otra pareja más de botones (M1 y M2) que son fácilmente accesibles con el índice. Y en la parte trasera del mando tenemos otros dos botones y dos palancas, accesibles con el dedo medio o el anular; no tenemos controles directamente integrados en las empuñaduras, pero personalmente lo he preferido así.
Siendo un mando licenciado oficialmente para PlayStation, no debería extrañarnos que la configuración sea similar a la del mando oficial, incluyendo la presencia de la zona táctil central (que también es un botón) y el uso de los famosos símbolos en los botones. Sin embargo, una diferencia clave está en la posición de las palancas, que se asemeja más al mando de Xbox, intercambiando de sitio la palanca izquierda y la cruceta de direcciones; esta parece ser la posición preferida de más jugadores, pero no podemos cambiarla.
Personalización
Hablando de las palancas, también cuentan con una gran sensación, y ofrecen el único aspecto personalizable de este mando: las puntas de las palancas. Por defecto, el mando usa palancas con puntas convexas, que ofrecen una mayor precisión, preferible para apuntar en juegos de disparos. Pero en la caja se incluyen dos puntas cóncavas, que permiten obtener una mayor velocidad; además, son más cortas, así que tenemos que mover menos la palanca para obtener el mismo resultado, algo ideal para movimientos rápidos de personaje. Aunque estas opciones se agradecen, son un recordatorio de la poca cantidad de opciones que tenemos para adaptar el mando a nuestros gustos; aquí no encontraremos diferentes botones, pesas, ni accesorios como los que encontramos en otros mandos para entusiastas. Lo que ves es lo que hay, lo cual no es un problema si te gusta lo que ves como es mi caso.
Eso no significa que no haya opciones. Por ejemplo, este mando es compatible tanto con consolas PlayStation como con PC, tanto con conexión inalámbrica como con cable; esas son opciones que podemos cambiar en el propio mando. La conexión inalámbrica será familiar para los usuarios de otros productos de Razer: se trata de HyperSpeed, la conexión rápida de 2,4 GHz que elimina la latencia. A efectos prácticos, es como usar un cable, pero sin las molestias que conlleva, aunque siempre podemos conectar el que viene incluido si así lo preferimos.
Y por supuesto, siendo un producto de Razer tenemos acceso a la plataforma Chroma de iluminación RGB, que está integrada de una manera genial en el Wolverine V2 Pro: con dos líneas en ambos lados del mando que le dan un toque llamativo, pero sin ser hortera. La versión del mando que he probado es de color negro, pero también está disponible en color blanco como el mando de la PlayStation 5.
El único detalle que realmente tengo que criticar está en la configuración. Cuando probé el mando por primera vez, lo conecté a mi ordenador y como ya estoy acostumbrado con los productos de Razer, inicié el programa Razer Synapse para configurarlo. Para mi sorpresa, el mando no apareció en el programa, aunque funcionaba sin problemas en los juegos; tuve que rebuscar en la ayuda online para darme cuenta de que, por algún motivo, Razer ha decidido que este mando, que se puede usar en PC, no sea compatible con la plataforma de PC de Razer.
En vez de eso, el Wolverine V2 Pro sólo se puede configurar con una app móvil, llamada Razer Controller, disponible para iOS y Android. Así que, para configurar el mando, primero tienes que conectarlo a tu móvil. Es algo que no tiene mucho sentido desde mi punto de vista, pero que imagino que se ha hecho para que los jugadores de PlayStation puedan configurar el mando sin tener que conectarlo a un PC; pero eso no explica que no sea compatible con Synapse, y supone que la iluminación Chroma no se sincroniza con el resto de nuestros dispositivos Razer.
¿Me lo compro?
Quitando esos tropiezos, la experiencia con el Razer Wolverine V2 Pro es excepcional, un lujo que pocos mandos son capaces de alcanzar, no digamos ya igualar. Razer ha conseguido algo realmente especial con este mando, y nunca había disfrutado tanto con un periférico como este. Y eso nos lleva, inevitablemente, al precio. Sí, 299,99 euros es, a todas luces, un precio ridículo para un mando de videojuegos; pero después de probarlo, puedo decir sin lugar a dudas que lo merece. La sensación táctil de los botones, los controles adicionales, el diseño y la conexión inalámbrica, son aspectos punteros que hay que pagar de alguna manera; aunque no dudo que en el futuro Razer aplique lo que ha aprendido con este mando a sus próximos modelos, como ya hizo con sus ratones y teclados.
Por todo esto, es difícil hablar de alternativas reales al Razer Wolverine V2 Pro, ya que la mayoría no se acercan, ni en experiencia ni en precio. Si buscamos una opción más personalizable, el SCUF Instinct Pro es muy bueno y también tiene una opción para PlayStation; y hace poco, Nacon presentó el Revolution 5 Pro, más barato pero también muy bueno.
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