Ya ha empezado el CES en Las Vegas, y como era de preveer, desde los primeros minutos nos trae grandes anuncios. El primero es el nuevo Tegra K1, la quinta generación de procesadores móviles de Nvidia, que como veis por su nombre abandona la nomenclatura numeral que seguía hasta ahora sustituyéndola por este K1.
¿Por qué K1? Por la arquitectura que usa el nuevo chipset, llamada Kepler, y por se este el primero en hacer uso de esta. Aunque para ser más específicos, es el primer procesador móvil en utilizarla, ya que Kepler es la arquitectura que Nvidia usa para ordenadores, por lo que esto significa que vamos a tener algo bastante parecido en gráficos en el móvil a lo que ahora conocemos en el ordenador. Vamos, que promete mucho.
En un apartado más técnico nos encontramos con dos versiones del chip, una con CPU de 32 bits 4-plus-1 ARM Cortex A15 y otra con CPU hecha por Nvidia Denver ARMv8. Lo que ambas versiones tienen es la GPU de 128 núcleos Kepler, que es donde está la gracia del asunto. Además se ha confirmado que será compatible con el motor Epic Unreal y que habrá soporte para Direct X11 y OpenGL 4.4.
El anuncio no viene acompañado de demasiada información más, y de hecho el nombre, la arquitectura y el paso de ordenador a móvil es casi todo lo que sabemos. No se conoce en qué dispositivos veremos el Tegra K1, por lo que nos quedamos con una enorme duda: ¿Servirá para smartphones o solo para tablets? ¿O quedará limitado para dispositivos móviles dedicados al juego?
Una d elas posibilidades es que el Tegra K1 esté pensado para consolas móviles basadas en Android y no se asome a los smartphones y tablets, o que debido a su gran tamaño se limite solo a tablets, pero como Nvidia todavía no se ha poronunciado al respecto, por ahora nos toca esperar.
Tenemos ante nosotros una enorme evolución en los procesadores móviles, especialmente en cuanto a potencial gráfico se refiere. Ahora nos queda ver hasta dónde consigue llegar y si Nvidia levanta la cabeza y sabe volver a ser uno de los favoritos de los fabricantes, una lucha muy difícil que tiene con Qualcomm.