En Marzo de 2010 Samsung sacó el Galaxy S, un terminal excelente, cuyo principal problema es que no sacaba todo el partido del hardware con el que contaba. Pero era normal, los coreanos estaban entrando en las gamas altas de Android, y su experiencia era limitada. Lo importante fue que aprendieron de sus errores, y crecieron muchísimo como marca, no sólo sacando en 2011 al mercado el que posiblemente haya sido el mejor terminal en su tiempo, el Galaxy S II, sino colaborando directamente con desarrolladores y ofreciendo ayuda y herramientas para entre la comunidad mejorar su software.
Todo parecía muy bonito, y las cosas funcionaban. Pero entonces llegó 2012 y el Samsung Galaxy S III, ese pedazo de terminal excelente, con una potencia descomunal y una cámara que hace fotografías excelentes, pero que ha cambiado a Samsung.
No soy sólo yo el que ya no reconozco en lo que hoy en día se ha convertido la empresa coreana, y los desarrolladores son los primeros a los que deberíamos preguntar, porque el enfado y desagrado que gira en torno a la falta de bootloader y a la liberación de la versión para developers es de dimensiones astronómicas. Samsung tiene en torno al 50% de la cuota de terminales Android vendidos, y desde XDA (el mayor foro de desarrolladores del mundo) tenían una gran relación con ellos, que últimamente se ha ido debilitando por las formas de Samsung y la poca importancia que empiezan a darle a trabajar con ellos.
De hecho, los mejores desarrolladores están abandonando a Samsung debido a la falta de información y ayuda con los procesadores Exynos. Codeworkx de CyanogenMod deja de dar soporte a Samsung Galaxy S III y se pasa a Sony, y de hecho está pensando en no volver nunca a tratar con Samsung, pero no es el único, y es un mundo que ha hecho muy grande no sólo a Android, sino también a Samsung, y ahora los están abandonando. Quizás no parezca importante, pero esta gente no sólo hace ROMs, también abre las nuevas ideas que futuras versiones de Android acaban adoptando. Os recomiendo ver el vídeo que han hecho en XDA al respecto (en inglés).
Pero la nueva política de Samsung no sólo deja tirados a los desarrolladores, sino que entra a sitios en los que no tendría que entrar. ¿Qué debería haber hecho Samsung tras perder el juicio con Apple? Agotar todos los recursos legales para conseguir una apelación o un nuevo juicio con un jurado diferente, pero no contestar como si de una pelea de niños se tratase. La primera rabieta de Samsung al gran público llegó en forma de una infografía en la que se listan las principales características del iPhone 5 al lado de las del Galaxy S III.
Como bien apuntan en el mismo vídeo que os comentábamos antes, la comparativa no es demasiado objetiva. La primera mitad de la tabla es una comparativa cara a cara de estos dos terminales, donde con la frase «No hace falta ser un genio» Samsung intenta hacer creer que la pantalla más grande, la mayor resolución o más RAM hacen mejor a un teléfono. El problema es que la segunda mitad es aún peor, ya que Samsung incluye una serie de características que en su mayoría son gestos para controlar funciones del teléfono. Serán útiles, no digo que no, ¿pero qué pasa con la lista de gestos que tiene el iPhone 5 y no el SGSIII?
Lo último que estoy diciendo del mundo es que el iPhone 5 sea mejor que el Galaxy S III y que Samsung lo haya pintado al revés, lo que digo es que no hace falta ser un genio para darse cuenta que Samsung no necesita recurrir a estas técnicas que ha usado Apple en el pasado contra Microsoft para vender un producto que ya es bueno de por si.
No es necesario, no tienen que hacerlo, tienen un producto excelente y es una empresa con unos recursos y una capacidad extraordinarias. Samsung es una compañía que está como todas las del mundo, para hacer dinero, pero también para hacer buenos teléfonos que a la gente le guste usar. Recuerdo lo que me encantaba mi Samsung Galaxy S II, el cual sigo usando, pero empiezo a estar cansado de tanta historia.
Desde mi humilde punto de vista, Samsung debería recapacitar sobre su actual política y empezar a colaborar de nuevo con los desarrolladores y mirar más por el usuario. Todos los recursos que Samsung gasta en humillar a Apple son recursos que podrían haber ido a parar a mejorar sus dispositivos y experiencia de usuario. Esperemos que Samsung vuelva a ser lo que era y no se quede en la fachada de un gran terminal como el SGSIII, sino que sepa preocuparse de verdad por el usuario y darnos lo que en Android queremos.