Realme no ha parado durante este verano, y la compañía ha dado a conocer en España su nuevo realme GT 6T, y ha presentado a nivel global los nuevos realme 13 series. Ahora, antes de acabar el mes de agosto, el fabricante chino ha querido renovar su gama de entrada con dos nuevos dispositivos.
Esto lo ha hecho con el lanzamiento de los nuevos realme C63 y realme C61. En EL ESPAÑOL - El Androide Libre hemos podido analizar este último dispositivo para ver qué es lo que tiene que ofrecer al usuario, y lo cierto es que es una de las alternativas más diferentes que existen en su rango de precios.
Para empezar, se trata de un móvil que promete ser resistente a las caídas y al agua, una función de lo más interesante teniendo en cuenta que se trata de un móvil cuyo precio parte de los 149 euros. Una alternativa realmente barata para aquellas personas que buscan no gastarse demasiado dinero en su nuevo móvil.
Diseño con micrograbados
Este realme C61 cuenta con un apartado estético bastante pulido. Para empezar todos sus bordes son planos, dándole una estética adaptada a las tendencias del mercado actual. Cuenta con una trasera que también es totalmente plana, sin ningún tipo de curva en su parte posterior. Una de sus grandes ventajas es que, según la marca, es resistente a caídas desde un metro, haciendo que no se vaya a romper con el mínimo golpe.
La compañía ha decidido que aunque sea un móvil de entrada, no debe descuidar este apartado, y lo cierto es que se nota el interés que han puesto en hacer que luzca bien a nivel estético. Su parte trasera, a diferencia de otros modelos de la marca como los realme 12, está situada en un módulo en la parte superior izquierda.
En este módulo encontramos dos sensores acompañados del flash LED, que se encuentra en una circunferencia del mismo tamaño que las cámaras, haciendo que tenga un aspecto más armonioso. Tanto los bordes como el módulo de cámaras combinan a la perfección con el color de la parte trasera, en este caso el verde, aunque en el resto de modelos sucede lo mismo con los otros colores en los que está disponible.
También hay que destacar que esta parte trasera cuenta con unos micro grabados que únicamente se verán cuando la luz incida de cierta forma sobre el dispositivo. Sus botones están situados en la parte derecha, mientras que el puerto de carga y el jack de 3,5 mm están en el margen inferior. Como único punto en contra estaría la presencia de la cámara frontal en un notch en forma de gota, aunque es algo comprensible teniendo en cuenta lo ajustado de su precio. Por último, hay que tener en cuenta que el móvil cuenta con una construcción resistente que hace que aguante bien los golpes, según la propia compañía, y además cuenta con resistencia al agua y el polvo IP54.
Pantalla decente
La pantalla de este dispositivo es bastante curiosa, puesto que pese a que solamente llegue a resolución HD (1600 x 720 píxeles) se trata de un panel bastante interesante por los 90 Hz con los que cuenta su tasa de refresco. Gracias a estos podrá disfrutar de una mayor fluidez en el uso del día a día, que muchos usuarios valoran por encima de la resolución.
El tamaño de esta pantalla LCD es de 6,75 pulgadas, por lo que no se trata de un móvil pequeño y compacto, sino que es una buena alternativa de cara a consumir contenido multimedia y navegar por internet. Cuenta con dos sensores para detectar la luz ambiente y ofrecer una mejor experiencia con el brillo automático.
De la misma manera, integra la posibilidad de reducir el brillo de la pantalla hasta tan solo 1 nit. Esto va a hacer que se pueda utilizar el dispositivo de noche sin forzar la vista y sin que la iluminación de la pantalla nos deslumbre. De hecho, es una gran alternativa para este tipo de situaciones. La contrapartida es que su brillo máximo es de tan solo 561 nits, por lo que será algo más difícil verlo correctamente bajo la luz directa del Sol.
Justo en potencia, gran batería
Este realme C61 no es un móvil que se caracterice por su gran potencia. Cuenta con un procesador Unisoc Tiger T606, gracias al cual va a poder hacer todo tipo de tareas, desde navegar por las redes sociales hasta probar algún juego ocasional. Sin embargo, es posible que se encuentre problemas con las labores más pesadas.
El modelo que hemos probado cuenta con una memoria RAM de 4 GB, que se puede aumentar otros 4 GB mediante el uso de la memoria RAM virtual, una característica que integra de serie y que es bastante recomendable, puesto que base pronto se puede empezar a quedar corta. En cuanto almacenamiento interno, tiene 128 GB con la posibilidad de aumentarlo utilizando una tarjeta microSD.
Uno de los grandes puntos fuertes de este dispositivo es que además de contar con una gran batería, la firma promete que la salud de esta permanecerá en buen nivel, durante al menos 4 años. Esto es ideal de cara a la longevidad del dispositivo, puesto que hará que conserve uno de sus mejores apartados. Para esto, utilizan diferentes algoritmos de carga gracias a los cuales se reduce el desgaste natural de la batería.
En cuanto a la autonomía del móvil, gracias a sus 5.000 mAh de capacidad, no tiene ningún problema a la hora de aguantar durante todo el día el uso que le demos, haciendo que sea ideal para llevar a excursiones o al trabajo, aunque sepamos que no vamos a poder cargarlo durante todo el día. Incluso con un uso más intenso será capaz de aguantar, gracias también a la menor resolución de su pantalla. Su carga rápida es mejor que en algunos de sus competidores, llegando hasta los 45 W.
Una cámara discreta
El sensor principal de este realme C61 tiene una resolución de 50 Mpx. Es una cantidad generosa, pero cuya calidad dista de la de otras cámaras de la misma resolución en móviles de gama media y gama alta. En este caso, está pensada más para un uso ocasional que para utilizarla constantemente.
Durante el día es capaz de tomar algunas imágenes decentes, siempre y cuando haya buena iluminación y colocación. A pesar de esto, se echa en falta un mayor nivel de detalle y una mayor diferenciación en los colores. Su sensor secundario está dedicado al modo retrato, por lo que no podremos tomar imágenes ultrawide, aunque lo bueno es que su cámara principal es bastante amplia en este sentido.
Básicamente, es una cámara para no complicarse mucho y tomar fotografías para mandarlas a nuestros contactos o para capturar recuerdos importantes, pero no ofrece un rendimiento a la altura de los móviles de gama media, sino que se queda un escalón atrás.
¿Me lo compro?
Si hay algo que está claro es que este móvil de realme busca entrar al mercado compitiendo con un precio muy ajustado, de solo 149 euros. Esto hace que haya ciertos puntos, como la cámara o la pantalla, en los que nos vayamos a obtener un rendimiento como el de la gama media. Sin embargo, su precio es 100 euros inferior al de muchos móviles pertenecientes a este segmento.
En términos generales, es un móvil capaz de llevar a cabo muchas tareas, como navegar por las redes sociales, hacer consultas en internet, tomar notas e incluso jugar a algún videojuego de forma ocasional. Esto hace que no sea una mala opción para aquellas personas que le dan un uso moderado al positivo.
Gracias a su construcción, que es resistente a caídas, luego puede ser bastante útil para los usuarios de menor edad y para aquellas personas a las que se le suelen caer los teléfonos de la mano. Este extra en materia de resistencia es bastante interesante, puesto que puedo hacer que el móvil aguante más con vida, y además también cuenta con resistencia al agua IP54. Si se busca un móvil barato, con gran batería y que aguante bien los golpes, esta es una de las mejores opciones que hay en el mercado, y lo mejor es que su diseño acompaña bastante.