Como cada año en verano Samsung ha presentado nuevos relojes. En esta ocasión han sido dos modelos del Samsung Galaxy Watch 7 que sólo se diferencian en batería y tamaño de pantalla y el modelo más esperado, el Samsung Galaxy Watch Ultra. Estos dos modelos han sido la apuesta de la marca para hacer frente no sólo a Apple, sino a marcas como Xiaomi, HONOR y OPPO que cada vez están más fuertes en España.
Hemos estado varios días usando la versión de 44 mm del Watch 7 junto con un Samsung Galaxy Z Flip 6. Esto último es muy relevante porque hay funciones que Samsung ha capado mediante software y sólo funcionan con los modelos de su marca, como el electrocardiograma. Esta decisión muestra cuán importante es para la compañía coreana potenciar su ecosistema.
El Samsung Galaxy Watch 7 analizado cuesta 349 euros, y la versión de 40 mm de diagonal 319 euros. También hay versiones con conectividad móvil, que cuestan 399 y 369 euros respectivamente. Son precios normales entre los relojes de gama alta de las diferentes marcas, y aún así se alejan mucho de los 699 euros que cuesta el modelo Ultra, diseñado para pelear directamente contra el mejor reloj de Apple, el Apple Watch Ultra 2.
Se mantiene el diseño
La estética de este reloj es muy similar al modelo del año pasado. Dispone de una pantalla circular, en este caso de 44 mm, con dos botones, uno para ir a inicio o mantenerlo pulsado para lanzar el asistente y un segundo botón personalizable, que por defecto abre la multitarea.
Este modelo usa correas propias de Samsung, llamadas One Click, pero también es compatible con correas estándar, lo cual se agradece para poder cambiar la estética en función de la situación. No obstante, la correa que viene de serie es tremendamente cómoda, ligera y fácil de limpiar.
Tiene un cuerpo de aluminio y pese a que no está diseñado para hacer deportes de riesgo o aventura, es resistente. Dispone de resistencia al agua IP68, soporta inmersiones de 10 ATM y también ha pasado las pruebas de certificación de resistencia militar.
Mejor rendimiento
Uno de los pocos cambios de este modelo con respecto a su antecesor es el nuevo procesador, más potente y eficiente, con arquitectura de 3 nm. No obstante, es una lástima que Samsung no haya optado por usar la misma arquitectura de doble procesador que OnePlus con el OnePlus Watch 2 y 2R.
Otro de los cambios es la inclusión de un GPS de doble banda que mejora notablemente la calidad del posicionamiento, sobre todo en lugares complejos, como entre edificios, para los que entrenen dentro de las ciudades. La pantalla ha mejorado el brillo para que sea más fácil de ver en exteriores, y la calidad de color y la usabilidad sigue siendo igual de buena. Eso sí, se echa en falta el bisel rotatorio físico, algo que Samsung ha incluido en algunos modelos en el pasado y que se echa de menos. Si se hubiera reservado para el modelo Ultra se hubiera entendido, pero no es el caso.
También hay un nuevo sensor de medición de datos con 13 diodos, que hace que la medición sea mucho más precisa y, sobre todo, rápida. No habíamos visto un reloj que midiera tan rápido los parámetros de salud como este. Además, es capaz también de medir AGEs para vigilar la calidad de la dieta. Incluso permite realizar electrocardiogramas, pero para ello se necesita un teléfono de Samsung. En otras marcas funcionan la mayoría de funciones, aunque hay que descargar Samsung Health Monitor desde la Galaxy Store además de un plugin para este reloj desde la misma tienda.
El Watch 7 tiene gestos de control con los dedos de la mano en la que está el reloj, pudiendo pausar la música o hacer fotos con el móvil. De nuevo, esto sólo funciona en los modelos de Samsung. Por descontado, podemos personalizar a fondo el reloj, desde los accesos directos a ajustes, como fondo, diseño... WearOS 5, la versión del sistema operativo del reloj, ofrece todas las posibilidades, con las novedades propias de Samsung. La mayor innovación en software viene de la mano de Energy Score, una medición holística que ha creado Samsung basándose no sólo en el ejercicio, sino en el sueño, el restrés y el cálculo de otros parámetros, para lo cual ha usando inteligencia artificial. Esperemos que esta función llegue a más modelos de la marca, a teléfonos y tablets.
Autonomía escasa
Uno de los puntos flojos de este modelo es su batería. Dispone de 425 mAh, lo que se traduce en batería de poco más de un día con la pantalla siempre activa y de dos días en el caso de apagar esa opción. Además, la carga es de una hora aproximadamente, lo que hace que nos pensemos el momento de cargarlo.
El diseño del cargador es diferente al de otros modelos, por el nuevo sensor de medición, lo que hace además que no se pueda cargar en muchos móviles con carga inalámbrica inversa. Samsung debería dar un salto notable en este apartado para ponerse a la altura de la competencia.
¿Me lo compro?
La propuesta de este año de Samsung ha sido diferente por la presencia del nuevo modelo Ultra. Esto ha hecho que todas las miradas se dirijan a él, dejando al Watch 7 en un segundo plano. Sin embargo, dada la enorme diferencia de precio, el Watch 7 es una opción mucho más recomendable, pese a tener una autonomía mucho más limitada.
Samsung ha creado un reloj redondo, pero con dos mejoras importantes. Para sacarle el máximo partido ha de usarse un smartphone de la misma empresa. Y su batería es mejorable. Bastante, de hecho. Si no se dieran esos dos problemas el precio estaría justificado pero, con ellos, Samsung debería bajar el coste de adquisición del que es, por otra parte, un muy buen reloj con WearOS.