Antes de que un nuevo dispositivo vea la luz, siempre se somete a diferentes pruebas para asegurar que está preparado para aguantar el uso diario de los usuarios. Samsung, como cualquier otro fabricante, tras acabar el proceso de fabricación de un terminal también lo pone a prueba antes de sacarlo al mercado. Con motivo del lanzamiento de su último buque insignia, el Samsung Galaxy S5 (que ya está disponible en España), han publicado las imágenes de su laboratorio de pruebas.
En las siguientes fotografías vemos las instalaciones de Samsung, donde tienen máquinas que hacen caer al Galaxy S5 desde diferentes alturas y ángulos para probar su resistencia, todo ello grabado por cámaras de alta velocidad. Con esos datos y analizándolos más tarde, son capaces de detectar los puntos débiles y así reforzarlos o variar el diseño.
El Galaxy S5 a prueba: caídas, resistencia, radiación, agua, polvo…
Del mismo modo, máquinas específicas se dedican a pulsar los botones físicos como el de Home miles de veces para comprobar su durabilidad y cuánto pueden funcionar aun con desgaste. En otras salas dedicadas, comprueban la calidad de la señal en las conexiones inalámbricas y la radiación que emite el teléfono.
Como ya sabemos, el Samsung Galaxy S5 es resistente al agua y al polvo, condiciones que también se prueban en depósitos. Entre otras pruebas, se encuentran test de electricidad estática, volumen del altavoz y sensibilidad de los micrófonos, ya que según el país al que vaya dirigido el teléfono, se tiene en cuenta el ruido ambiente en la región para ajustar sus niveles.
Unas pruebas de resistencia que no son nuevas, pero siempre es curioso conocerlas, ver dónde se llevan a cabo y comprobar que los fabricantes se preocupan por lanzar dispositivos capaces de aguantar el uso del día a día.
Vía | Business Insider India