¿Cuál es el mayor problema de la cobertura telefónica? No es tanto por la cantidad y la colocación de las antenas telefónicas, según Qualcomm. No, el problema son las casas, los centros comerciales y, en general, los edificios, que con su manía de bloquear las ondas empeoran considerablemente la conexión. Y desde la compañía quieren una alternativa para esto, ya que se encuentran con la situación de que quieren vender nuevos chips para obtener mayores velocidades pero estos no pueden ser aprovechados en la vida real.
Para saltarse el problema, Qualcomm está preparando una solución: producir en masa pequeñas estaciones base que se encargarían de mejorar la señal en cada edificio. La idea no es nueva, por supuesto, y varias operadoras y fabricantes del sector de la comunicación ya tienen varios productos en el mercado que cumplen la misma función, y que son usadas en sitios de baja cobertura como centros comerciales o pueblos. La diferencia es que Qualcomm está pensando a una escala mucho mayor.
De hecho, la idea es que la mayor parte de la red esté compuesta de estas pequeñas estaciones, y que las antenas tradicionales continúen como los puntos de acceso principales pero no tan solicitados. Así, tendríamos las ventajas de las grandes antenas (una gran superficie cubierta) con la de las pequeñas (cobertura en sitios cerrados). No es un sistema carente de fallos, por supuesto. Por ejemplo, las estaciones estarían conectadas por una conexión a Internet por cable, con la consecuente bajada de caudal para el usuario. Y tener que pasar de una estación a otra resultaría en pérdidas constantes de servicio.
Qualcomm asegura estar preparando una solución para esos problemas con las estaciones que está preparando, mas finas, pequeñas y baratas, que pueden comunicarse entre sí para gestionar la red de manera mas eficiente. Igualmente, están desarrollando una nueva tecnología que reduciría los problemas con los cambios constantes de estación, una tecnología que ya ha sido probada con éxito.
En lo que respecta al coste, podría costar «menos que un teléfono», lo cual no es muy explicativo, pero es un coste que debería reducirse cuando empiece la producción en masa y que podría ser distribuido por las propias operadoras. Es un plan ambicioso, a diez años (al menos en EEUU), por lo que no será una mejoría que vayamos a disfrutar pronto, pero por lo menos Qualcomm parece haber encontrado una solución a un problema cada vez mas común conforme el uso móvil aumenta entre la población.
Fuente | Engadget