Ya sea por mi trabajo o por mi propio uso del teléfono, necesito un smartphone potente de gama alta que sepa cubrir mis necesidades. En España los usuarios suelen preferir dispositivos más sencillos, pero es un hecho: le meto bastante 'caña' a mi teléfono. Motorola es una firma con una creciente oferta de esta clase de dispositivos, con ejemplos como el Razr 40. Por ello en mis vacaciones he llevado el Motorola Edge 50 Ultra a todas partes.

Como muchos otros españoles, recientemente pude disfrutar de unas breves vacaciones en la a veces olvidada tierra de Ceuta. En mis manos llevaba el Motorola Edge 50 Ultra, el móvil tope de línea que rivaliza de tú a tú con lo mejor del mercado, y que busca derrotar a titanes como el iPhone 15 Pro Max o el Samsung Galaxy S24 Ultra.

Y a un precio bastante reducido, ya que a fecha de escrito este artículo, el Edge 50 Ultra se puede comprar a 899 euros en España. Cabe recordar el altísimo rango en el que se sitúa este teléfono de Motorola. No solo dispone del Qualcomm Snapdragon 8s Gen 3 como procesador —uno de los más potentes de la actualidad—, sino que monta un completo conjunto de sensores para dar rienda suelta a tu fotógrafo interior.

Premium en el mejor de los sentidos

Uno de los aspectos que me han ido echando atrás de los teléfonos más caros del mercado es su acabado premium, marcado usualmente por el uso del cristal y de las pantallas curvas. No me malentiendan; a mí, igual que a cualquiera, le gusta tener una obra de arte como teléfono. El problema es que estos diseños vienen con ciertas taras que el Motorola Edge 50 Ultra se quita de encima, como agarres demasiado resbaladizos o partes traseras que se ensucian casi con mirarlas.

Motorola Edge 50 Ultra. Manuel Fernández Omicrono

La firma de Lenovo ha decidido modificar ligeramente el acabado trasero de este Edge 50 Ultra, en prácticamente todas sus versiones. Por ejemplo, existe una versión bastante peculiar que imita un acabado en madera. Pero la unidad en negro que imita el cuero vegano y que hace da una sensación gomosa al tacto. Es, de lejos, la mejor decisión de diseño que ha tomado Motorola.

Este acabado mantiene el aspecto premium del teléfono y lo mantiene estilizado, pero consiguiendo un agarre muy superior. Coger y usar este Edge 50 Ultra es toda una gozada; no resbala nada en la mano y su delgadez de apenas 8,59 milímetros hace que sea muy cómodo de agarrar y usar. Esto es gracias en parte al fino borde de aluminio que rodea el cuerpo favorezca dicho agarre.

Cuerpo curvo del Edge 50 Ultra. Manuel Fernández Omicrono

Motorola ha decidido dejar el cristal para el prominente módulo de cámara trasero y para la pantalla, en un sandwitch muy delgado recogido en el ya mencionado borde de aluminio que se adapta a sus curvas. Unos bordes que acogen tanto el puerto USB-C inferior como sus altavoces superiores e inferiores, de los cuales hablaremos más adelante. Llevarlo a la playa y jugar con él incluso después de estar en la piscina ha sido una gozada.

Todo este conjunto consigue que pese a que el teléfono es relativamente grande, no se sienta pesado o abultado en la mano. Además, nos quitamos por el camino las molestas manchas de huellas que suelen quedar en las partes traseras de cristal clásicas. Eso sí, esta parte de 'cuero' no queda exenta de la suciedad; las motas de polvo y los líquidos sí se notarán en ella. Y sí, decimos líquidos, porque este teléfono es resistente contra el polvo y el agua gracias a su protección IP68.

Motorola Edge 50 Ultra. Manuel Fernández Omicrono

El Motorola Edge 50 Ultra es un teléfono estilizado, muy bien construido y que se ve y siente más caro de lo que realmente es. El diseño por el que ha optado Motorola no solo es útil para con el usuario final, sino que otorga al dispositivo una personalidad que sin duda llamará la atención de los amigos y familiares que lo vean.

Una pantalla ideal... pero curva

Estamos ante una pantalla de categoría, que se convierte en uno de los argumentos más importantes del Edge 50 Ultra. Solo repasando sus especificaciones queda claro el porqué: esta es una pantalla de 6,7 pulgadas con resolución 2.712 x 1.220 OLED que además de disfrutar de 2.500 nits de brillo, monta una brutal tasa de refresco de 144 Hz.

