Los smartphones son unos de los dispositivos más deseados y que expectación generan hoy en día. En torno a las presentaciones de nuevas versiones de grandes marcas se genera un movimiento que era imposible de imaginar hace solo unos pocos años, y la innovación que se persigue ha marcado un nuevo rumbo en la tecnología. A veces se ha tratado de núcleos de procesado y otras de pulgadas de pantalla, pero hoy nos vamos a centrar en las cámaras.
La innovación no es nada sencilla hoy en día, y mientras todos esperamos algo que nos sorprenda los fabricantes tienen que encontrar algo con lo que sorprender. Todos estamos cansados de ver teléfonos más potentes que poco aportan a un sector donde hemos alcanzado un nivel altísimo, y las cámaras en los teléfonos son uno de los pasos donde más novedades vamos a ver en los próximos meses. Parece que las cámaras compactas están condenadas a desaparecer con el tiempo, fusionadas con los smartphones en lo que será el fin de dos tecnologías que ya pueden ser una.
Cuando Samsung fabricó en febrero de 2000 el SCH-V200 con una cámara de 0.35MP marcó el principio de una carrera que nadie podía imaginar. Unos meses después, en noviembre de ese mismo año 2000, Sharp empezó a vender el J-SH04 con una cámara de 0.11MP. La diferencia era que este podía enviar las fotos digitalmente, y suponía el comienzo de la guerra de las cámaras en los móviles.
En aquél entonces y durante varios años todos pensábamos que la utilidad de una cámara en un móvil era nula. «Para eso ya tenemos una compacta«, decíamos muchos, pero no esperábamos un avance tecnológico tan grande como el que hemos vivido en sensores y ópticas.
Hoy en día Sony nos demuestra lo equivocados que estábamos entonces con el Xperia Z1, que con una cámara de 20.7MP integra por primera vez el hardware de una compacta adaptado a un smartphone, óptica, sensor y procesador incluidos en la ecuación. Y esto es solo el comienzo, ya que ha mucho por hacer aquí. Hoy nos enteramos de que la compañía Vivo planea presentar un smartphone con una cámara de 20MP, un sensor de 1/1.7″ y procesador de DSLR Nikon.
Vamos a entrar más a fondo en lo que esto significa, aunque si quieres profundizar en materia te recomiendo que repases este post que publiqué hace unas semanas en el que se explica todo sobre tamaños de sensores y cómo están evolucionando en el mundo de los smartphones.
Una cámara digital está compuesta por tres principales componentes: Óptica, electrónica (pricipalmente el chip de procesado) y sensor. Todos forman parte de un sistema, y un sistema es tan malo como el peor de sus componentes, por lo que por muy buenos que sean los otros dos, si uno es malo así de mala será la cámara. La óptica se encarga de enfocar la luz hacia el sensor, que capta la imagen y la convierte en electrones, y estos siguen su camino hacia el chip de procesado que comprime y da formato digital a la imagen.
Hoy vamos a centrarnos en el chip y el sensor, ya que la óptica es un apartado totalmente a parte que se sale de la electrónica y en el que los fabricantes se ven mucho más limitados debido a los pequeños tamaños de los smartphones. Los sensores de las cámaras de móviles eran pequeños, lo cual acaba limitando el número de megapíxeles que puedes usar, ya que contrariamente a lo que muchas veces se cree de forma popular, una cámara no siempre es mejor cuantos más megapíxeles tiene. Llega un momento en el que se alcanza un límite, y cada fotosensor está tan cerca del siguiente que se estorban a la hora de captar luz y empiezan a funcionar mal. La idea entonces es aumentar la superficie, pero eso no es fácil, y de ahí que esté costando. El Xperia Z1 tiene un sensor de 1/2.3″, que son 28.5 mm2, y este posible Vevo aumenta el tamaño hasta 1/1.7″, que son 43.3 mm2. Podéis ver el enorme aumento, y es que estamos hablando de un sensor que ya mide casi un centímetro de ancho, una pasada.
Por otro lado tenemos el chip. Sony ha integrado el BIONZ que llevan sus cámaras compactas en el Xperia Z1, un gran avance que permite obtener fotografías mucho más nítidas y trabajadas si sus desarrolladores implementan correctamente los algoritmos de codificación. Hay que tener en cuenta que este sensor se encarga de transformar una fotografía pura en un archivo JPEG, comprimiendo la imagen, por lo que es clave hacerlo lo mejor posible para no perder demasiada calidad en el proceso. El chip de este Vevo sería el mismo que llevan las Nikon digitales, lo cual ya nos dice mucho porque estamos hablando de uno de los mejores fabricantes de cámaras del mundo.
Todo esto nos indica lo mucho que están evolucionando las cámaras en smartphones y el futuro tan prometedor que tienen por delante. Falta trabajo, mucho trabajo por hacer. Hay que mejorar muchísimo las ópticas para conseguir mejores imágenes, conseguir procesados de imagen más potentes que nos ayuden a obtener una mayor nitidez en la compresión de las fotografías y sensores de aún mayor tamaño para que el funcionamiento en condiciones de poca luz sea mejor metiendo los mismos megapíxeles que se usan ahora en un espacio más grande.
La tecnología evoluciona y todo esto será posible muy pronto. El cambio está llegando y lo estamos viviendo ahora mismo. Estoy seguro que en los próximos meses vamos a hablar mucho de cámaras y es interesante ir familiarizándose con todos estos conceptos de sensores, tamaños y procesadores.