Hace poco Qualcomm nos presentó un nuevo sistema de carga rápida para sus procesadores Snapdragon que ofrecían una mejora en el tiempo de carga de hasta el 40%. Pues bien, por lo que se ve no han dejado de trabajar en ella y ahora vuelven para mostrarnos lo que han mejorado.
Se trata de la versión 2.0 y esta vez el ahorro de tiempo de dispara hasta el 75%, algo que a primera vista parece imposible, pero todo esto se consigue juntando varios factores.
Quick Charge 2.0 y Activación por voz
Primero, solo está disponible para los Snapdragon 800, chip que por el momento es difícil de encontrar en un terminal; segundo, se requiere en cargador para tal fin; y tercero, el resto del terminal (circuiteria, implementación, etc) también influyen en ese tiempo. Viendo todo esto parece que sea algo difícil de conseguir, pero en realidad no tanto. Para empezar ya se conoce esta característica de los nuevos chips, por lo que los fabricantes que lo vayan a incluír en sus terminales ya pueden adaptarlo para conseguir el mayor rendimiento, y en cuanto al cargador, es de suponer que si tu teléfono viene con Snapdragon 800, incluirá el cargador correspondiente.
Y no solo Quick Charge 2.0 ha presentado Qualcomm. No contentos con tal evolución, han mostrado también una nueva característica curiosa basada en el reconocimiento por voz, pero enfocada no al sistema operativo en si, sino a nivel de procesador. Esto permite dejar el procesador en reposo con un consumo mínimo hasta que decimos las palabras mágicas con tal de «despertarlo», como si del «Hola Galaxy» de Samsung se tratara. Nos aseguran que con esta tecnología se consigue un consumo mucho menor y por lo tanto un ahorro considerable en la batería.
Por lo que vemos los avances no paran de sucederse en este punto y seguro que no será lo único que veamos, pues de funcionar, el resto de fabricantes intentaran hacer algo similar. La parte «mala» es que dificílmente se vean todo esto durante este año, por lo que estamos hablando ya de finales de 2013 o principios de 2014.
Todo esto nos plantea algunas preguntas: ¿A partir de ahora vamos a mirar únicamente la potencia del procesador, a cuantos tropeherzios funciona, o vamos a mirar también este tipo de funciones «extra»? Yo creo que, al igual que ha pasado con los procesadores de ordenador, los cuales hasta hace algunos años no paraban de aumentar en cuanto a «velocidad» (Mhz), pasando de los módicos 500-600Mhz a los 2-3Ghz en pocos años, hasta que se quedaron estancados en esos 3-4Ghz de media. El motivo no fue otro que vieron que ese camino no era el más adecuado para aumentar el rendimiento, ya que había que sacrificar otros aspectos como el consumo y «calentamiento». De ahí empezaron a buscar alternativas con arquitecturas diferentes, formas distintas de hacer el mismo trabajo pero aun sin aumentar la velocidad, hacerlo de manera más eficiente.
Esto es lo que debería pasar con los móviles, ya que estamos limitados a una batería (y no una toma de corriente) y creo que es un buen camino a seguir. Ahora solo nos falta esperar a ver como evoluciona y saber si es el camino correcto o, por el contrario, hay que seguir buscando.
Fuente: Qualcomm