Sabemos que Samsung es uno de los principales fabricantes del mundo, no solo de dispositivos Android, sino de cualquier sistema que existe en el mercado. Por eso cada vez que anuncia sus cifras anuales podemos sentir cierta envidia por parte del resto de compañías. Este año no es diferente, con unos beneficios anunciados realmente espectaculares. Pero lo interesante no es tanto «cuánto» beneficio ha conseguido, sino «cómo» lo ha hecho.
Samsung declaró unos beneficios de unos 9600 millones de dólares en el tercer trimestre del año, un récord en la historia de la compañía, y supone una subida del 7% respecto al mismo periodo del año anterior. Decir que son unas cifras buenas es quedarse corto, pero tal vez mas importante sea la distribución de estos beneficios.
Y es que uno podría pensar que el gran culpable del éxito de Samsung es la serie de dispositivos basada en el Galaxy S4, pero la realidad es bien distinta. Porque aunque se trate de uno de los dispositivos que mas titulares ha atraído en el último año, los datos nos dicen que en realidad es la gama baja del fabricante coreano una de las verdaderas razones de su éxito. Las ventas en mercados en desarrollo como China, Sudamérica y Europa del Este fueron las mas importantes.
Otro gran motivo detrás de estas cifras es la fabricación de chips, que obtuvo el doble de beneficio respecto al año anterior. Y es que Samsung no solo está usando sus fábricas para auto-abastecerse, sino que también está firmando cada vez mas contratos con ensambladores y otros fabricantes para encargarse de los órganos internos de sus dispositivos.
Fuente | Bloomberg