La calidad fotográfica de los móviles ya no es exclusividad de los modelos más caros. Los terminales premium se llevan la mejor tecnología, pero quienes escogen aquellos más austeros ya no renuncian a disfrutar haciendo fotos o un buen rendimiento. Esta es una de las características que de las que OPPO presume con su nuevo Reno11 F, el recién estrenado gama media de la marca asiática que se vende en España esta semana con una gran batería, rendimiento equilibrado y un diseño único, por así decirlo.
Este pretende ser el teléfono de OPPO más duradero de su gama media, la compañía ha puesto especial énfasis en la resistencia de sus elementos como una gran batería que, además de soportar varios días de uso, cuenta con 4 años de durabilidad y en condiciones extremas como en plena helada o en olas de calor. Este smartphone también ha conseguido certificación IP65, es decir, protección contra el polvo y salpicaduras.
Por si no fuera suficiente, promete un gran rendimiento y una amplia capacidad fotográfica gracias a su triple cámara de 64MP potenciada con IA. Todo por un precio de 399 euros en España. Hasta el 30 de abril, la web de OPPO incluye con este precio unos auriculares OPPO Enco Buds2 valorados en 49 euros y un adaptador de 67W valorado en 39 euros.
Diseño y pantalla
OPPO ha elegido un diseño para decorar la parte trasera del móvil que no pasa desapercibida. Ondas azules recorren la carcasa cambiando de posición según les da la luz, lo que provoca un movimiento sinuoso casi hipnótico y relajante como las olas del mar. Este efecto es único en cada terminal por el sistema de fabricación elegido, partículas magnéticas se espolvorean sobre la carcasa para formar esas ondas únicas. Quienes prefieran un diseño más austero y sobrio, pueden elegir la versión en verde botella, también muy elegante.
Es un teléfono limpio, las huellas de los dedos apenas se notan al usar el teléfono sin funda. En la caja no encontrará ningún protector de plástico, como añaden otros fabricantes, pero de eso se trata. El miedo a que el terminal, sus cámaras, pantalla o laterales se lleven un mal golpe, anima a muchos colocar fundas que tapan su estilo.
Aunque plano y suave, el teléfono no se resbala por las superficies, evitando el peligro de una caída. Tampoco es incómodo de coger, da la sensación de que no se va a resbalar tan fácilmente como otros modelos, a pesar de pesar poco y no contar con bordes curvos. Su grosor es de solo 7,54 mm y pesa 177 gramos, de los más ligeros que he probado.
En la pantalla, la huella digital desbloquea el teléfono con precisión, aunque es un sistema algo más lento que el de sus rivales. Al desbloquear, se ilumina un gran panel de 6,7 pulgadas y plano para los que no soportan las pantallas con bordes curvos. En este caso, está enmarcada por un fino recuadro negro que impide que al sujetar el teléfono se marque accidentalmente. La relación pantalla-cuerpo es del 93,4%.
La calidad de la imagen está fuera de toda duda, siendo capaz de mostrar más de 1.000 millones de colores, alcanzando un brillo máximo de 1.100 nits. La tasa de refresco es de 60 y 120 Hz, se regula sola. Una pantalla donde ver con claridad las fotografías que se toman y leer con comodidad. Además, cuenta con un buen sonido que se puede regular desde un volumen alto hasta un mínimo susurro.
Rendimiento
En el interior, OPPO ha elegido el procesador Dimensity 7050 de MediaTek, basado en un proceso de fabricación de 6nm. El año pasado ya pudimos poner a prueba este chip de gama media en teléfonos como el OPPO Reno 10, por lo que la experiencia es familiar. También entonces la marca apostó por combinar este chip con 8 GB de memoria RAM y otros 8G que se le pueden tomar prestado a los 256 GB internos, también ampliables con una tarjeta microSD con hasta 2 TB, una posibilidad cada vez menos común en móviles de este rango de precio.
El resultado es un rendimiento acorde a las especificaciones, similar a lo experimentado en otros modelos parecidos. La capacidad de trabajo de este equipo permite jugar de forma intensiva a la mayoría de juegos, por poner de ejemplo la tarea más exigente que se le puede pedir a un teléfono. Hacer fotografías y vídeos de forma constante y saltar de una aplicación a otra no ha sido en ningún momento un problema. Incluso, viniendo de la experiencia de móviles de mayor rango, he quedado muy satisfecha con el uso que me ha permitido.
En el rendimiento también depende de su sistema operativo y la capa de personalización, ColorOS 14, la capa de OPPO basada en Android 14 (con 3 años de actualizaciones). El funcionamiento de este sistema es fácilmente reconocible para todos los usuarios habituales de un Android, con peculiaridades como la aplicación File Dock, que permite arrastrar imágenes y archivos entre aplicaciones o Smart Touch para extraer imágenes y textos de una captura de pantalla. Aunque el descubrimiento más interesante que he hecho ha sido Smart Image Matting con la que se puede recortar hasta seis personas con precisión y rapidez de una foto y convertirlas en ‘stickers’.
