No sé vosotros, pero cuando hablas sobre diferentes plataformas móviles con otra gente uno de los argumentos más repetidos con respecto a Android es que es difícil. Y la verdad es que no podemos responder a eso, porque estas discusiones habitualmente las tienes con gente que, gustándoles más un sistema u otro, son usuarios medios o avanzados, es decir, gente que en realidad por mucho que nos empeñemos, no estamos capacitados para distinguir la verdadera dificultad de uso de un sistema operativo, porque sean cuales sean las características nos adaptaremos de todas formas.
Y llevaba mucho tiempo comiéndome la cabeza con el tema hasta que, casualmente, en El Androide Libre me dejaron para probar el RAZR MAXX del que os hablé el otro día y ese mismo día me llamó mi hermano (que no tiene ni idea de tecnología) para comentarme que se compraba ese mismo teléfono. Y pensé, ¿por qué no aprovechar esa oportunidad para ver qué tal me adapto yo, que conozco Android de cabo a rabo, a la experiencia con este teléfono y las características adaptadas de Motorola y qué tal se adapta él? Y de esa experiencia me gustaría hablaros hoy, de cómo alguien con cero experiencia en Android y poca idea de informática se ha hecho con el control de la plataforma para su uso y disfrute.
Yo lo que quiero es que me sirva para todo…
Esa fue la primera frase que recibí tras comentarme que se iba a comprar el monstruo de Motorola. Y lo primero que tenemos que tener claro, al menos desde mi punto de vista es lo siguiente: ningún teléfono sirve para todo, porque ninguno está pensado con todo en mente, sino con una serie de características concretas en perspectiva. Así pues lo primero e importante que debemos tener en cuenta es que «todo» es sencillamente imposible, que habrá teléfonos que sean geniales en batería pero que fallen en multimedia, procesamiento, calidad/precio, juegos o alguna otra cosa y lo mismo para el resto de características.
Así que lo que debemos buscar antes que nada es un aparato que se vaya a adaptar a nuestras necesidades. Yo por ejemplo apenas hago fotos con el teléfono y por tanto no suelo mirar esa característica, pero cuando las hago me gusta la nitidez, por eso por ejemplo para mí la cámara ultrarrápida del Galaxy Nexus es un factor importante, pero meterle 14 MP a una cámara que en contadas ocasiones podré usar para hacer fotos a esa resolución (o que necesiten esa resolución) es algo que me dejará frío. Sin embargo juego muchísimo, por lo que una buena tarjeta gráfica es algo imprescindible, y si es un modelo que no se beba mi batería mejor que mejor. Si tenéis en cuenta este principio antes de nada es bastante probable que os ahorréis algo de dinero y más de un disgusto. Quizá penséis que esto no es solamente un consejo válido en Android sino que por ejemplo Windows Phone también tiene variedad de dispositivos, no obstante, debido a sus características, en Android no es importante, es imprescindible, por lo que antes de embarcaros en la compra de un teléfono nuevo con el robot verde dentro tened muy claro primero lo que queréis.
Lee, lee y lee
Yo llegué a su casa con mi teléfono configurado, utilizable, con mis widgets en el escritorio, con los de Motorola eliminados y una docena de programas ya instalados. Mientras tanto él había conseguido encender el teléfono, conectarlo a internet, navegar un poco y configurar su cuenta de correo de Hotmail en el cliente de correo electrónico.
Al principio me pareció un poco pobre el recorrido que tuvo en el mismo tiempo en que yo me hinché a hacer cosas. Después se puso a preguntarme cosas… que debería haber visto en los mil tutoriales que aparecen al arrancar el móvil por primera vez. Así que, mi segundo consejo, muy importante, si no sabes, observa y, si te aparece un tutorial en pantalla, leelo antes de cerrarlo por si pudieras aprender algo de él. Incluso si eres un usuario experimentado, los consejos siempre son de agradecer, y más en un teléfono que tenga una capa estética puesta por el fabricante sobre la interfaz nativa de Android, puesto que estas tienden a tener algunos trucos particulares que pueden mejorar un poco nuestro uso en el día a día.
No, no tengo una cuenta de Google… ¿para qué?
La cuenta de Google es algo que los que usamos Android tenemos asumido como imprescindible, pero no nos entra en la cabeza que a mucha gente no le ha dado por crearse una y que Google es para ellos solamente un buscador. Pues bueno, resulta que justo
después de explicarle un par de nociones básicas a mi hermano que figuraban en los tutoriales empezó a apañarse muy bien hasta que de repente paró otra vez y empezó a hacerme preguntas tipo, ¿cómo se sincronizan los contactos con internet (sabe que yo no tengo que copiarlos cuando reinstalo el móvil o uso uno diferente)? ¿no está Whatsapp instalado? Y así…
La respuesta a todas estas preguntas es la misma, ¿has configurado una cuenta de Google? Si no es así, hazlo, porque las cuentas de Google son imprescindibles para descargar aplicaciones y para usar los servicios de Google (como los contactos en la nube). Una vez instalada la cuenta, empiezas a ver como todas las opciones de tu teléfono empiezan a encajar entre ellas y como mágicamente puedes hacer muchas más cosas que antes sin apenas darte cuenta.
La barra de notificaciones no es decorativa
Somos niños Windows, todo lo que nuestro sistema puede hacer está a la vista, no hay nada escondido o plegado y esto es un problema, porque una de las características más interesantes y potentes de Android es su barra de notificaciones. La barra de notificaciones, esa barra superior nos muestra información en tiempo real de nuestro sistema, alertas de mensajes, alarmas del reloj pospuestas o citas en el calendario, nos permite además desplegarla y abrir la aplicación que ha generado ese mensaje, o acceder a algunas opciones especiales, por lo que no debéis olvidar que arrastrar la barra hacia abajo y echar un vistazo a las notificaciones puede ahorrarnos tiempo y preocupaciones al dejar que el teléfono nos avise de ciertas cosas en vez de ir mirándolas nosotros mismos.
Toca, que no lo vas a romper y, si no sabes, pregunta
Por último, el mejor consejo y más práctico para cuando trabajas con dispositivos electrónicos es que toques, que pruebes, que hurgues y que aprendas. Porque navegar por los menús, cambiar las opciones y modificar las configuraciones es la mejor forma de aprender cómo funciona todo. Aunque eso sí, cuidado si os ponéis a tocar en las opciones del operador, no vaya a ser que os encontréis una sorpresa en la factura. Y aún en esos casos, lo mejor que puedes hacer es buscar a alguien que sepa un poco más que tú, y pedirle que te enseñe cómo se hace, porque una vez aprendas a hacerlo tú solo ya no lo olvidarás
Además, aunque no os lo creáis, tan sólo dos días después de esto tuve la ocasión de probar el Vodafone Smart II, y aunque le hice varias pruebas de rendimiento yo mismo, quise que primero probara mi padre a ver si se apañaba y, con los mismos consejos que a mi hermano antes que a él, tenía el teléfono dominado en una sola tarde, al día siguiente estaba él descubriendo características nuevas del sistema y comentándome curiosidades (la única queja que tuvo fue que con su vista no se aclaraba a leer el manual de instrucciones).
Así que ya sabéis, seguid estos consejos y podréis disfrutar de vuestros androides sin necesidad de estudiaros un manual enorme.