La gama media lleva un tiempo siendo un segmento en el que la competencia es feroz, con fuertes apuestas por parte de las marcas por mejorar al máximo la relación calidad precio de sus dispositivos. Realme es una marca que, desde su llegada a España, se ha mostrado brillante en este sentido.

La compañía, ahora, ha lanzado el realme C67, un nuevo móvil que llega al mercado por 159 euros de forma promocional, aunque luego se queda en la horquilla de los 200 euros. Se presenta además con argumentos tan importantes como una cámara de más de 100 Mpx y una batería bastante grande. Con esto, busca hacerle la competencia al Redmi Note 13, uno de los primeros lanzamientos del año en esta gama.

El pasado 2023, el realme C65 fue el smartphone más vendido de la compañía, y con este nuevo modelo, la compañía china pretende repetir los buenos resultados. Sus argumentos para hacerlo son una buena batería que es capaz de aguantar durante todo el día, una cámara de 108 Mpx y una gran pantalla.

Un diseño cuidado

Los móviles, como cualquier otro dispositivo tecnológico, suelen entrar por el ojo. Un dispositivo que tiene una estética agradable a la vista suele despertar mejores impresiones que uno en el que sucede lo contrario, y realme no ha descuidado este apartado por tratarse de un móvil de precio contenido. Mirando su parte trasera, se puede observar que se ha apostado por una estética que se sabe de sobra qué triunfa en el mercado, con un módulo de cámaras vertical situado en su parte superior izquierda, compuesto por dos sensores que se encuentran por encima del resto de la superficie del teléfono.

Un detalle que se pueda apreciar es que este módulo está encuadrado en un espacio con un tacto y aspecto más brilloso que el resto de la parte posterior del móvil, que tiene unos acabados mate. Cuenta con un grosor de 7,59 mm que, según la propia marca, lo convierte en el más fino del segmento.

Hemos analizado el modelo de color Sunny Oasis, que puede mostrar un rango diferente en función de la forma en la que la luz incida sobre él. Se puede apreciar una especie de cepillado en la parte trasera que recorre el dispositivo en diagonal y mejora ligeramente su aspecto.

En la parte inferior del móvil se encuentra tanto el altavoz como el jack de 3,5 mm para los auriculares y el USB Tipo C. Los botones de volumen están situados en la parte derecha, junto al de encendido, que también sirve como lector de huellas dactilares para llevar a cabo un desbloqueo por biometría. La cámara frontal está situada en un agujero en pantalla que se encuentra en el centro y que no molesta a la hora de utilizarlo.

Gran pantalla

Es cada vez más raro ver dispositivos de tamaño compacto. Este realme C67 continúa la tónica que llevamos viendo los últimos años en el mercado de usar paneles grandes, y monta una pantalla de 6,72 pulgadas, un tamaño que puede ser del agrado de aquellas personas que le vayan a dar un enfoque centrado en ver películas y series o bien en jugar.

La tecnología del panel es LCD IPS, por lo que no va a poder beneficiarse de algunas características exclusivas de las pantallas AMOLED, como la posibilidad de poder mostrar siempre la hora con la pantalla apagada. Su tasa de refresco de 90 Hz le aporta una mayor fluidez, aunque únicamente se puede tener en modo automático o en 60 Hz, una medida que ha tomado la compañía para que esta no se quede fijada en su valor máximo y así poder cambiar entre uno y otro de forma inteligente para ahorrar batería.

En cuanto a su brillo máximo, que es de 700 nits, es más que suficiente para utilizar el móvil en interiores y en días ligeramente soleados, pero si hay mucha luz ambiental habrá más dificultades para ver su contenido. Aunque esto es algo normal en dispositivos de este rango de precios. Por lo general, el uso de pantallas AMOLED u OLED repercute en un resultado más vistoso y una mayor eficiencia energética, y ese es el único "pero" que se le puede poner a este apartado del teléfono. Por el resto, es una buena alternativa.