El resto de especificaciones entran dentro de lo esperado, la conectividad corre a cargo de Doble SIM, Bluetooth 5.2 y WiFi 6. Mediante cable, un puerto USB-C conecta el teléfono con otros equipos. No hay conector para auriculares.
Cámaras
En el apartado fotográfico, el OPPO Reno11 F destaca por su cámara principal de 64 Mpx, que cuenta con la inestimable ayuda de la estabilización óptica (OIS). Le siguen una cámara gran angular de 8 Mpx y una tercera cámara macro de 2 Mpx de poca utilidad. En el frontal, una cámara selfie de 32 Mpx que se beneficia de varias ventajas.
De día las fotografías son potentes con un amplio espectro de colores y sin saturar en exceso la escena. Su zoom mantiene el tipo a pesar de no contar con teleobjetivo y el gran angular respecta las formas al ampliar la escena, pero oscurece ligeramente la luz y tonos de la imagen, creando formas más duras.
El resultado del zoom no desmerece de lo que se obtiene fotografiando con la resolución completa de la cámara. En vez de un teleobjetivo, OPPO apuesta por una cámara macro. Lo habitual en teléfonos de este rango, pero poco práctica para el día a día.
Las fotografías que capturan este triple juego de cámaras están potenciadas por la IA en funciones como Portrait Expert Engine, diseñado para hacer fotos en modo retrato de gran calidad. Para ello, cuenta con reconocimiento facial avanzado, detección de personas y protección del tono de la piel. El recorte de la silueta para desenfocar el fondo sigue pecando de los errores habituales en el pelo y otros detalles cuando se le pide un contraste mayor.
De noche, software y hardware trabajan en equipo para nivelar las luces y las sombras. Se consigue un buen resultado es escenas fáciles, pero en las más contrastadas peca aclarando de más la escena. Además, el procesado de la imagen tarda bastante. Independientemente de estos detalles, los tonos son adecuados sin tender a exagerar, ni de día ni de noche las tonalidades.
Por su parte, la cámara selfie de 32 Mpx hace bien su trabajo, dentro de lo esperado, tanto recortando el fondo, como de noche. Con la ayuda del Modo Noche puede regular la iluminación de la cara y el fondo, lo que se ve en la pantalla al tomar la imagen no es tan preciso como lo que ofrece el procesado posterior.
En cuanto a la grabación de vídeos, OPPO ofrece resolución 4K, por ambos lados, aunque para escenas en movimiento la estabilización óptica solo trabaja en 1080 píxeles con 30 fotogramas. Ayuda a controlar los movimientos bruscos, pero deja un pequeño temblor en la imagen.
Batería infinita
La batería es otro de sus puntos fuertes de la gama media de OPPO, acompañada por la guinda del pastel que es su carga ultrarrápida, aunque con letra pequeña. Su batería de 5.000 mAh da para dos días de uso o más con un uso de intermedio a intenso. Por si esta autonomía no es suficiente, el móvil se carga de un plumazo con la carga rápida SUPERVOOC de 67W. Con ella bastan 10 minutos para recuperar un 30% de la batería y si lo queremos recargar por completo, tardar aproximadamente 50 minutos.
Ante el mayor riesgo de deterioro que provoca el uso de estos sistemas de carga rápida en las baterías de los móviles, OPPO promete una durabilidad máxima de 4 años cargando la batería. Además, ha querido demostrarnos que su Reno11F es capaz de trabajar en condiciones de temperaturas extremas, incluso a 20 grados bajo cero.
Eso sí, el cargador de 67W no está incluido en la caja, solo el cable. Será necesario contar con uno o invertir en la compra de este accesorio. Su precio es de 39 euros en la tienda online de OPPO, aunque se pueden encontrar otros modelos compatibles.
¿Me lo compro?
Por menos de 400 euros, OPPO ofrece un teléfono confortable, ligero y con un diseño robusto y diferente, equipado con lo necesario para dar juego durante todo el día en múltiples tareas. Un teléfono duradero y equilibrado. No obstante, las aguas en las que se mueve son complejas, abarrotadas de opciones, muchas muy similares y a precios más competitivos. OPPO lo tiene complicado con modelos como los Redmi Note 13 de Xiaomi más competitivos en precios. Cuesta decidir entre uno u otro, pero si se opta por el protagonista de este análisis, la compra no decepciona.
Además de la oferta inicial de OPPO, los compradores en la tienda de la marca obtienen un plan de protección de la batería de 4 años. No obstante, a través de los principales retailers de OPPO, el teléfono se vende hasta el 30 de abril con unos auriculares OPPO Enco Air 3 de regalo (cuestan 69 euros).