La expansión de los dispositivos inteligentes más allá del teléfono móvil sigue su carrera. Las gafas como Google Glass llegarán algún día, pero mientras tanto lo más cercano y que más empieza a expandirse son los relojes y pulseras. En el primer caso hablamos de dispositivos algo más completos que llevan su propio sistema operativo y en el segundo de algo más discreto que se basa en la compatibilidad con aplicaciones y sistemas operativos para ofrecer una completa funcionalidad.
Y ahí está la clave del asunto, porque si me compro una pulsera o reloj, quiero saber si va a funcionar con el smartphone que ya tengo. De nada me sirve si tengo que hacer complicadas operaciones de sincronización o si pierdo una de sus funcionalidades más importantes.
Recientemente los dos mayores gigantes mundiales del deporte han presentado dos dispositivos de este tipo. En el caso de Nike hablamos de la nueva pulsera de actividad FuelBand SE y en el de Adidas del reloj inteligente miCoach Smart Run.
Y aunque uno sea una pulsera y otro un reloj, su objetivo es muy similar, monitorizar nuestra actividad. En el caso de la pulsera perdemos alguna funciones, es cierto, pero también lo es que el precio aumenta al ser un reloj y convertirlo en un dispositivo más completo. Esta diferencia no es mala, de hecho está genial tener diferentes opciones para que cada uno pueda elegir qué se adapta mejor a sus necesidades.
Lo realmente preocupante de la nueva Nike FuelBand SE es que su aplicación no es compatible con Android, y no es algo nuevo, porque el modelo anterior anunciado en febrero de 2012 tampoco lo era. Nike ha decidido apostar fuertemente por iPhone y la web de nuevo, dejando apartados a los usuarios de Android, por lo que si tienes un Android y te estás planteando comprarla, quizás deberías replantearlo ya que vas a perder muchas de sus funciones.
En cambio Adidas ha optado por un tipo de dispositivo algo diferente en el que no solo ha elegido compatibilidad con Android, si no que ha usado el sistema operativo en el reloj. Este Adidas miCoach Smart Run tiene en su interior Android 4.1.1 y por supuesto es compatible con smartphones Android, además de con iPhone. Tiene una pantalla de 1.45″ con resolución 184×184 píxeles táctil, reproductor MP3, 4GB de memoria interna (3GB para el usuario), batería de 410 mAh, GPS y acelerómetro.
Mientras que el smartwatch de Adidas costará 399$, la FuelBand SE llegará al mercado por 149$. Es una diferencia de precio enorme, pero también lo es el tipo de dispositivo y uso que le podemos dar. En una situación en la que Nike hubiese apostado por compatibilidad Android habría celebrado las dos opciones, permitiendo a los que quieran un dispositivo complementario para actividad optar por la opción más barata de Nike y a los que quieran algo totalmente autónomo que incluso cuenta con GPS (muy pocos smartwatch y pulseras lo tienen) por la opción de Adidas.
Sin embargo Nike ha dejado de lado a los usuarios Android, ¿por qué? La compañía ha puesto varias excusas. Una de ellas es que funciona con Bluetooth 4.0, solo soportado por Android 4.3 y superior, alegando que limita mucho el número de usuarios, algo cada vez menos cierto. Además, la FuelBand original no tenía Bluetooth 4.0 y tampoco funcionaba con Android. También el uso cada vez mayor de sensores en dispositivos Android es una de las razones que ponen, debido a que esto haría menos necesaria una pulsera como la FuelBand, aunque el iPhone 5s cuenta con el procesador M7, un conjunto de sensores para monitorizar actividad. Y por supuesto, luego hay que tener en cuenta que el CEO de Apple Tim Cook es miembro de la junta directiva de Nike.
En definitiva, un error de Nike que le sigue dando la espalda a Android y un acierto de Adidas que ha presentado un equipo muy completo, aunuqe dedicado a un tipo de usuario muy concreto, lo cual limitará sus ventas.