Motorola Edge 50 Ultra. Manuel Fernández Omicrono

Motorola ha hecho un trabajo soberbio con el diseño de esta pantalla, ya que esta disfruta de unos marcos tremendamente reducidos, haciendo que la ansiada sensación del todo pantalla se acentúe todavía más. A esta sensación hay que añadirle los bordes curvos, que son relativamente acentuadas y dan un aspecto todavía más llamativo al teléfono.

En términos de rendimiento, no hay nada que discutir: el panel del Motorola Edge 50 Ultra cumple con lo prometido. El brillo es más que suficiente para su uso en exteriores, incluso en las horas donde el Sol pega más fuerte. Aspectos como su calibración de color, su nitidez o su rango dinámico son propios de cualquier gama alta que se precie, lo que provoca que ver películas o jugar sea toda una delicia.

Motorola Edge 50 Ultra. Manuel Fernández Omicrono

Especialmente en el terreno del gaming. Sí, hay muy pocos juegos que aprovechen siquiera una parte de los 144 Hz que monta este panel. Recordemos que lo normal es tener 120 Hz, por lo que Motorola nos regala unos nada despreciables 24 Hz más. La pantalla se siente muy fluida y responsiva, lo que ayuda mucho a la experiencia de juego. Lógicamente, se puede variar entre tasas que van desde los 60 hasta los 144 Hz.

Sin embargo, no soy un gran adalid de las pantallas curvas. El aprovechamiento extremo de la pantalla a veces juega en contra del Motorola Edge 50 Ultra, ya que algunos elementos de apps y juegos quedan justo en estos bordes. Me he visto más de una vez teniendo dificultades para acceder a menús o a botones específicos, que quedaban curvados en el panel.

Además, la usabilidad del teléfono se ve comprometida, pese a que la parte trasera gomosa ayude a ello. Sujetar el teléfono sin ocupar estos bordes se hace más complicado y en ocasiones puede generar toques fantasma, una constante de esta clase de pantallas. Sin embargo, este es un punto subjetivo, ya que estos 'problemas' se aplican casi a cualquier teléfono que actualmente tenga bordes curvos.

Por ende, esto dependerá finalmente del usuario. Aquellos que busquen un panel de muy alta calidad, rápido y sobre todo responsivo, encontrarán en el Edge 50 Ultra un gran aliado, ya que estos problemas se compensan por la alta calidad de la pantalla. Sin embargo, queda en manos del usuario dirimir si estos buenos resultados en calidad suplen los posibles inconvenientes de los bordes curvos.

Altavoz del Motorola Edge 50 Ultra. Manuel Fernández Omicrono

En el terreno del aspecto multimedia, también hay que destacar el excelente apartado sonoro que monta el Edge 50 Ultra; un aspecto, todo sea dicho, usualmente olvidado. Y es que Motorola ha tenido a bien incluir un doble altavoz estéreo, uno en cada canto del teléfono. Un conjunto potenciado por Dolby Atmos, con app dedicada incluida.

Debido a que el teléfono es increíblemente fino, las frecuencias bajas pierden un poco, pero las medias y altas se distinguen de forma muy clara en estos altavoces. Se puede escuchar música perfectamente sin necesidad de auriculares, ya que los altavoces se escuchan muy bien y con mucha potencia. Además, la app de Dolby Atmos y los ajustes de audio permiten al usuario ajustar su experiencia auditiva con un alto grado de versatilidad.

El teléfono no rinde: vuela

Bajo el capó, el Motorola Edge 50 Ultra monta lo mejor de lo mejor en lo que a especificaciones se refiere. La prueba la tenemos en el Qualcomm Snapdragon 8s Gen 3, una versión ligeramente superior del ya portentoso Qualcomm Snapdragon 8 Gen 3, y que se constituye como la joya de la corona del fabricante norteamericano. Y va unido a una serie de características impresionantes.

Motorola Edge 50 Ultra. Manuel Fernández Omicrono

La tabla de especificaciones es impresionante. 1 TB de almacenamiento interno con UFS 4.0 conjuntado con 16 GB de memoria RAM LPDDR5X en el apartado de las memorias, y USB-C de alta velocidad que, además, es compatible con DisplayPort. Le sigue una conectividad de última generación, con WiFi 7, Bluetooth 5.4 y 5G. Este móvil es, sin ambajes, uno de los más potentes y rápidos del mercado.

La fluidez con la que se mueve el Edge 50 Ultra es sencillamente extrema. El dispositivo no se mueve con agilidad: vuela prácticamente. Es veloz, preciso y ejecuta las tareas y juegos sin inmutarse. La sensación de velocidad es tal que hasta amigos dueños de teléfonos también de gama alta se han quedado sorprendidos al verme usarlo. 

