La competencia en el sector de los auriculares gaming es absurda; es muy fácil perderse entre la gran cantidad de opciones disponibles en el mercado, y eso hace que la mayoría de los fabricantes intente llamar la atención con diseños extravagantes y funciones de dudosa calidad; los Razer BlackShark V2 Pro, con un precio de 229,99 euros, van en la dirección contraria.
Esas son unas palabras que nunca me esperaría decir de un producto de Razer, pero un simple vistazo a estos auriculares demuestra que, en esta ocasión, la compañía se ha dejado de tonterías y simplemente ha creado un buen producto, sin más parafernalias ni distracciones innecesarias.
Por no tener, los BlackShark V2 Pro no tienen ni iluminación RGB; lo sé, eso parece la mayor de las herejías para una compañía que ha basado su estética en el color negro con luces verdes, pero tiene sentido en un producto que sólo se puede usar de manera inalámbrica. A los jugadores de verdad no les importará perder una lucecita si pueden jugar un par de horas más, y eso se traduce en una duración sorprendente de la batería; Razer presume de hasta 70 horas, y en mis pruebas he conseguido acercarme con un uso convencional, aunque todo dependerá del volumen que te guste.
Un diseño maduro
Irónicamente, el diseño es la parte que más me ha gustado de los BlackShark V2 Pro. Se nota que Razer ha madurado como compañía, y que está dispuesta a apelar a diferentes tipos de usuarios. Habrá quien prefiera tener un cíborg pegado a las orejas, pero este diseño inspirado en los cascos usados por los pilotos de antes es mi preferencia personal; es cuestión de gustos, y la buena noticia es que, si quieres algo más llamativo, la propia Razer lo ofrece con otras gamas como la Kraken.
Pero no es sólo una cuestión de gustos. Lo que es innegable es que estos cascos son más ligeros y cómodos que la mayoría de los modelos gaming que he probado; de hecho, me atrevería a decir que son los más cómodos, punto. Es algo que notarán los que se pasan todo el día delante del ordenador, ya sea jugando, trabajando, o ambos; no he tenido ningún problema en usar estos auriculares durante toda la jornada laboral, y a continuación ponerme a jugar sin quitármelos.
Hay dos motivos tras esta comodidad. Para empezar, el peso de sólo 320 gramos no sólo es inferior al de otros productos similares, también está mejor repartido y es muy fácil encontrar el punto exacto para nuestra cabeza; y la calidad de fabricación está fuera de toda duda, sin ruidos extraños cuando nos movemos pese a estar fabricados en plástico.
El segundo elemento que ayuda a la comodidad está en las almohadillas de espuma viscoelástica (material que también se usa en la diadema), que toman la forma de nuestras orejas y de nuestra cabeza; además, son transpirables, algo que será de agradecer cuando llegue el verano. Sin embargo, me hubiera gustado que el fabricante hubiese incluido almohadillas de cuero (aunque sea sintético) y la posibilidad de intercambiarlas, para los que preferimos esa sensación en las estaciones frías.
Sonido para todos
Tengo que reconocer que el sonido de los Razer BlackShark V2 Pro inicialmente no me gustó en absoluto; pero cambié completamente de opinión en cuanto investigué un poco, y pulsé en el botón del auricular derecho. De repente, la experiencia cambió completamente. A diferencia de otros auriculares, los BlackShark V2 tienen cuatro configuraciones de ecualización preinstaladas, y no es necesario usar ningún programa para cambiar de una a otra; sólo con pulsar dos veces el mencionado botón, podemos cambiar de una a otra.
Mi problema era que, por defecto, los auriculares estaban en modo ‘gaming’, con una ecualización claramente pensada para resaltar las voces de nuestros compañeros de equipo en juegos online, ocultando la mayoría del resto de los sonidos. Este es un modo muy útil en ese tipo de juegos, pero, como comprenderá el lector, para el resto de contenido es horroroso.
La buena noticia es que el resto de modos cubren todos los nichos: tenemos “Movies” (películas), “Music” (música) y “Custom” (personalizado); este último por defecto es totalmente neutro, e irónicamente, es el que más me ha gustado porque es el que aprovecha mejor el rango de los diafragmas de 50 mm que usan los BlackShark V2 Pro. Cuando están bien ecualizados para el contenido que queremos, estos auriculares no tienen mucho que envidiar a alternativas que no son ‘gaming’, con un sonido limpio y graves impactantes. No son auriculares ‘de estudio’ o ‘profesionales’, pero sí que son muy polivalentes, y valen para todo tipo de contenido y juegos.
