La lucha en el campo de los móviles suele ser noticia sobre todo en el campo de los procesadores donde la palabra doble núcleo se ha convertido en algo casi indispensable a la espera de que se lancen ya en breve las primeras tablets con quad-core (anotaros esa palabra) o lo que es lo mismo, un procesador de cuatro núcleos (que en realidad son cinco) como hemos podido ver en la tercera versión de la plataforma Nvidia Tegra, también conocida como Kal-el.
Los móviles han dado un salto de potencia increíble en cuestión de 30 meses pasando de unos sorprendentes 528 MHz en el procesador ARM 11 de la HTC Dream a móviles con procesadores de doble núcleo a 1,2Ghz que se desenvuelven mejor que mucho de nuestros ordenadores hace no tanto tiempo… y ya decimos que esto es sólo el comienzo.
Sin embargo hay otro protagonista en esta evolución desbocada de los terminales móviles y no es otra que los displays, las pantallas empleadas buscando cada vez una mejor calidad de imagen tanto en colores como en definición, iluminación en cualquier situación, consumo de batería, grosor y sensibilidad a la hora de interactuar con ellas.
Pantallas móviles, el camino hasta ahora
La evolución de las pantallas en telefonía y otros dispositivos lleva tanto tiempo o más que el de los procesadores que comentábamos al principio aunque haya llamado menos la atención pero si eligiera un punto a destacar para comprender donde hemos llegado destacaría la llegada de la pantalla SuperAMOLED de Samsung para sus modelos Galaxy S y Wave, pantallas desarrolladas a partir de la tecnología OLED que ofrecían una calidad de colores nunca antes visto integrando en una única capa tanto la visualización como la recepción de gestos por parte del usuario, por lo tanto más finas y sin obstáculos para la emisión de luz.
El éxito de la pantalla era tal que constituía por si mismo un punto a destacar en la compra del terminal y Samsung se guardó para si misma y sus terminales el acceso a la pantalla (también por supuesto como una buena decisión de marketing creando una sensación de exclusividad para sus clientes).
Poco después era Apple quien daba el golpe con su pantalla Retina Display integrada en sus dispositivos y que nos presentaban de esta forma con una densidad de 326 píxeles por pulgada y una resolución de 960 x 640 lo que aseguraba una definición sin igual.
Y cuando todo el mundo pensaba que la guerra de pantallas era algo entre Samsung y Apple se presentaba por parte de LG el modelo Optimus Black con su Nova Display, una pantalla que si bien no ofrecía tanta definición se convertía en la que mejor respuesta daba en cualquier situación incluso bajo luz solar gracias a los 700nits de brillo consiguiendo a la vez reducir el consumo de batería entre un 15 y un 50% respecto a los competidores.
La respuesta de Samsung llegaba con el Galaxy S II y su pantalla Super AMOLED Plus, una evolución del modelo anterior un 18% por delgada, con menos consumo energético, y una definición mejorada gracias a presentar un 50% más de sub-píxeles. La pregunta entonces parecía pasar a elegir entre NOVA Display y el recién llegado de Samsung y por fin podíamos ver el esperado duelo resultando en una nueva pregunta ¿brillo o definición?.
Sin embargo si alguien pensaba que Samsung se iba a quedar esperando un nuevo competidor estaba equivocado y es que con la llegada del Nexus Prime se presentaba ante nosotros la vuelta de tuerca en sus pantallas con la llegada de la Super AMOLED HD una pantalla que elevaba la densidad hasta los 320 dpi y la resolución a 1280 x 720. Es decir, igualar (casi) la definición tope marcada por la Retina Display de Apple en un panel de mayor resolución.
El futuro a la vuelta de la esquina
Si lo visto hasta ahora refleja una evolución imparable en los próximos meses todavía tendremos muchas más noticias con nuevas pantallas que buscan principalmente mejorar tanto en resistencia, como en consumo, definición y respuesta táctil perfectas.
Primero tenemos la llegada del Corning Lotus Glass, es decir, una nueva creación de los chicos que presentaron el Gorilla Glass, o lo que es lo mismo, esa capa de protección que convierte en invulnerable a arañazos, etc a las pantallas que la visten. Lotus Glass sería un sustrato especial que promete ofrecer una gran calidad de imagen en pantallas LCD y OLED con un consumo mínimo gracias a su resistencia incluso a altas temperaturas.
Por otro lado tendríamos un nuevo avance en definición hasta un punto que nos hace plantearnos si nuestro ojo sería capaz de apreciarlo, y es que si los 320-326dpi de Samgung-Apple parecían suficientes Toshiba nos sorprende con el desarrollo de una pantalla de 498dpi y 6,1 pulgadas (teniendo en cuenta el problema en fabricar paneles de mayor tamaño con el se suelen topar estas tecnologías) es decir una resolución de 2.560 x 1.600 en una pantalla más pequeña que las utilizadas en las tablets.
Además este modelo ofrecería un ángulo de visualización de casi 180º (176º en concreto), un contraste de 1000:1 (algo que poco a poco iremos viendo como también cobra más importancia en los móviles como pasó en los televisores) y la capacidad de mostrar hasta 16,7 millones de colores y la promesa de incorporarlo a dispositivos 3D sin necesitar gafas para su visionado (similar a las pantallas de Sharp).
También tenemos por otro lado avances en la sensibilidad de las pantallas capacitivas y es que desde que estas se impusieron a las resistivas gracias a la respuesta ofrecida al usuario siempre nos hemos encontrado con una pega muy grande, la necesidad de un contacto directo entre nuestros dedos y la pantalla para que ésta responda, algo que por ejemplo descarta casi su uso en condiciones de bastante frío donde uno necesita protección en forma de guantes.
Ahí es donde entra el desarrollo de SMK Electronics ofreciendo la evolución de las pantallas capacitivas con un nuevo panel mucho más sensible lo que permite una capacidad de respuesta tan alta que incluso puede ser usado con guantes o la de Synaptics capaz de detectar el toque de la cabeza de un alfiler.
Hemos dejado para lo último un tipo de evolución en pantallas que se puede englobar en una categoría propia, la de los display flexibles. El sueño hecho realidad en películas de ciencia-ficción, esos paneles desplegables que nos permiten interactuar con ellos y volver a guardarlos en un espacio mínimo… y también algunos prototipos en el mundo real como el que veíamos de la mano de Sony hace ya más de un año.
Pero ahora os vamos a hablar de la adaptación del panel a un teléfono real, o al menos al prototipo del mismo, que es lo que podemos disfrutar con Nokia Kinetic, un smartphone flexible que no sólo tiene la particularidad de resistir torsiones sino que éstas son en si mismas una forma de interactuar con el terminal ya que no sólo podremos hacer gestos sobre él sino que nuestros movimientos agarrando el terminal tendrán también su repercusión en el software que manejemos.
Es evidente que lo que más nos gustaría es que todas estas novedades se concentrasen en un sólo desarrollo pero también es positivo la variedad de equipos, cada uno trabajando en intentar mejorar un área concreta, ya que sólo tendremos que seguir atentos a esta carrera y esperar que las mejore soluciones terminen por implementarse finalmente en la pantalla perfecta.