Potencia y software

Uno de los grandes cambios que lleva este dispositivo respecto a las anteriores generaciones de esta familia es que, por primera vez, emplea un procesador de marca Qualcomm, concretamente el Snapdragon 685, que en este caso viene también con 8 GB de memoria RAM y 256 GB de almacenamiento, aunque existe un modelo que combina 6 GB y 128 GB.

En lo que a rendimiento se refiere no se le pueden poner muchos "peros" puesto que rinde adecuadamente para un dispositivo de sus características y precio. Es lo que se refiere a la navegación por internet y por redes sociales cumple con su cometido a la perfección, aunque a la hora de jugar es cierto que en títulos exigentes el dispositivo puede funcionar algo más lento.

De hecho, el software ayuda incluso a potenciar la experiencia a través de sus diferentes funciones y características exclusivas de la marca. Algunas de estas características son la posibilidad de utilizar una píldora al más puro estilo del iPhone que se sitúa junto a la cámara frontal y en la cual aparecerán datos relevantes sobre las notificaciones o bien controles multimedia. Es una opción que antes de usar se debe ser activada y que puede venir muy bien a aquellas personas que quieran recibir la mayor cantidad de información posible mientras utilizan el móvil.

RealmeUI corre por encima de Android 14, la última versión del sistema operativo, que hace un gran trabajo en cuanto a fluidez. También tiene opciones tan interesantes como la posibilidad de ampliar la memoria RAM hasta en 8 GB o ver el historial de notificaciones del dispositivo, lo cual puede servir para ver que ponía en un mensaje de WhatsApp que el remitente haya eliminado. Solo hay palabras buenas para la batería de este móvil, puesto que su capacidad de 5.000 mAh hace que no tenga ningún tipo de problema a la hora de prolongar la autonomía durante todo el día, aunque puede llegar a más si se hace un uso moderado.

Cámara, clave

El apartado fotográfico de este dispositivo se compone únicamente de dos sensores. Se trata de una cámara principal de 108 Mpx acompañada de un sensor monocromático de 2 Mpx. Como es lógico, el protagonismo recae sobre el sensor principal, que consigue hacer un gran trabajo gracias a esta gran resolución, que permite llevar a cabo un digital de 3 y 5 aumentos. Este no se ve igual de bien que si se tratara de un sensor teleobjetivo, para el recorte digital conserva un buen nivel de detalle.

En las fotografías abre la luz del día, es capaz de captar bastante detalle y representar bien todo tipo de colores, aunque hay ocasiones en las que se echan falta un poco de saturación. Otra de las particularidades de este sensor es que consigue un efecto de un desenfoque natural que queda bastante bien a la hora de hacer retratos. También hay que decir que, en ocasiones, abusa de la nitidez artificial, en especial en imágenes con muchos elementos. A pesar de eso, es una buena alternativa para su precio, y, sin duda, más vale tener una cámara buena que cuatro sensores que no lleguen a ofrecer buenos resultados.

¿Me lo compro?

El precio del realme C67 es uno de los mayores atractivos que tiene para comprarlo. Es de 219 euros para su versión de 6 GB de RAM y 128 GB de almacenamiento, mientras que el modelo superior de 8 GB + 256 GB se venderá por 239 euros. Como oferta de lanzamiento, costarán 159 y 199 euros, respectivamente, hasta el próximo día 12 de febrero.

Es un smartphone con un tamaño considerable gracias a su pantalla de 6,7 pulgadas, y la resolución Full HD de su pantalla hace que sea una gran alternativa para ver contenido en ella como películas o series, aunque su tasa de refresco se queda en 90 Hz, por lo que no va a ser posible sacarle el máximo partido jugando.

Su rendimiento es todo lo que se puede esperar de un dispositivo que sobrepasa por poco los 200 euros, siendo ideal para tareas del día a día, pero haciendo que se note la diferencia respecto a móviles más caros en tareas pesadas o juegos. Con todo eso, presume de una cámara principal de 108 Mpx, qué es la que le da vida a su apartado fotográfico, que la secundaria es un sensor monocromático de 2 Mpx.

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