El pasado 2 de Diciembre Motorola ofreció con motivo del Cyber Monday, una oferta de sus Motorola Moto X, haciendo un descuento de 150 dólares sobre el precio del terminal. Esta oferta sólo se aplicaba a los modelos sin contrato, quedando un precio final de 349 dólares en la versión de 16 GB y personalizándolo con Motomaker y de 399 dólares para el modelo Developer de 32 GB.
Una oferta atractiva para un terminal que ya lleva unos meses en el mercado. Llamativa pero no agresiva. Quizás el aliciente de que ya tiene android 4.4 hace que el valor del terminal, con unos cuantos meses ya en el mercado, realce su valor de mercado.
Lo que pasó el 2 de Diciembre a la hora anunciada por Motorola para la promoción (limitada a un número limitado de dispositivos) fue que una hora antes y hasta unas horas después, los servidores de Motorola se colapsaron, haciendo que fuera inaccesible la página, y que en definitiva fuera un desastre la compra. Queda claro que Motorola no esperaba una afluencia de tráfico así.
Al día siguiente Dennis Woodside, el CEO de Motorola proclamó el Mea Culpa, y asumió las responsabilidades por los fallos, anunciando que para el día 4 y 9 de diciembre, ampliaban la promoción, pero esta vez, con un método más ordenado por códigos de reserva, ampliando además al doble el número de dispositivos en stock para esa oferta.
Hoy, a la hora indicada, se abrió la página para inscribirse, y yo, estaba allí para conseguir mi código. Todo funcionó perfectamente, pero mi sorpresa vino al darme cuenta que nada más terminar el proceso, Motorola anunciaba que ya se habían terminado los terminales por hoy, que el día 9 volverían a repetir. Unos 6 minutos después, habían liquidado todas las reservas. Una nueva evidencia, de que la gente estaba deseando conseguir un Moto X a ese precio.
El día 9 seguramente ocurra algo parecido. Demostrando una vez más, que el precio es un factor clave en esta industria. Algo obvio, si, el precio es importante, pero en un sector con cada vez menos diferencias entre fabricantes y con tanta competitividad, el precio ha pasado a ser un elemento determinante. Lo está demostrando Xiaomi, siendo la empresa con más proyección en el sector de la telefonía, y que vende a precios reducidos, con hardware premium, y pese a ello, consiguiendo beneficios y vendiendo los stock que van lanzando en pocos minutos. Google y sus Nexus es otro ejemplo de éxito en los pocos mercados en los que está, y en los pocos canales por los que se vende. Un precio reducido, para una calidad de lo mejor de la industria.
Y Motorola con el Moto G ha demostrado como con 175 euros se puede ofrecer un terminal, con un hardware potente, y aunque en este caso no interfiera, con un rendimiento de software a la altura de algunos/ muchos gama alta de la competencia. Y ejemplos en España también tenemos con bq en el segmento de la gama media.
Está claro que 150 dólares es una promoción jugosa, y que son 150 dólares menos de beneficios, pero son ventas nuevas al fin y al cabo, son cuota de mercado ganada, producción ampliada, y rentabilidad por dispositivo amortizada.
El debate, viejo debate de precio alto con margen versus precio bajo con poco margen, cobra hoy en día más relevancia y pone de relieve que una tecnología más barata e igual de potente es compatible con beneficios y por supuesto, con una mejor respuesta del usuario.
Si, es por el precio, no es por 5000 píxeles por pulgada ni porque Iron Man promocione tu teléfono o salga en un anuncio de la tele en prime time mezclado con anuncios de coches, pañales y cremas de belleza.
O quizás estoy equivocado y las nuevas tecnologías, internet y la mejora de la producción de la tecnología de consumo aún no han matado los viejos modelos de publicidad, los márgenes de venta y las técnicas de marketing. ¿Tu que crees?