Motorola Edge 50 Ultra. Manuel Fernández Omicrono

En esta ecuación juega un papel muy importante el software, que en este caso es Android en su versión 14. Motorola sigue apostando por una experiencia relativamente limpia, muy similar al menos en lo estético a Android stock. Un sistema que incluye en su interfaz mucho parecido con los Pixel de Google, los reyes del llamado Android stock. Motorola, sin embargo, ha metido algunos añadidos extra.

El software se siente muy estable y veloz; las animaciones están bien trabajadas y en general, el sistema funciona acorde al rendimiento del móvil. Eso sí, el teléfono viene con algunos cambios estéticos a los que habrá que acostumbrarse, así como un pequeño paquete de bloatware que será necesario eliminar.

Motorola Edge 50 Ultra. Manuel Fernández Omicrono

Algunos detalles de software que nos han gustado incluyen la capacidad de conectar el móvil a un monitor vía USB-C y conseguir una interfaz de escritorio, parecida a lo que obtenemos con Samsung DeX. No solo eso; el Edge 50 Ultra incorpora funciones de IA y de conectividad con otros dispositivos como PCs bastante interesantes que nutren sobremanera la experiencia.

El Motorola Edge 50 Ultra ha podido con todo lo que le he echado en estos días. He jugado a algunos de los títulos más exigentes del mercado sin una sola caída de frames de por medio, y con las configuraciones gráficas al máximo. La multitarea también ha resultado ser brutal; me he visto usando un buen número de aplicaciones casi al mismo tiempo, sin que el dispositivo se inmutase.

Mención especial al lector de huellas óptico ubicado bajo la pantalla, y que sirve como método principal para desbloquear el teléfono —junto al muy útil desbloqueo facial—. Funciona muy bien, casi de forma instantánea, y no ha dado un solo problema en mis vacaciones.

Una autonomía equilibrada

De nada sirve tener todas estas funciones si el teléfono no puede durar durante el día. Motorola ha decidido dotar a su Edge 50 Ultra de una batería nada desdeñable de 4.500 mAh, que está potenciada a su vez con una carga rápida de 125 W muy impresionante. También cuenta con carga inalámbrica de 50 W y carga reversible. Y sí: el Motorola Edge 50 Ultra incluye el cargador de 125 W en la caja, sin obligarnos a pasar por caja.

Motorola Edge 50 Ultra. Manuel Fernández Omicrono

Motorola promete que gracias a esta tecnología, solo serán necesarios unos 5 minutos de carga para tener varias horas de autonomía. De hecho, en menos de 20 minutos el móvil queda cargado al 100%, algo que me ha venido genial en mis días de vacaciones y que he podido certificar sin duda alguna. Tanto, que ha sido un gran añadido en estas últimas semanas.

Y es que tanto la batería del Edge 50 Ultra como su excelsa carga han hecho que sencillamente me olvide de mi teléfono, consiguiendo que no me preocupe más por la batería. Cuando la batería estaba baja, me bastaba con enchufarlo unos pocos minutos para tener suficiente autonomía para el resto del día. Además, sin juegos de por medio, he conseguido exprimir el Edge 50 Ultra por alrededor de dos días seguidos, sin tener que pasar por el enchufe.

Unas cámaras divertidísimas

La cámara es, de lejos, el punto más importante para muchos españoles a la hora de comprar un teléfono. Y lógicamente en mis vacaciones he exprimido muchísimo los sensores de este Edge 50 Ultra, que no son pocos. Eso sin contar la cámara delantera, que es de 50 megapíxeles.

En total, tenemos tres cámaras traseras: un sensor principal de 50 megapíxeles, un sensor gran angular también de 50 megapíxeles (con un campo de visión de 122º) y un telefoto de 64 megapíxeles, con zoom óptico 3X. Se le suma un sensor ToF y un flash LED bastante potente. Estas tres cámaras han sustituido a mi cámara profesional en mi viaje.

He usado todos los sensores casi por igual, siendo el telefoto mi favorito por lejos, gracias a su zoom óptico 3X. Motorola ha puesto todos sus esfuerzos en dar una versatilidad y polivalencia al usuario fuera de lo común, para que este se divierta usando la cámara. Y efectivamente, me he divertido sobremanera.

Imagen con el sensor principal del Motorola Edge 50 Ultra. Manuel Fernández Omicrono

¿Han cumplido las cámaras del Motorola Edge 50 Ultra en mi viaje? Lo cierto es que sí, pero con matices. Este conjunto de sensores ha podido darme muy buenos resultados generales, saliendo bien parado en prácticamente todas las situaciones y dándome una galería de fotografías dignas de las mejores galerías de Instagram. En líneas generales, estamos ante muy buenas cámaras.

