A la hora de medir el rendimiento de un smartphone normalmente nos centramos en el elemento mas llamativo, es decir la CPU. Cada mes aparecen nuevas noticias sobre nuevos modelos con mas núcleos y una frecuencia mayor, como si eso fuera todo lo necesario para aumentar el rendimiento de un sistema. Nada mas lejos de la realidad. Un dispositivo móvil está compuesto por varios elementos, cada uno de ellos lo suficientemente importante como para no poder dejarlo de lado. Por ejemplo, la memoria RAM.
Hasta ahora no habíamos visto muchos avances en lo que respecta a la memoria RAM, mas allá de un previsible aumento de tamaño. Pero la RAM es muy importante, ya que es el punto intermedio por el que pasa la información, entre el almacenamiento y la CPU. Por tanto, debe ser rápida y al mismo tiempo no ocupar demasiado espacio físico ni consumir demasiada energía. Samsung acaba de anunciar su nueva apuesta en este sentido.
Los nuevos diseños de chips de memoria LPDDR3 para dispositivos móviles de Samsung suponen un gran avance respecto a la anterior generación LPDDR2, y de hecho la propia compañía coreana espera doblar el rendimiento, aunque no es su única ventaja. En módulos de cuatro gigabits, (no confundir con gigabytes. 4 Gb = 0.5 GB) creados con un proceso de fabricación de 20 nm, la idea es que el consumo energético (un 20% menor respecto a chips de 30 nm) y consecuente generación de calor sea lo suficientemente baja para que no suponga problemas en un dispositivo con baja ventilación como un teléfono móvil.
¿En qué afectará todo esto a los futuros smartphones? Pues sobre todo repercutirá en móviles mas rápidos, que den una sensación mas ligera y sin saltos. Puede sonar muy técnico, pero lo bueno es que el usuario final notará la diferencia.
Fuente | Bussiness Wire