El ‘as en la manga’ de Razer está en el sonido THX, que ofrece una aproximación de sonido envolvente usando sólo los dos altavoces usando algoritmos avanzados. Es de esas cosas que, o amas, u odias, y no suele haber término medio; aunque en mi experiencia, depende en buena medida del tipo de contenido que prefieras.
En mi caso, prefería desactivarlo mientras escuchaba música porque afectaba al equilibrio entre instrumentos; en cambio, he descubierto que funciona muy bien viendo películas, porque es capaz de mover los ruidos ambientales y los graves a la ‘parte trasera’ y llevar las voces a la ‘parte delantera’ para que se escuchen mejor, si es que eso tiene sentido. Es sólo un truco de los algoritmos, pero en este caso ha conseguido convencerme. En juegos la experiencia tiene los mismos altibajos, y en algunos juegos ayuda a ‘meterse’ en la historia, mientras que en otros es una molestia; es cuestión de probarlo.
Muy versátiles
Cuanto más he usado los Razer BlackShark V2 Pro, más me he convencido de que su punto fuerte es la polivalencia: sirven para todo tipo de situaciones y contenido, sin necesidad de hacer nada raro. El botón para cambiar de ecualización directamente en el auricular derecho es todo un detalle de parte de Razer, aunque por supuesto, siempre podemos instalar el programa Razer Synapse para configurarlo con más detalle; por ejemplo, para configurar la ecualización ‘Custom’ a nuestro gusto.
Desde este programa también podemos crear perfiles de sonido únicos para cada juego por separado, además de activar un modo de no molestar si nos llaman al móvil mientras tenemos los auriculares conectados al ordenador y al móvil al mismo tiempo. Y hablando de llamadas, desde Synapse podemos configurar mejoras como la claridad de las voces.
De esta forma, no he tenido que quitarme los auriculares para nada; ni siquiera para cambiar de dispositivo. Los BlackShark V2 Pro tienen dos conexiones inalámbricas, una de 2,4 GHz que reduce la latencia pero que requiere del uso de un adaptador USB para el ordenador; y también tienen Bluetooth 5.2 para conectarlos a nuestro móvil o nuestra tablet, y ahí tenemos acceso a las mismas ventajas. Podemos cambiar de un modo a otro sólo con cambiar un botón, confirmando que la facilidad de uso ha sido una prioridad para Razer.
Lo único que puedo criticar es que no podamos conectarlos al ordenador por cable, aunque por alguna extraña razón sí que es posible en la versión más barata de estos cascos; el cable incluido en este modelo sólo sirve para recargar la batería. Otro detalle importante es que estos auriculares no tienen cancelación de ruido activa, aunque sí que tienen "reducción de ruido", así que, aunque técnicamente los puedes llevar por la calle conectados a tu móvil, en la práctica no aíslan lo suficiente para disfrutar de tu música. Al menos, sí que es posible activar la normalización de sonido, que amplifica los ruidos externos (como pasos o conversaciones) si no queremos aislarlos de nuestro entorno.
Tampoco se incluyen muchos accesorios en la caja, aparte del mencionado cable, el adaptador de 2,4 GHz, y un alargador. Y, por supuesto, el micrófono, que se puede dejar conectado a los cascos o quitarlo si no lo vamos a usar. Se puede poner exactamente como queramos, y el sonido me ha sorprendido gratamente, siendo más nítido y preciso de lo que estoy acostumbrado en muchos auriculares gaming.
La elección segura
Los Razer BlackShark V2 Pro no son los cascos inalámbricos más sorprendentes ni avanzados que he probado, pero sí que son de los más fiables y versátiles. En ningún momento me he ‘peleado’ con ellos, y he podido usarlos a diario para todo tipo de contenido y tareas sin problemas; ya sea haciendo una videollamada en el trabajo, escuchando el último disco de mi banda favorita, o echando una partida online, han dado la talla y no he necesitado cambiarlos por otros.
Por 229,99 euros, los Razer BlackShark V2 Pro son una elección segura, de esas que no te van a hacer perder el sueño; pero si te gusta el riesgo, hay alternativas. Por ejemplo, los Corsair HS80 Max son más llamativos tanto en estética como en funcionalidades, aunque eso significa que no son para todo el mundo. La propia Razer también ofrece los Kraken como una opción más ‘gamer’, pero, irónicamente, creo que si te gusta la estética y las funciones de estos BlackShark V2 Pro, creo que deberías fijarte en los BlackShark V2 HyperSpeed, que por sólo 149,99 euros comparten muchas características.