En este caso y a diferencia de lo que ocurría por ejemplo con el Sony Xperia 1 VI, el Edge 50 Ultra hace un balance entre un buen hardware y un procesado medianamente sutil. Las instantáneas, en tomas de buena luz, resultan muy satisfactorias, con un buen nivel de detalle y de contraste en la mayoría de ellas. Aspectos como el balance de blancos o el rango dinámico también son buenos, aunque solo si hay unas muy buenas condiciones de luz.

Imagen al atardecer del Edge 50 Ultra. Manuel Fernández Omicrono

Sacando fotos exclusivamente en automático, hemos notado dos pequeñas cuestiones. El calibrado de color de las fotografías suele ser excelente, pero en algunas ocasiones muy contadas tiende a sobresaturar algunos colores muy concretos haciéndolos ligeramente irreales. No sabemos si por un pequeño bug de procesado o porque la cámara funciona así. Hemos notado esto en las tomas donde colores como el azul o el verde predomina sobremanera.

Por otro lado, cuando va cayendo la luz, el rango dinámico se vuelve un poco caótico debido a los efectos HDR que el procesado aplica a las tomas. En algunos casos las partes más sombrías de la imagen quedan prácticamente invisibles en la toma, mientras que las partes más iluminadas en muy pocas ocasiones se queman.

Motorola Edge 50 Ultra y su cámara. Manuel Fernández Omicrono

Sobre todo, depende del sensor usado. El sensor principal de 50 megapíxeles solo falla con el HDR y en contadas veces cuando la luz poco a poco va cayendo. El gran angular arroja muy buenas fotografías, pero calibra el color de forma diferente según la escena. Es sutil, y quizás el ojo no entrenado ni siquiera se de cuenta. Pero aquel que revise bien las fotos verá diferencias en la colorimetría entre los distintos sensores.

El sensor que más me ha sorprendido ha sido el telefoto. Enfocar a tanta distancia y encuadrar la toma suele ser difícil en estos casos, pero la gran estabilización que monta este sensor —y que también está presente en el sensor principal— consigue que usarlo sea bastante más factible. Destaca en cuestiones como el detalle o la nitidez, aspectos muy bien logrados en este sensor.

Cámara del Motorola Edge 50 Ultra. Manuel Fernández Omicrono

Las fotografías nocturnas, lejos de ser malas, son el talón de Aquiles de este Motorola Edge 50 Ultra. Es posible forzar las cámaras del teléfono para conseguir buenas imágenes, pero debido a la falta de luz, estas sufrirán de una mayor falta de detalle. No es menos cierto, por otro lado, que este suele ser el escalón más difícil de superar para los smartphones de hoy en día. En ningún caso, por otro lado, estamos ante una situación dramática.

La cámara selfie nos ha gustado también, especialmente por su alto grado de detalle. Notamos un pequeño exceso en el procesado de los autorretratos, ya que algunas veces quedan un poco sobresaturados en detalle. De nuevo, lo compensa con una muy buena nitidez, que se nota desde el mismo momento en el que se toma el selfie.

¿Me lo compro?

Está claro que el Motorola Edge 50 Ultra es un teléfono que aspira a la gama alta, pero con algunas reservas. No podemos obviar que pese a rozar la barrera de los 1.000 euros, este es un teléfono que cuesta varios cientos de euros menos que sus rivales directos, que ya operan en la línea de los 1.500 euros. Es un gama alta en el hardware, pero no un gama alta premium en el precio.

Motorola Edge 50 Ultra. Manuel Fernández Omicrono

Es por ello que creo que este teléfono se encuentra en un punto dulce que los gamas altas habían perdido. Un precio que no rebasa los 1.000 euros, pero que ofrece un gran pack de características, que destaca en potencia y que sufre de muy pocos defectos. Porque es un hecho que el Motorola Edge 50 Ultra es un gran teléfono, muy recomendable para los que aspiren a tener un móvil de altas prestaciones.

No está exento de fallos, pero varios de ellos subjetivos. La pantalla curva es un detalle a tener en cuenta, sí. Y el rendimiento nocturno de sus cámaras podría ser mejor. Sin embargo, compite de tú a tú con dispositivos bastante más caros en aspectos clave, como la velocidad y la potencia bruta. Cualquiera que le dé valor a estos puntos, quedará gratamente satisfecho con el Edge 50 Ultra.